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Enorme victoria de la española (6-3, 6-1) ante una de las favoritas

Sara Sorribes barre a Osaka y se permite soñar en Madrid

Sara Sorribes superó con claridad (6-3, 6-1) a Naomi Osaka, ganadora de cuatro Grand Slams, y se clasificó para los octavos de final del Mutua Madrid Open

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  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Sara Sorribes mantiene con vida al tenis femenino español en el Mutua Madrid Open. La tenista alicantina repitió la machada y derrotó por segunda vez en su carrera deportiva a Naomi Osaka, ex número uno del mundo, cuatro veces ganadora de Grand Slam y una de las favoritas al título en la Caja Mágica. Osaka se despide porque chocó con un muro apellidado Sorribes que la barrió de la pista y presenta su candidatura a llegar muy lejos en Madrid.

El resultado final, con un marcador cerrado en 6-3, 6-1 en una hora y 29 minutos, se explica desde la estadística más impresionante de lo que llevamos de semana. Sara Sorribes cometió apenas tres errores no forzados en el partido ante una auténtica pegadora, que no sabía qué hacer para superar a la española, espoleada por el público y conocedora de la fórmula para derrotar a Osaka, que ejecutaría a la perfección.

En el último duelo entre ambas, en 2020 en la Billie Jean King Cup –Copa Davis femenina–, Sorribes ya había apalizado a Osaka con una estrategia de desgaste similar a la vista en la Caja Mágica. Un altísimo porcentaje de primer servicio y luchar cada punto fue la guía a seguir para Sara, que vería neutralizado el primer break del partido, pero no pararía hasta volver a quebrar, hasta en dos ocasiones, en un primer set que cerraba a su favor y convencía al público de Madrid de que la machada era posible.

En el segundo set Sorribes, simplemente, alcanzó la perfección. En esta ocasión fueron los dos breaks, sumados a una solidez abrumadora con el saque a favor, los que acabarían por darle un triunfo de quilates confirmado con una revisión de vídeo fallida de Osaka y la emoción de una tenista que sueña con llegar lo más lejos posible en Madrid y sostiene a la Armada desde unos octavos en los que no estarán Muguruza ni Badosa, pero sí una Sara Sorribes que quiere seguir sorprendiendo.