Como Asensio por su casa
Marco Asensio habló en el campo y trituró al Mallorca con una impecable actuación y tres goles en menos de una hora
Benzema, con otro partido impresionante, firmó un doblete y alcanza los 200 goles en Liga con el Real Madrid
Así te hemos contado el Real Madrid - Mallorca
Asensio no celebró su hat-trick ante su ex equipo
Asensio: "He demostrado a Ancelotti que puede contar conmigo"
Marco Asensio habló en el campo y trituró al Mallorca con una impecable actuación y tres goles en menos de una hora. El mallorquín, que no celebró ninguno de sus tantos ante su ex equipo, simboliza el recado de los suplentes a Ancelotti. También brillaron Rodrygo y Camavinga, que aprovecharon las rotaciones de Carletto para demostrar que a este Madrid le sobra fondo de armario. Y Benzema, que sumó otro doblete y alcanzó su gol 200 en Liga.
Y al séptimo partido Ancelotti rotó. Han tenido que pasar cinco encuentros de Liga y uno de Champions para que Carletto agite un poco su alineación. De los once que jugaron en Valencia se cayeron Carvajal (por lesión), Casemiro y Modric (descanso), y Hazard (que entra y sale del equipo de forma guadianesca). Entraban Miguel Gutiérrez, Camavinga, Asensio y Rodrygo. Sangre joven para meter vigor a un Real Madrid que tiene un notable fondo de armario en todas las líneas menos la defensa.
Recitemos ya, sin más preámbulo que no me quiero enredar que tengo mucha plancha, la alineación del Real Madrid ante el Mallorca: Courtois; Nacho, Militao, Alaba, Miguel Gutiérrez; Camavinga, Valverde, Asensio; Rodrygo, Vinicius y Benzema.
El Real Madrid se encontró con un regalo del Mallorca casi en el pitido inicial. El paquete lo entregó el joven central Gayá, que pagó caro su debut en Primera. El chico no supo controlar una pelota sencilla en defensa y, más que un control, le salió una asistencia involuntaria a Benzema, que presionaba por allí. Y, claro, si a Karim le ofreces un regalo, él lo abre y te vacuna. Se plantó ante Reina, cruzó por bajo y a la jaula. Pues eso: los de Ancelotti encontraban el gol antes que el juego.
Zarpazo de Benzema
Intentó reaccionar el Mallorca asido a la velocidad y el ingenio de Kubo, que tuvo una llegada al área antes del minuto 5. Su disparo se marchó a la izquierda de Courtois. Respondió el Real Madrid con un casi gol olímpico de Asensio, que botó un córner que sacó sobre la línea el meta Reina.
El duelo no tenía respiro y el lifting del centro del campo del Real Madrid provocaba que el equipo fuera puro vértigo. Camavinga y Valverde se echaban al monte para presionar al Mallorca casi hasta el aeropuerto de Son Sant Joan. Los de Luis García trataban de reconstruirse con la pelota, pero les duraba poco ante el ímpetu físico del equipo de Ancelotti.
Aun así no se rindieron los visitantes y dibujaron un par de jugadas notables con la conexión asiática Lee-Kubo que no finalizó mal Lago Junior. Y cuando mejor estaba el Mallorca llegó el 2-0. Lo anotó Asensio, que se aprovechó de un apurado despeje con el pie de Manolo Reina tras una acción que cocinaron entre Vinicius y Rodrygo. Era el minuto 24 y el partido parecía resuelto. marco, por cierto, no celebró el gol.
Pero no. El Real Madrid apenas tardó un minuto en demostrar sus enormes costuras defensivas, sobre todo por la zona del negligente Militao. El central se fue a perseguir a Hoppe a una zona lejanísima, no pudo anticipar y perdió el sitio. No lo recuperó y Kang-in Lee aprovechó para avanzar y batir a Courtois con un disparo cruzado imposible para el meta blanco.
Asensio se desata
Y como el partido era una oda al gol, en el 29 el Real Madrid hizo el tercero en una maravillosa acción de Benzema, que asistió a Asensio. El mallorquín volvió a penalizar a su equipo con otro tanto que demuestra que de cara al gol Marco es un arma de destrucción masiva. Tampoco lo celebró, que bastante daño hacía su doblete al equipo de su vida como para encima venirse arriba.
Pues nada, cuatro goles en el Bernabéu en menos de media hora, que para sí los quisiera un seguidor del Atlético de Simeone, aunque fuera en tres partidos. En un partido sin respiro a eso del minuto 40 Nacho cabeceó involuntariamente a Hoppe dentro del área. El colegiado no señaló nada porque entendió que la acción era un choque involuntario. En el banquillo del Mallorca se indignaron como un adolescente que se queda sin batería en el móvil.
Con esa acción polémica y sin respiro nos fuimos al descanso en el Bernabéu. Del que volvimos con la misma presión furiosa del Real Madrid y con un Mallorca que trataba de reinventarse con el balón. En una acción vertical Vinicius volvió a parecerse a sí mismo y perdonó un gol cantado. Sí lo conseguiría en la jugada siguiente Benzema tras una gran cabalgada de Rodrygo, pero el VAR lo anuló por falta previa del delantero del Real Madrid.
En el 53 Alberola y el VAR se comieron un penalti clamoroso sobre Rodrygo, al que le dieron de sí la camiseta hasta hacerla de la talla de Tavares. No se lamió las heridas el Madrid y consiguió el cuarto. Asensio, quién si no, se marcó una jugada marca de la casa para batir a Reina con un buen zurdazo. Pues eso. Su primer hat-trick en el Real Madrid contra el equipo de su vida.
Partido resuelto
Con el 4-1 y el partido resuelto a Ancelotti le sonó la alarma del Nokia e hizo debutar al mediocentro Antonio Blanco, inédito esta temporada. Al partido le sobraba la media hora final y Carletto cometía una imprudencia al mantener sobre el campo a jugadores sobrecargados de minutos como Valverde o Benzema.
En el 71 se llevó Marco Asensio la ovación del Bernabéu al ser sustituido por Isco. El Pisha por El Bro o al revés. También quitó Carletto a Rodrygo (sobresaliente su partido) por Lucas Vázquez. Pero no. A Benzema no le quitaba. Y Karim aprovechó esos minutos de la basura para marcar el quinto del Real Madrid, su gol 200 en Liga. Entonces sí, entonces (casi en el 80), le quitó Ancelotti, igual que a Nacho para hacer debutar al canterano Sergio Santos.
Al Real Madrid aún le dio tiempo a marcar el sexto. Fue una buena acción individual de Vinicius, que se la puso a Isco, otro de los suplentes, que sólo tuvo que empujarla a la red con suavidad. Pues eso, set y partido para el equipo de Ancelotti, que sigue convirtiendo cada partido en una fiesta. Y el Bernabéu lo agradece.