Benzema, oro de ley
Karim Benzema recibirá en París uno de los Balones de Oro más merecidos de la historia. Un premio de ley que no tiene discusión posible. El mundo del fútbol reconoce que la temporada del capitán del Real Madrid ha sido sobresaliente. Un curso extraordinario, donde fue capaz de guiar a los blancos hacia la conquista de la Liga, de la Decimocuarta Champions, de la Supercopa de España y de la Supercopa de Europa. Cuatro entorchados en lo colectivo y unos números impresionantes en lo individual que hacen que el francés sea digno merecedor de recibir una pelota dorada que el deporte rey aplaudirá al unísono.
La carrera de Benzema recibirá en París un merecido reconocimiento. Tras más de una década entendiendo el juego del fútbol como pocos y siendo el mejor actor secundario posbile, si no que le pregunten a Cristiano Ronaldo, que no ha encontrado socio a lo largo de su trayectoria como Karim, desde la marcha del portugués decidió ponerse el traje de protagonista para empezar a demostrar al mundo que él también puede acaparar los focos, aunque este nunca haya sido su principal objetivo.
La temporada pasada de Benzema fue, simplemente, espectacular. El francés sumó 44 goles y repartió 15 asistencias en los 46 encuentros que jugó con el Real Madrid. Unos números impresionantes que condujeron a los hombres de Carlo Ancelotti a ganar la Liga en el mes de abril y la Champions en París contra el Liverpool. El galo participó en 60 goles madridistas. Este curso lo empezó marcando contra el Eintracht para ganar la Supercopa de Europa. Su última actuación la cerró con un gol en el Clásico contra el Barcelona.
Futbolísticamente, tampoco hay duda de que es el mejor. Si uno se aleja de los fríos números de las estadísticas y se queda mirando como Benzema entiende este juego que mueve masas, comprende rápidamente que no hay nadie en el planeta en estos momentos que le supere. Es inteligente, derrocha calidad por los cuatro costados y asimila a la perfección todas las facetas del deporte rey. Por todo eso, Karim va a ganar uno de los Balones de Oro más justos que se recuerdan.
Su Champions
Si su temporada en la pasada Liga fue brillante y terminó como máximo goleador, pero donde realmente destacó fue en la Champions haciendo auténticas machadas. El francés fue capital para que el Real Madrid ganase la Decimocuarta. Sumó 15 goles y dio un sinfín de exhibiciones. Sólo dejó de marcar en dos partidos, el debut ante el Inter y en la ida de octavos de final contra el PSG, donde forzó para jugar y firmó el peor partido de la temporada. En el resto tiró del equipo siempre.
En la fase de grupos hizo cinco tantos en los cinco partidos que disputó, ya que se perdió el duelo contra el Inter de Milán de la última jornada. Pero donde realmente brilló fue en las eliminatorias. Dejando a un lado el duelo anteriormente recordado ante el PSG, en la vuelta en el Santiago Bernabéu se deshizo marcando un hat-trick que llevó a los blancos a cuartos. En Londres contra el Chelsea hizo otras tres dianas, mientras que en la vuelta marcó en la prórroga el tanto que daba el pase a los madridistas. Y frente al Manchester City volvió a destacar. Dos goles en Inglaterra, uno de ellos desde el punto de penalti a lo Panenka, y el tercer tanto en el Bernabéu, permitieron a los de Ancelotti sellar el billete para la gran final, donde marcó y se lo anularon, pero se llevó un botín mucho mayor: su quinta Orejona.