La penúltima bala de Solari

El crédito de Santiago Solari como entrenador del Real Madrid se está agotando. De hecho, está prácticamente sentenciado de cara al próximo curso. Al argentino le quedan dos balas: salvar la Liga este fin de semana y la Champions. El sábado tendrá ante sí una de las últimas oportunidades para salvar su futuro en el banquillo madridista, pues de ganar al Barcelona, el conjunto blanco se volvería a meter en la pelea por el título liguero, aunque siga quedando bastante lejos. De lo contrario, quedará únicamente pendiente de ganar la Champions, algo bastante complicado.

La derrota en Copa del Rey frente a los azulgranas, que provocó a la vez la eliminación de los suyos de la competición del KO, ha dejado muy tocado al entrenador, en lo que a su continuidad se refiere para el curso que viene. Ya solo dos situaciones le salvarían, revalidar la corona europea -la opción más factible, pese a la dificultad que exige- y la de ganar el campeonato liguero.

La opción de la Liga está más que complicada dadas las diferencias con el conjunto culé, pese a ello, el técnico no la da por perdida. Los blancos están a nueve puntos de la cabeza, pero este fin de semana, de ganar quedarían a seis, por lo que aún se les podría considerar aspirantes a levantar el título.

Será por tanto la penúltima oportunidad para Solari de continuar teniendo crédito al frente de la entidad. El técnico comenzó convenciendo, tras el resurgir del equipo en sus primeros partidos al frente de la primera plantilla. Los resultados en sus primeros enfrentamientos se ganó su renovación hasta 2021. El conjunto madridista mostró una gran cara con el paso de los partidos. Fue a partir de enero cuando los madridistas empezaron a enseñar su mejor imagen.

Sin embargo, tras la ida frente al Barça, el choque ante el Atlético y la visita al Ajax en Amsterdam, el equipo ha decaído. Lo sucedido en Liga frente al Girona -que frenó la escalada del equipo en Liga- y, sobre todo, la eliminación en Copa, le ha dejado pendiendo de si es capaz de reengancharse en el la pelea por el campeonato y de lo que suceda en la Liga de Campeones.