Modric tiene cuerda para rato
El partido de Luka Modric contra el Valencia fue simplemente espectacular. Otra cátedra de fútbol del croata en un Santiago Bernabéu que se rindió a su figura. Con una tremenda ovación y coreando su nombre le reconocieron todo lo bueno que hace por este deporte cuando Carlo Ancelotti decidió darle un merecido descanso frente a los de Bordalás. Y es que, a sus 36 años el de Zadar sigue teniendo cuerda para rato. Por eso, el Real Madrid le va a renovar un año más su contrato, ya que todavía no ha llegado nadie que pueda desbancar de su trono a uno de los reyes del balompié.
Modric empezó el año siendo el mejor jugador del Real Madrid en la derrota ante el Getafe. Posiblemente, el único que se había enterado de que las vacaciones ya se habían terminado. Aquella mañana del 2 de enero intentó aportar criterio a un equipo perdido y cerca estuvo de cambiar el devenir del encuentro cuando estrelló un balón en el larguero. Luego, descansó ante el Alcoyano y volvió a la carga frente al Valencia, donde realizó una primera mitad imperial a la que sólo le faltó el gol, y eso que lo rozó tras una genialidad que terminó con un balón estrellado en el travesaño. Juega, hace que sus compañeros jueguen e impide que los rivales lo hagan, ya que su inteligencia está a un nivel tan alto que le permite recuperar un gran número de balones.
Modric está muy bien. Es cierto que tiene que ir dosificando y Ancelotti lo sabe, por ello le cuida siempre que puede. El italiano le da descanso, pero en los partidos grandes es un fijo. Esta temporada ya ha jugado 20 encuentros, aunque sólo ha completado siete de ellos. Tanto el croata como Carletto saben que de vez en cuando se deben tomar un respiro para poder llegar al tramo final de temporada al cien por cien. El técnico todavía recuerda como sufrió su equipo en 2015 cuando una lesión con Croacia le impidió jugar el tramo final de temporada.
El futuro lo decide Luka
Tal y como adelantó OKDIARIO, el Real Madrid siempre ha tenido claro que iba a dejar decidir a Modric sobre su futuro. Tras ver su rendimiento, el club comprendió que si el croata se sentía con fuerzas para jugar una temporada más le iban a facilitar una renovación que ya está en marcha. La intención de la entidad madridista es alargar su vinculación hasta 2023. Un año más. Y cuando este concluya, pues ya se verá qué hacen ambas partes.
Lo que Modric tiene claro y no deja de demostrar es que todavía tiene mucho que decir dentro del campo. Su reto es jugar el Mundial de Qatar con su país, donde ya está clasificado, y quiere llegar estando en la élite. También le apetece jugar en el Santiago Bernabéu una vez haya concluido la reforma, algo que sucederá a finales de 2022 o a principio de 2023. En definitiva, Luka jugará en el Real Madrid hasta cuando él quiera y cuando cuelgue las botas el club le permitirá seguir en otras parcelas siempre que él quiera.
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