Champions League: Borussia Mönchengladbach - Real Madrid

Borussia Mönchengladbach – Real Madrid: una final en octubre

El vestuario del Real Madrid afronta el encuentro ante el Borussia Mönchengladbach como una final

La derrota ante el Shakhtar en la primera jornada de la fase de grupos de la Champions dejó a los blancos en una posición muy delicada

“El partido es una final”. Se está acabando octubre, pero el duelo que tendrá que jugar el Real Madrid en el Borussia Park ante el Mönchengladbach se puede elevar a esta categoría. Cuando acabe el encuentro al ganador no se le dará una copa, pero como los de Zidane no ganen se meterán en un verdadero lío. La victoria es el objetivo, ya que el empate, aunque no sería insalvable, sería delicado. Por eso, tanto el francés como Kroos en las ruedas de prensa previas al encuentro no dudaron en reconocer abiertamente que el duelo en Alemania es un partido a vida o muerte.

El Real Madrid tuvo un fallo muy importante ante el Shakhtar en el estadio Alfredo di Stéfano en la primera jornada. Los blancos estaban obligados a ganar aquel encuentro. El duelo, ante un equipo ucraniano mermado por las bajas y en casa, era propicio para sumar los tres primeros puntos en esta edición de la Champions. De hecho, lo ideal era vencer y con cierta holgura, ya que el grupo es complicado y cualquier detalle puede ser determinante. Pero sucedió todo lo contrario. Zidane, que reconoció sus errores, rotó y el equipo firmó una primera parte para olvidar que tiró el encuentro por la borda. El 0-3 al descanso era demasiado y aunque estuvieron cerca de empatarlo en una segunda mitad con más casta que fútbol no fue posible.

Por ello, este partido es una final y el vestuario lo toma así. El equipo está muy unido, lo hizo cuando vinieron mal dadas, y ahora encima tienen confianza, la que obtuvieron tras ganar el Clásico. Con todo esto, asumirán el encuentro como lo que es, un duelo capital, y tratarán de no fallar para no complicarse en exceso su andadura por la fase de grupos de la Champions, donde nunca han caído eliminados.

El Real Madrid ha utilizado esta minicrisis de una semana para hacer piña y demostrar que cuando el equipo trabaja unido consigue resultados. Y en estos momentos, la caseta blanca, donde Zidane es el comandante y Sergio Ramos el capitán, es un bloque que pelea junto, juega junto, gana junto y no se quiere ni plantear la posibilidad de perder juntos. Ya se sabe que el Madrid de Zizou siempre gana las finales y lo que se vivirá en Mönchengladbach es lo más parecido a ello.

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