La blanca Navidad del Bernabéu
El templo madridista sigue demostrando que es el mejor estadio del mundo
Pese a los problemas con los conciertos, el éxito de la NFL le consolida como favorita para albergar la final del Mundial 2030
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El Santiago Bernabéu ha devuelto la magia al Real Madrid. A pesar de que el equipo no atraviesa su mejor momento, el templo merengue está camino de sacar su máximo rendimiento y después de un año en el que ha demostrado que no tener conciertos no le ha frenado para ser ese proyecto que solo puede estar a la altura de ser el mejor estadio del mundo.
Durante años se dijo que el nuevo Bernabéu necesitaba los eventos musicales para justificar la inversión multimillonaria que había hecho Florentino Pérez. Sin embargo, el club ha respondido con hechos que dieron la vuelta al mundo para mostrarse delante de todo el mundo que puede ser capaz de albergar cualquier cosa que se proponga…y con la NFL lo demostró.
Por primera vez en la historia, la liga estadounidense aterrizaba en España y quedó validada como la mejor infraestructura global. Más allá del partido, fue una demostración de una capacidad organizativa, tecnológica y logística al máximo nivel. El Bernabéu superó la prueba con naturalidad, como si llevase años haciéndolo. Por eso, cada vez hay menos dudas de que será la sede de la final del Mundial 2030 pese a los intentos desesperados en Marruecos de arrebatarle ese privilegio. Ya no son palabras lo que lo avalan. Son hechos. Es puro presente, es fiabilidad y es imagen. Es saber que, llegado el momento, todo estará preparado.
Mientras tanto, el estadio no ha dejado de generar actividades ni ingresos. Lejos de ser un espacio dormido fuera de los días de partido, el Bernabéu ha reforzado su papel dentro de la vida urbana de la capital. La inauguración del mercado en el sótano es un ejemplo claro: un espacio pensado para el día a día, para el turismo y consumo continuo. Integrar el estadio en la ciudad de forma permanente. A esto hay que sumarle eventos propios, como la ‘Mavidad’, que demuestran que no necesita importar formatos para atraer público. Puede crear los suyos usando un concepto para ir al estadio en pleno descanso del fútbol.
La clave principal del Santiago Bernabéu es la diversificación real. No depender de un solo tipo de evento ni de una sola fuente de ingresos para triunfar. Ser rentable en invierno, entre semana y fuera de temporada. Algo que muy pocos estadios del mundo pueden decir. Con la ausencia de conciertos, el Real Madrid ha confirmado que no hay ninguna prisa, que no necesita llenar su calendario a cualquier precio porque su modelo ya funciona.
El Bernabéu es una máquina de generar ingresos, pero también de proyectar un símbolo de modernidad, excelencia y ambición más allá del fútbol. Una forma que refleja que el estadio, aunque aún asegura que puede seguir mejorando, es y será un éxito tal y como se dijo desde el primer momento.