Paseo y baño en San Sebastián

El Barcelona dio un golpe sobre la mesa en su candidatura para luchar por esta Liga. Los hombres de Ronald Koeman asestaron a la Real Sociedad un duro correctivo con una contundente victoria por 1-6, en la que Messi -con un doblete-, el día que se convertía en el futbolista que más veces ha vestido la camiseta culé, volvió a brillar. El argentino hizo un gol sólo, pero desprendió una superioridad aplastante. Sergiño Dest, con un doblete, Griezmann y Dembélé hicieron el resto de tantos, mientras que Barrenetxea hizo el de la honra.

Conscientes de la sufrida victoria del Atlético por 1-0 ante el Alavés saltaron los futbolistas del conjunto azulgrana a Anoeta. Sólo valía ganar para seguir la estela del cuadro colchonero y los hombres de Ronald Koeman tenían que hacerlo en un estadio complicado y ante un duro rival: la Real Sociedad. Los donostiarras, quintos en la clasificación, también apuran sus opciones, aunque los de Imanol Alguacil lo que pretenden es meterse en unos puestos de Champions que, a falta de diez jornadas, parecen ya definidos.

Para tratar de llevarse los tres puntos de San Sebastián Ronald Koeman confió en ese once que lleva dos partidos consecutivos poniendo. Sin arriesgar con Araújo, Frenkie de Jong seguía actuando como central. Junto al holandés estaban Mingueza y Lenglet, flanqueados por Jordi Alba y Sergiño Dest en los costados. Por detrás de ellos, Ter Stegen, un seguro bajo palos, y por delante, Pedri y Sergio Busquets. Como hombres más adelantados aparecían Antoine Griezmann, Dembélé y el hombre récord: Leo Messi.

768. Un número, alto, la verdad. Pues 768 son los partidos que Messi ha defendido la camiseta del Barcelona. Una cifra, los 768 encuentros, con los que Leo ya ha superado a Xavi y se convierte en el futbolista con más choques en la historia del club. Para celebrarlo quería una victoria, y si era con gol, mejor. Y en su minuto, en el ’10’ color oro que lucía en su camiseta negra en Anoeta, lo intentó con un disparo desde la frontal del área con la mala fortuna de que le salió muy centrado y con el que no puso en apuros a Remiro.

El balón rodó en San Sebastián y, pese a que el Barcelona dominó la posesión del balón, ambos equipos se fueron a presionar lo más arriba posible. Cuando los azulgranas atacaban Isak y Portu esperaban en el centro del campo a la espera de un robo que les permitiese correr hacia la puerta de Ter Stegen. Y así llegó la primera de los locales, donde el delantero sueco aprovechó una pérdida de De Jong para llegar a línea de fondo, recortar a Mingueza hacia atrás y disparar. El guardameta alemán puso el pecho y detuvo lo que podía haber sido el primero de la Real Sociedad.

Griezmann inaugura la fiesta

Pasada la media hora de juego llegó el primero de la noche. Cayó del lado culé. Jugada que inicia Messi y que abre a Jordi Alba, el lateral la pone al área chica y Dembélé, solo, manda el balón al muñeco. El rechace le cayó a Griezmann, que hizo buena la ley del ex y celebró su cumpleaños con un tanto, y anotó el 0-1. No lo celebró el francés, aunque seguro que sí por dentro por toda esa rabia acumulada por este año y medio irregular que lleva en el Barcelona.

La Real Sociedad continuó presionando muy arriba para provocar el error en la salida del balón y esa táctica dio sus frutos. Ter Stegen se equivoca y tiene que enmendar su error deteniendo con una gran mano abajo otro disparo de Isak. Rozó el empate el cuadro txuri-urdin y acabó pagándolo minutos después. Antes del segundo tanto azulgrana el partido estuvo detenido unos minutos por una fuerte patada involuntaria de Dembélé a Zubeldia. Pero al lío, llegó 0-2 al borde del descanso. Fue obra de Sergiño Dest, que con un tiro cruzado batió a Remiro después de recoger una asistencia perfecta de Leo Messi.

Con este resultado se llegó al intermedio y a la vuelta los hombres de Ronald Koeman demostraron que no estaban conformes, querían otro. Mientras, la Real Sociedad, liderada por Mikel Merino en la medular, seguía con el mismo planteamiento. Pero si alguien dominaba sobre el verde ese era Messi. Por sus pies pasaban todas las jugadas del Barça, pero los rivales se cerraban bien por la parte central para impedirle que pudiera hacer esa jugada que tanto le gusta en la que acaba disparando desde la media luna.

Y como por el centro era imposible encontrar soluciones los de Ronald Koeman se centraron en las bandas. Pase de lujo de Pedri a Jordi Alba, que entra en el área y la pone en el segundo palo para que Sergiño Dest, otra vez, volviese a mandar el balón al fondo de la portería de Remiro. De lateral a lateral, y tiro porque me toca. Segundo tanto que regalaba el lateral izquierdo, que también cumplía años y más que recibir presentes los estaba dando él.

Messi lidera el paseo

Y sin casi haber acabado de celebrar el 0-3, llegó el 0-4. Como si nada. Sólo hizo falta un pase medido de Busquets a Messi, que le gana la espalda a la zaga donostiarra, y forzado mete la punta de su bota izquierda, esa de un valor incalculable, para superar a Remiro. No se había ni cumplido la hora de juego y lo que iba a ser un partido de lo más complicado para el Barcelona estaba ya más que decidido. Y llegó el quinto, pero fue anulado por un milimétrico fuera de juego. Pase al hueco de Messi a Dembélé, que tenía adelantada su uña, para que se plantase solo y con un disparo cruzado y duro viese portería. Tras la revisión del VAR, se decidía que sí, que por poco estaba en posición antirreglamentaria.

Y con la victoria en la palma de la mano llegó el turno de los cambios. Ilaix Moriba y Ronald Araújo saltaban al verde para ocupar los puestos de Pedri y Sergio Busquets. En el 70′ llegó el 0-5, otra vez obra de Dembélé y este sí subió al marcador. Agarró el cuero en la medular y nadie le presionó, corrió y al penetrar en el área cruzó el disparo con su pierna izquierda y ahora sí tenía vía libre para festejar el ansiado gol. Estaba rota y devastada la Real Sociedad ante semejante repaso que le estaba dando el Barcelona.

Pero en el 77′ todavía quedaba un futbolista con ánimos. Ese era Ander Barrenetxea, una de las joyas de la cantera txuri-urdin. Jugadón que se marcó el joven futbolista antes de sacarse un latigazo desde la frontal que entró por la escuadra de Ter Stegen. Con el 1-5 entró Braithwaite al verde sustituyendo a Dembélé, como también lo hicieron minutos después Trincao y Riqui Puig por Dest y Griezmann. Al que no movieron del campo fue a un pletórico Leo Messi, que volvió a ver portería para poner el 1-6 final y liderar así la victoria de los suyos en la noche en la que continuaba agrandando su leyenda como azulgrana en un partido en el que el Barcelona se paseo y dio un baño en San Sebastián.