Militao se revaloriza
Eder Militao se ha revalorizado en una semana fantástica llena de exigencia en la que ha rendido al máximo nivel
El brasileño está feliz en el Real Madrid, donde quiere seguir tras demostrar que puede defender la camiseta del 13 veces campeón de Europa bajo presión
Eder Militao es el hombre de moda en el Real Madrid. Pocos confiaban en él, sobre todo fuera del club blanco, pero el brasileño ha demostrado en una semana tremendamente complicada e importante para el futuro del club que está preparado para competir en la élite luciendo el escudo del 13 veces campeón de Europa. El zaguero encadena cuatro titularidades seguidas, tres de ellas especialmente exigentes en un doble enfrentamiento ante el Liverpool en los cuartos de final de la Champions y en un Clásico de campeonato contra el Barcelona en el Di Stéfano. Las bajas de Sergio Ramos y Varane, que dio positivo por coronavirus en la mañana previa a jugar la ida ante los ingleses, le puso encima de la mesa una oportunidad que ha aprovechado al máximo.
La vida de Militao en el Real Madrid ha cambiado en dos semanas. Ha pasado de ser un jugador que el club veía en la rampa de salida por su rendimiento y su condición de extracomunitario a ser un futbolista muy a tener en cuenta tanto en el presente como en el futuro. El brasileño ha dejado de ser un problema para convertirse en una solución tanto si sigue, que es su deseo, como si el overbooking que puede vivir el centro de la zaga madridista la próxima temporada en el supuesto de que siguiesen Ramos, Varane y Nacho, sumado a la llega de Alaba, la entidad decidiese buscarle una salida.
A sus 23 años tiene mucho futbol por delante, unas condiciones más que notables y una cabeza perfectamente amueblada que por Valdebebas valoran notablemente. Además, es tremendamente autocrítico y no tiene ningún problema para reconocer sus partidos malos, como aquel del Shakhtar Donetsk en Kiev que puso a los blancos contra las cuerdas en la Champions.
Militao tiene muy claro que no debe tener prisa por triunfar en el Real Madrid. Lo tiene tan seguro como que no se quiere mover del club blanco. A pesar de los rumores que han apuntado a una posible salida que forzaría el brasileño, la realidad es que él esta muy feliz en el club blanco, donde tiene el apoyo de Casemiro, compatriota y referente, y ha encajado muy bien en el vestuario. De hecho, los que mejor le conocen aseguran que es un futbolista muy de equipo que no tiene problema para priorizar el colectivo. Por ello, cuando regresen Sergio Ramos de lesión y Varane termine de superar el coronavirus, es consciente de que lo normal es regresar al banquillo y lo asumirá sin ninguna queja. Sabe que él tiene que seguir dándolo todo en cada entrenamiento para estar disponible cuando el equipo le necesite.
Centrado en triunfar
Militao lleva una vida muy monacal en Madrid. De Valdebebas a casa y de casa a Valdebebas es su recorrido diario. Centrado en el fútbol, su descanso y protegiéndose al máximo posible un coronavirus que ya le atacó y del que se protege al máximo para evitar cualquier disgusto que le frene en su mejor momento desde que llegó al Real Madrid.
Ahora, Militao cuenta las horas para volver a jugar en el Real Madrid. Será contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez en otra prueba de fuego donde es plenamente consciente de que volverá a estar mirado con lupa. La exigencia del club blanco es lo que tiene. Desde que finalizó el partido contra el Liverpool comenzó a ver videos de los de Bordalás, a los que ya tiene perfectamente estudiados. Además, en esta ocasión tendrá un cambio de pareja, ya que Nacho está sancionado, por lo que el canterano Víctor Chust es el que más opciones tiene de jugar a su lado.