Liga Santander: Elche – Real Madrid

Al Madrid se le atraganta el turrón

El Real Madrid no fue capaz de ganar a un Elche ordenado y trabajador en el último partido del año. A los de Zidane se les atragantó el turrón en el Martínez Valero y mucho tendrán que remar en 2021 los blancos para arrebatar esta Liga a un Atlético que ya se la ha pedido a los Reyes Magos.

Zidane ponía de titular a Marcelo, que chirría en este Real Madrid como Torbe en la misa del gallo o como Pablo Iglesias en una boda real. Con lo que ha sido el brasileño y para lo que ha quedado el pobre. También entraba directo al once Asensio después de sus buenos minutos frente al Granada y en lo que Hazard vuelve a cogerle el hilo a la competición. Modric regresaba, faltaría más, para acompañar a sus inseparables Casemiro y Kroos en el último partido del año. Arriba se mantenía un Lucas Vázquez que, a fecha de hoy, es titularísimo en el Real Madrid. Igual que atrás Carvajal, Varane y Ramos y delante Karim Benzema.

Raudo salió el Madrid en busca de la meta del Elche. Profundo Carvajal, preciso Lucas Vázquez y rematador Kroos, cuyo cabezazo antes del minuto 3 se marchó rozando el poste izquierdo de Edgar Badía. Replegaron los locales ante un Real Madrid que manejaba la pelota con un toque oscilante. Cocinaban a fuego lento las jugadas, con toques horizontales estilo parabrisas en busca de resquicios en el muro defensivo del Elche.

Al filo del minuto 10 apareció la mano salvadora de Courtois para desviar a córner un disparo envenenadísimo de Rigoni. Respondió el Real Madrid con una jugada culminada por Marcelo de forma espectacular con una media volea que se estrelló contra el travesaño. El brasileño, aunque fuera sólo visualmente, parecía otro futbolista. Más centrado, más fino, mejor.

Pero hablemos de táctica. El partido era un monólogo del Real Madrid ante un Elche que replegaba pero sin encerrarse. ¿Cómo se hace eso? Juntando el centro del campo hacia atrás con la defensa hacia adelante. Así se consigue reducir los espacios a una minifalda microscópica de césped. Pero la táctica no siempre puede con el talento. En el 19 apareció la conexión Modric-Asensio para cocinar el 0-1. El balear se sacó de la chistera un zurdazo que desvió Edgar Badía al travesaño. En el rechace Modric fue más listo que Josema y marcó de cabeza en el área grande.

Modric abre la lata

El tanto reforzó al Real Madrid en sus posiciones e hizo dudar al Elche. Siguieron dominando los de Zidane en busca de un 0-2 que rozó Benzema a la media hora de partido. Si hubiera tenido el flequillo de los Javis (o de Jesús Hermida) o si hubieran cobrado el penalti que le hicieron por agarrón, otro gallo habría cantado a los de Zidane.

La que no pitó a Benzema sí la señaló Figueroa Vázquez por una presunta mano de Víctor… que sólo había existido en su imaginación. Lo revisó el VAR y como el baló le había dado en la rodilla, dio marcha atrás en su decisión y no pitó nada. El Real Madrid se quedó compuesto y sin penalti y el respiró el Elche. Había salvado una bola de 0-2.

Fue la última ocasión clara del equipo blanco antes de que el colegiado enviara a ambos equipos camino del túnel de vestuarios. Del que volvieron ambos equipos como si estuvieran en un capítulo de El secreto de Puente Viejo: con el mismo guión. Atacaba el Real Madrid y se defendía el Elche.

Sin embargo, en una agarrón aislado de Carvajal sobre Barragán el árbitro  Figueroa Vázquez señaló penalti. No había dudas sobre la jugada. Fidel lanzó la pena máxima y batió a Courtois que, como siempre, adivinó el costado pero no pudo pararlo.

Iguala el Elche

El Real Madrid tenía que reaccionar en media hora. Volvió a cercar la meta del Elche, que tuvo que replegar líneas para cuidar de su preciado empate. Zidane se pensaba demasiado su siguiente movimiento, como un ajedrecista con resaca. Con Casemiro amonestado y el Elche metido atrás, el partido pedía a gritos meter a Hazard de mediapunta y pasar a un 4-2-3-1.

Los locales se aprendieron el camino de la M-12: la espalda de Marcelo. Por ahí pudo llegar el 2-1 si el palo no se hubiera interpuesto en el disparo de Boyé. El Elche empezaba a estar más a gusto en el campo que el Real Madrid, demasiado exigido por el paso de los minutos. En el 70 los blancos seguían sin encontrar los caminos para generar peligro.

Badía salvó a su equipo en el 69 al meter una mano mágica a Carvajal en un uno contra uno. Y repitió acción milagrosa un minuto después en un remate a bocajarro de Ramos al que puso el pecho con la valentía de un legionario. Dos ocasiones seguidas perdonaba el Real Madrid. Resistía el Elche pero el Real Madrid acariciaba el segundo.

Zidane aguardó al 76 para meter e un golpe a Valverde y Hazard. Retiró a Kroos y Lucas Vázquez. El Real Madrid empezaba a estrellarse contra un frontón que no era verde, sino verdiblanco. El Elche defendía claramente en su área para intentar sobrevivir al cuarto de hora final del partido. Lo consiguió al menos hasta el 85 cuando los blancos trataron de pegar el último arreón al partido.

Zidane metió a Vinicius por Asensio a la desesperada. Era su última bala, pero la disparó demasiado tarde. Benzema en el 88 perdonó la última ocasión de un Real Madrid que evidenció ante el Elche todas sus carencias de golpe, sobre todo, la más importante: la falta de gol.

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