El caso Alaba nos enseña el futuro
Hace unos días, Rummenigge y Matthaus se tiraban de los pelos por la pérdida de David Alaba. Ver al austriaco en el máximo rival europeo y triunfando no resultaba una imagen agradable mientras el Bayern pasa por algunos desajustes defensivos. Sin duda se trataba de una situación sin casi precedentes: un jugador top que deja un gran club por la finalización de su contrato. Alaba era el primer aviso de un cambio de paradigma en un mundo del fútbol que se está adaptando a la pandemia.
Hasta el momento, el Real Madrid no contemplaba casos como el de Alaba en su política de fichajes. Ya saben que la estrategia pasaba por jugadores jóvenes muy prometedores o jugadores en penúltimo año de contrato (Kroos, Courtois o Hazard) lo que solía dar una importante arma de negociación. El caso Alaba no se contemplaba porque no sucedía. A excepción de Rabiot, con mucha letra pequeña y sin ser tan top, Alaba ha creado un precedente que pronto podrá verse replicado. Es sabido que el Real Madrid ha hecho todo lo posible por fichar a Mbappé este verano. La negativa del PSG a vender ha determinado que el jugador esté a punto de poder firmar como libre este mes de enero. En el caso del crack francés no se ha tratado de una situación buscada por el conjunto madridista, pero el desenlace parece que se podrá equiparar al de Alaba.
Pogba o Rüdiger podrían ser casos parecidos al austriaco. El interés del Real Madrid viene determinado en proporciones parecidas por su nivel como futbolistas y por su situación contractual que les sitúa como jugadores libres. Ni que decir tiene que las ventajas son innumerables en estos casos. El ahorro en el precio de traspaso siempre es mayor a la prima de fichaje al jugador, lo cual disminuye mucho la partida de amortizaciones que tanto condiciona el límite salarial. Además, existe un ahorro evidente de energía al no tener que negociar con un club de origen poco dispuesto a desprenderse de una pieza codiciada en el mercado.
Resulta tan evidente que estos jugadores suelen llegar a cambio de grandes salarios como que su contribución deportiva y madurez les permite estar en mejores condiciones de poder rendir desde el primer día. El caso de Alaba, jerarca dentro y fuera del campo, es de éxito absoluto, peor cabe imaginar escenarios parecidos con los jugadores antes relatados. En este cambio de paradigma, la grandeza y situación económica del Real Madrid le va a permitir tener mucho que decir: un gran equipo, la historia a su favor y el futuro estadio que le espera a la vuelta de la esquina.
Temas:
- David Alaba