Isco y Marcelo, sentenciadísimos
Isco y Marcelo están sentenciados. Una prioridad para el club en los próximos mercados serán sus salidas y Zidane parece haber desistido a darles oportunidades. Sus malas actuaciones en lo que va de temporada ha llevado al técnico a darse por vencido en el intento por recuperarles
Zinedine Zidane parece haber sentenciado a Marcelo e Isco. El rendimiento de dos de los jugadores que fueron claves para el técnico en el pasado se ha visto acusado en las últimas temporadas, hasta el punto de restar más de lo que aportan en la presente temporada. Después de los últimos vaivenes del equipo, su presencia sobre el césped se ha visto reducida en los momentos claves. Contra el Sevilla no llegaron a calentar.
La inclusión de Marcelo e Isco en el equipo llega a suponer un hándicap para el Real Madrid. Sólo hace falta ver sus últimas actuaciones para ver que su influencia en el juego del equipo es cada vez menor, llegando a condicionar las aspiraciones de victoria de los madridistas. Pese a ello, Zidane ha continuado dándoles la oportunidad de reencontrarse, hasta que al final parece haberse dado por vencido.
Pese a que el entrenador galo ha seguido confiando en ambos en determinados encuentros de la presente temporada, no ha sido así en los enfrentamientos importantes. Prueba de ello es su ausencia en los partidos contra Barcelona o Sevilla en Liga y contra Borussia e Inter en Champions League.
Contra el conjunto sevillista, los dos se quedaron en el banquillo, como era de esperar. Los madridistas necesitaban la victoria para acercarse a la cabeza de la clasificación o, al menos, no perder más puntos respecto a sus principales rivales por el título. Dados los resultados en los últimos encuentros en los que Isco y Marcelo han estado presentes -contra equipos de menor entidad-, el partido ante el Sevilla no parecía el propicio para que volvieran a jugar.
Están sentenciados
En el club no tienen esperanza en que ninguno de los dos se acerque a su mejor versión. Sus mejores días en el conjunto blanco son ya cosa del pasado y una de las prioridades de cara al próximo verano -sino antes- será su salida. Sin embargo, Zidane se había empeñado en conseguir que fueran otra vez dos recursos aprovechables y, por ello, ha insistido en darles minutos en lo que va de curso. A la vista está que no han conseguido subir el nivel en los partidos que han disputado esta campaña, lo que ha provocado que el técnico desista en su continua confianza en los dos.
En el caso del malagueño, las bajas de los últimos encuentros han llevado a Zidane a seguir recurriendo a sus servicios en los últimos encuentros. Ante el Shakhtar y el Alavés entró en el tramo final buscando darle la vuelta al partido, pero su aportación fue mínima. Únicamente contra los vitorianos dejó un detalle de calidad, estrellando en el larguero la última acción del partido que habría supuesto el empate.
El jugador ha comunicado ya a la entidad sus intenciones de marcharse si tiene opción en el mercado invernal. Desde el conjunto madridista están dispuestos a que se marche, si llega una oferta convincente, algo que por el momento no ha sucedido. Empeñado en regresar a la selección española, Isco pretende emprender una nueva aventura que le lleve a recuperar su nivel y estar en la Eurocopa, lo que a día de hoy parece una quimera.
Con Marcelo, derrota asegurada
La salida de Marcelo parece más complicada que la del centrocampista. En este caso no existe voluntad del jugador por abandonar el club, aunque las intenciones son facilitarle la salida el próximo verano. El Real Madrid está dispuesto a darle la carta de libertad si fuera necesario y ahorrarse así la elevada ficha que tiene el segundo capitán.
Su estado de forma en los últimos años no es ni de lejos el exigido a un futbolista de élite, lo que se traduce en un rendimiento pésimo sobre el césped. Con el objetivo de recuperarse y volver a ser aprovechable para Zidane, se ha puesto en manos del preparador de Marcos Llorente, pero quizás su intentona llega tarde.
Los números del conjunto blanco con Marcelo sobre el césped son calamitosos. En todas las derrotas producidas en Liga desde que Zidane regresó al banquillo, hay un denominador común y es la presencia del brasileño de inicio. Sin ir más lejos, este curso ha sido de la partida en cinco partidos que han perdido los blancos, todos menos el último ante el Shakhtar.
La incorporación de Mendy el pasado curso ha terminado de retratar lo que era una evidencia desde hacía varios años: que Marcelo no es el que era. A día de hoy, su presencia en el terreno de juego resta más de lo que aporta y condiciona defensivamente al equipo. El porcentaje de partidos que los madridistas ganan desciende considerablemente en los partidos en los que parte de inicio y las derrotas se disparan. Zidane parece haber entendido el mensaje y ha terminado por apartarle de sus planes en los partidos de peso, igual que ha sucedido con Isco.