Simeone hasta 2024 y Marcos Llorente hasta 2026

La hoja de ruta del Atlético está muy clara: Simeone, Simeone y Simeone. No hay otro entrenador más allá del Cholo en la mente de los directivos rojiblancos, conscientes de lo que ha conseguido el argentino en la década –se cumplirá el próximo mes de noviembre– que lleva al frente de la plantilla. Las negociaciones para ampliar su contrato hasta 2024 comenzaron en enero y ahora se encuentran en la recta final.

El club quiere anunciar la renovación antes de que comience la próxima temporada. No será la única. Marcos Llorente también prorrogará su compromiso dos años más, hasta 2026, con una consiguiente mejora de salario que le situará en uno de los escalones más altos en el organigrama económico de la primera plantilla.

Aunque en fútbol cualquier cosa puede suceder, la relación Atlético de Madrid-Simeone parece lejos de quebrarse. Aunque en un futuro a largo plazo el Cholo quiere dirigir a la selección argentina y aunque la posibilidad de entrenar al Inter también le seduce, lo cierto es que se siente muy a gusto en el Metropolitano, donde es amo y señor en plaza.

Participa directamente en los fichajes junto a Nicola Berta y Miguel Ángel Gil Marín y ha conseguido un status del que ha carecido cualquier otro entrenador en el centenario pasado rojiblanco. Ni siquiera Luis Aragonés tuvo nunca tanto poder.

Simeone acaba contrato en 2022

Simeone acaba contrato en 2022 y lo que quiere el club es atarle hasta 2024. De hecho Gil Marín iría mucho más allá, pero el propio entrenador es quien pone fecha de caducidad a sus nuevos contratos. Esta prórroga de dos años lleva negociándose de enero con su hermana Natalia y ahora se encuentra en su recta final. No va a haber una sustancial subida en el sueldo de Simeone, que es ya uno de los mejor pagados del mundo, pero sí que se incrementarán los bonus por objetivos.

El título cotizará más al alza que hasta ahora, sobre todo la Champions, que sigue siendo la gran espina que lleva clavada el Cholo, tras haber perdido dos finales ante el Real Madrid.

Sin embargo, con relación a la Champions, tanto el club como el propio entrenador son conscientes de que la Liga española ha perdido competitividad con respecto a la inglesa y a dos trasatlánticos del calado del PSG y del Bayern. Por ahí nadie descarta dar la campanada, pero el objetivo más realista se ciñe a la Liga española, donde sí que parece que el Atlético está en condiciones de discutirle a Madrid y Barcelona su hegemonía tradicional.

«La Liga es lo que nos da la vida», ha dicho Simeone en repetidas ocasiones y ese será su cuaderno de bitácora. La posibilidad de revalidar título y de convertirse en el primer entrenador en la historia atlético que gana tres Campeonatos mantiene especialmente motivado a Simeone.

Junto a Simeone el club negocia también la ampliación de contrato de Marcos Llorente, que finaliza en 2024, pero al que se quiere llevar hasta 2026. Llorente tiene una cláusula de 150 millones de euros que podría incrementarse ligeramente, pero donde seguro que se va a notar el salto es en su salario. El centrocampista madrileño pasará a convertirse en uno de los mejor pagados, sólo por debajo de Oblak y de Koke, y se convertirá en uno de los buques insignia del equipo.

El club valora muchísimo la polivalencia de Llorente, que con 26 años tiene todavía bastantes temporadas por delante, y que le soluciona al entrenador problemas que en otras circunstancias necesitarían del concurso de tres jugadores diferentes, ya que puede actuar en el medio centro, en el extremo o en la media punta -incluso en el lateral- ofreciendo siempre un gran rendimiento. Al igual que sucede con Simeone, la idea es hacer oficial la ampliación antes del arranque del curso 2021-22.

Al Atlético le espera una temporada frenética de despachos porque los planes del club no se detienen sólo en Simeone y Llorente. Oblak, Giménez y Lemar acaban contrato en 2023 y no se quiere perder tiempo para evitar problemas. Los tres comenzarán pronto a negociar una ampliación.