Abrazo de la paz por Mbappé
Los indios americanos fumaban la pipa de la paz para celebrar la unión entre dos miembros, el nacimiento o muerte de algún familiar, también a modo de entrar en contacto con sus espíritus y para sellar algún tipo de trato, entre los que se encontraba formalizar una declaración de paz. Algo parecido a este símbolo del pasado se vivió en el teatro Chatelet de París durante la gala del Balón de Oro. Aunque no hubo humo, sí un abrazo entre Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, Leonardo, director deportivo del PSG, cuando el acto concluyó.
La organización de la gala, un tanto caprichosa, decidió sentar a Butragueño al lado de Leonado y Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG, y justo detrás de Kylian Mbappé. La imagen no tenía desperdicio. Uno de los hombres fuertes del Real Madrid muy cerca del principal objetivo del equipo blanco y compartiendo fila de asientos con los máximos responsables del conjunto parisino. A priori, la situación invitaba a que fuese tensa, pero cuando la gala finalizó el director de relaciones institucionales se despidió dando un abrazo al director deportivo y un apretón de manos al mandatario del conjunto parisino.
A pesar de que el PSG ha utilizado a Leonardo como ariete para atacar públicamente al Real Madrid, el objetivo de ambos clubes es mantener la relación más cordial posible. El director deportivo fue muy duro en una de sus últimas intervenciones con la entidad madridista. “No nos respetan, llevan dos años hablando de Kylian en público, no es normal decir que tarde o temprano acabaría en el club y se lo comunicamos también a ellos. Cosas así deberían ser castigadas. No es un jugador normal, es de los mejores del mundo, y hablan de él su entrenador, su presidente, su junta, sus jugadores… Es parte de su plan, y es irrespetuoso», dijo el pasado 9 de octubre, aunque los ataques al club blanco han sido múltiples en los últimos tiempos.
A pesar de que en un pasado no muy lejano la relación entre Real Madrid y PSG fue idílica, en estos momentos el deseo de Mbappé en fichar por el club blanco y la Superliga, donde los parisinos se tienen que mantener contrarios para seguir conservando los privilegios respecto al fair play económico de la UEFA, ha dañado una relación que parece complicada que vuelva a ser la mejor, pero a ambos clubes sí les interesa tener un trato correcto.