El audio del VAR en el penalti anulado al Barcelona en el último minuto: «Ya está arrastrando el pie»
De Burgos Bengoetxea pitó en el campo un penalti de Asencio sobre Raphinha, pero González Fuertes tuvo que avisar
La pena máxima fue anulada al ver claramente que Raphinha se había tirado
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La jugada más polémica de la final de Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid ocurrió en el último minuto del partido, antes de la prórroga. El árbitro De Burgos Bengoetxea pitó en el campo un penalti de Raúl Asencio sobre Raphinha, pero González Fuertes desde el VAR tuvo que avisar a su compañero para que anulara la pena máxima, ya que el futbolista brasileño se había tirado. Era un piscinazo y como tal había que anular el penalti. Y así fue y la explicación se escuchó en el audio entre el árbitro del césped y el de VAR.
«Te recomiendo, por favor, que vengas a ver el penalti que acabas de sancionar», le comentó González Fuertes a De Burgos Bengoetxea. Hay que recordar que el penalti, después anulado, ocurrió en la última jugada del partido, por lo que la tensión fue total en el estadio. «Te la voy a soltar para que veas que el jugador ya está arrastrando el pie cuando se puede producir el contacto abajo», le explica el árbitro de VAR al de campo, detallándole la jugada.
🗣 AUDIO REVISIÓN VAR
🗓 Final | Copa del Rey
⚽ @FCBarcelona_es 🆚 @realmadrid | 90+8’#ArbitrajeRFEF | @CTARFEF pic.twitter.com/RzJ9LPzEWQ
— RFEF (@rfef) April 26, 2025
González Fuertes detalla que «ni la pierna izquierda ni la pierna derecha (de Raúl Asencio) contactan con el delantero (Raphinha)». Tras ello, y al comprobar en las imágenes que era un piscinazo, De Burgos Bengoetxea lo deja claro: «Perfecto. Voy a cancelar el penalti y me voy a ir con tarjeta amarilla para Raphinha».
En la jugada, Raphinha se perfilaba en el área en busca de disparar a portería cuando Asencio se fue al suelo, pero el madridista encogió las piernas y no llegó a tocarle. Sí que le tocó levemente en la espalda al irse al suelo, pero no fue ni mucho menos suficiente para derribarle. Al notar el contacto arriba, el brasileño del Barcelona se fue al suelo y consiguió engañar al árbitro, pero no a González Fuertes que, tras varios minutos, acabó recomendando a su compañero que fuera acudiera a verlo a la pantalla.