Todo Parejo para Turín

Dani Parejo mantiene a flote al Villarreal en la Champions. El mediocentro hizo justicia en la segunda parte para igualar un partido en el que la Juventus se puso por delante según comenzó. El serbio Vlahovic adelantó a los italianos en el primer minuto de juego y no fue hasta la segunda cuando el de Coslada logró poner la igualada a uno, dejando todo abierto de cara a Turín.

Nueva noche de gala para el vigente campeón de la Europa League, que salía con todo lo que tenía disponible. Emery puso a Rulli bajo palos, Foyth, Albiol, Pau y Pedraza en defensa, Parejo y Capoue en el doble pivote, Chukwueze y Alberto Moreno por las bandas, Lo Celso de enganche y Danjuma en punta. El once prometía buen fútbol y hacía soñar a La Cerámica, donde sonaba la música de las estrellas 13 años después. Enfrente una Juve venida a menos, pero que contaba con la figura de Dusan Vlahovic, al que acompañaba en ataque Morata.

Llegó como una estrella en enero, tras sumar 20 goles este curso en la Fiorentina. En cuatro partidos como bianconero ya había dejado su sello y, en su debut en la máxima competición, tardó en hacerlo 35 segundos. Dio tiempo a que sacara de centro el Villarreal, se lanzasen al ataque, perdiera el balón Alberto Moreno y le metiese Danilo un balón en largo. La bajó sin ángulo apenas, entre los dos centrales y aún así la puso cruzada al poste contrario.

Apenas les había dado tiempo a los de Emery a despojarse de su chándal y ya se veían en la complicada tesitura de remontarle a una Juve que, aunque no imponga el respeto de otras ocasiones, saca su esencia en noches como esta. Y más, si cuenta con un delantero como Vlahovic, que volvió a avisar. La consigna de Allegri estaba clara: recuperar y buscar al balcánico.

Aún así se recompuso el submarino, que tuvo tres clarísimas. La primera, de Lo Celso, que la mandó al poste tras aprovechar un centro raso llegando desde atrás. La segunda, del nuevo ídolo villarrealense, un Arnaut Danjuma que venía de hacer un triplete contra el Granada y que pudo prolongar su racha con un remate de espuela que atrapó no sin problemas Szczesny. Volvió a avisar Gio lo Celso, metiendo un pase de la muerte que se comió el meta polaco pero que sacó casi sobre la línea De Ligt.

La Juve quiso controlar los tempos en la segunda mitad y Allegri metió a un incombustible Bonucci tras el descanso. Lo consiguieron durante cerca de 20 minutos, esperando atrás a los amarillos, que presentaban un muro. Hasta que de nuevo Lo Celso y Danjuma hicieron de las suyas. Se llevaron a la defensa, dejando una autopista central que plantó a Parejo ante Szczesny. Recibió el ex valencianista de Capoue y, esta vez, no perdonó.

Se igualaban fuerzas y, en tiempos pasados, les hubiera convenido apretar a los de Emery buscando el segundo. El hecho de que los goles valgan lo mismo, independientemente del estadio en el que se marquen, hizo que el técnico vasco –que ha pecado de ser bastante conservador en esta Champions– no se volviera loco. A punto estuvieron de pagarlo, pero Rulli estuvo atento para sacar el segundo de Vlahovic.