El llanto de Koeman que lo cambió todo
A Ronald Koeman y al Barcelona les sirvieron las quejas del técnico tras la derrota en el Clásico. Desde entonces, al Real Madrid le han pitado siete penaltis en contra y ninguno a favor, por un balance positivo de 4-1 para los culés
«El VAR sólo aparece cuando hay que tomar decisiones en contra del Barcelona», fue el titular que acompañaba a la victoria del Real Madrid en el Camp Nou el pasado 24 de octubre. Una frase con la que se resume la tremenda rajada de Ronald Koeman contra el colectivo arbitral, tras caer de forma justa en en el Clásico por 1-3. Una queja sancionable con entre cuatro y 12 partidos en todos los casos excepto en el del holandés. Competición hizo oídos sordos a las palabras del entrenador del Barça. La apertura del expediente quedó en nada, al no ver el Comité indicios de infracción disciplinaria. Lo que sí que supusieron aquellas declaraciones fue un punto de inflexión en la forma de actuar del colectivo arbitral.
El penalti cometido por Clement Lenglet sobre Sergio Ramos hizo estallar de forma injustificada al neerlandés, que no se explicaba como el VAR podía intervenir para que el árbitro pitara un penalti que fue penalti. Sus palabras, además de servir para justificar los malos resultados del equipo, cambiaron el rumbo de las decisiones de los colegiados. Fue el último penalti que le pitaron al Real Madrid en una competición en la que el CTA es el encargado de las designaciones. Desde entonces, les han pitado siete en contra. Todo esto en 13 partidos.
La estadística no deja de ser cuanto menos curiosa. Al conjunto madridista le han pitado penaltis en cinco partidos desde entonces. El Valencia se vio beneficiado de tres penas máximas. Dos de ellas dejaban poco lugar a dudas, pero en el cometido por Marcelo, es el brasileño quien recibe la falta. También hubo una falta no señalada en la jugada inmediata a uno de los goles ches, que no se revisó. Después, Villarreal, Alavés, Elche y Athletic se han visto favorecidos con un penalti cada uno en sus partidos contra los blancos. Aplicando la normativa, el del conjunto amarillo debió ser repetido por la invasión de área de Chukwueze.
Distinto criterio a favor del Real Madrid
Pese a que muchos de ellos no dejan lugar a dudas, en el área contraria no se ha mantenido el mismo criterio. A los de Zidane les han perjudicado en varias ocasiones desde aquel partido correspondiente a la jornada 7 de Liga. En concreto, desde el duelo contra el Barcelona, a los blancos se les ha impedido sumar hasta siete puntos en Liga, que pueden ser claves a la hora de decidir el título liguero; además de dejarles sin la opción de ir a la prórroga contra el Athletic.
Los madridistas cayeron en casa contra el Alavés, en un partido en el que no se avisó al colegiado para ir a ver a la televisión dos posibles penaltis sobre Hazard y Marcelo. El primero lo comete Duarte sobre el belga y desde el VAR obviaron la acción. Más escandaloso fue lo sucedido en el caso del lateral, que recibió un tirón de pelo de Laguardia que debió ser sancionado con un lanzamiento desde los 11 metros y con expulsión por agresión del central babazorro.
Contra el Elche se vio otro posible penalti que Figueroa Vázquez pasó por alto y que desde Las Rozas no entraron. Carvajal cometió un penalti por agarrón que fue sancionado, pero no se aplicó el mismo criterio en una acción similar protagonizada en el área ilicitana por Josema, que impidió un remate de Benzema.
Más polémico fue el penalti que reclamó Casemiro contra Osasuna, en la última jugada del partido. En esa ocasión, el colegiado no consultó con la Sala VOR la acción y la realización televisiva no la mostró. Únicamente se ha visto una toma en televisión y corresponde a una cámara de los operadores televisivos.
En la semifinal de la Supercopa contra el Athletic pasó algo similar. El VAR se encargó de revisar durante más de tres minutos una posible mano de Unai Núñez, que Asensio reclamó con insistencia. Mientras el dudoso despeje estaba siendo revisado, la realización se limitó a mostrar una acción de Ramos con Íñigo Martínez que nada tenía que ver con la acción y que lo único que logró fue confundir a los espectadores.
Las decisiones favorecen al Barcelona
El llanto de Koeman sirvió para justificar un mal arranque del Barcelona y para tapar su incapacidad durante los primeros meses de hacer del conjunto blaugrana un equipo capaz de ganar. Entonces tenía al equipo más cerca del descenso que de la Europa League y su credibilidad y continuidad en el banquillo estaban en juego. Sin embargo, aquellas palabras supusieron un cambio de rumbo en las decisiones de los colegiados.
El entrenador del Barça apuntó a los árbitros como claros responsables de los resultados tras el Clásico. «No entiendo cómo hemos perdido el partido. No entiendo las decisiones arbitrales. Las ha tomado teniendo gran influencia en el resultado final», comenzó diciendo sobre el encuentro ante el Real Madrid. Después, extendió su queja más allá del partido ante los blancos: «No hemos tenido ninguna decisión a favor en ningún partido. Ejemplos, el penalti en Sevilla a Messi, dos amarillas y una roja en Getafe… son decisiones que siempre van en nuestra contra».
Lo cierto es que desde aquel momento, Koeman no ha vuelto a quejarse sobre las actuaciones arbitrales. No le ha hecho falta. Cuatro penaltis a favor y uno en contra les han señalado desde entonces, olvidándose -por ejemplo- de una mano en el área de Lenglet no señalada contra el Eibar o por no hablar de la pésima actuación de un clásico en las ayudas al Barça, Ricardo de Burgos Bengoetxea, contra el Granada.