El ‘partido cero’ de Isco
Isco volvió a quedar retratado ante el Valencia, con un partido más que discreto en el que destacó su poca entrada en el juego del equipo
Volvió a la titularidad y demostró que no merece el crédito infinito que le da Zidane
Isco Alarcón volvió a tener una actuación más que cuestionable ante el Valencia. El mediocentro del Real Madrid volvió a entrar en el equipo de inicio, después de no haber contado con minutos en los cuatro partidos de vital importancia que han disputado los blancos en el último mes. Zidane volvió a darle la oportunidad de reivindicarse y mostrar algún atisbo de la calidad demostrada en el pasado. Sin embargo, la respuesta no fue la esperada, una vez más.
El mediocentro desaprovechó de nuevo la confianza depositada por el técnico y perdió una ocasión de oro para darle un vuelco a su rol en el equipo. Volvía a jugar de inicio después de la ‘pillada’ en el Camp Nou en la que hablaba de los pocos minutos de los que disponía. Con tiempo por delante para darle sentido a sus quejas, hizo todo lo contrario y dejó claro que incluso goza de un crédito que, acorde a su rendimiento, no merece.
Hasta que fue sustituido en el descanso del partido contra el Cádiz, el malagueño había disfrutado de minutos en todos los encuentros en los que había estado disponible. Sin embargo, ante el Barça y en los tres choques de Champions se quedó sin jugar. Sólo en la goleada ante el Huesca disfrutó de media hora, entrando con el partido ya resuelto.
Contra el Valencia, su presencia sobre el césped duró 82 minutos, suficientes para dejar algún detalle que justifique la confianza infinita que Zidane le demuestra. Pero no. Isco volvió a ser intrascendente en todos los aspectos del juego. Un jugador que fue fundamental en los planes del técnico en el camino hacia la gloria de las últimas temporadas se ha apagado y, por más que el galo trata de recuperarlo, parece imposible.
Los números nefastos de Isco
Su partido en Mestalla se mostró en la línea de sus últimas actuaciones. Lejos de forma y con dificultades para desenvolverse con soltura a los mandos del juego, los blancos no fueron capaces de generar a través de un futbolista que debería ser decisivo y que en el pasado realmente lo era.
Su mapa de calor ante el conjunto che se enciende lejos de las proximidades del área, donde su presencia debería ser desequilibrante. Únicamente dio un pase clave en todo el encuentro y en una ocasión trató de buscar la portería, pero su disparo se perdió. Pese a tener un 91% de acierto en pases, todos ellos fueron intrascendentes, ya que únicamente acertó en un balón en largo de los dos que intentó y ninguno de los tres centros que puso encontraron rematador. En resumen: ante el Valencia fue el ‘partido cero’ de Isco con 0 regates de 0 intentos, 0 centros y 0 disparos a puerta. A esto hay que sumarle 15 pérdidas.
A los nefastos datos de su aportación en ataque, se suma su nula intromisión en el juego y la falta de intensidad que transmite (ganó sólo un duelo de cinco). De hecho, de los tres que jugaron en el centro del campo de inicio, fue el que menos balones tocó. Hasta Valverde entró más en juego, pese a estar 20 minutos menos sobre el césped.
Los números vuelven a acompañar la mala imagen dada por Isco. Un partido más vuelve a dejar claro que su nivel está muy lejos de asomarse siquiera al que llegó a ser. Lo que no quita para que Zidane siga cometiendo a veces el error de tratar de subirle a un tren que tanto él como Marcelo se niegan a coger.