Ceferin sigue bañándose en ‘petrodólares’: amplia su millonario acuerdo con Gazprom

La UEFA ha alcanzado un acuerdo con la mayor empresa de Rusia, Gazprom, para ampliar su colaboración a niveles extremos. La compañía energética, que ya era patrocinador de la UEFA Champions League, se convertirá en patrocinador principal de las dos próximas Eurocopas, así como también en las dos siguientes Ligas de las Naciones firmando un vínculo hasta 2024. Además de los grandes torneos, el pacto incluye el patrocinio de la fase final de la Champions League de fútbol sala y de la Youth League, también hasta 2024.

Los términos económicos del acuerdo no han sido desvelados, aunque el montante promete ser histórico por una operación en la que el gigante ruso asegura su presencia en todos los eventos UEFA mostrando así su apoyo al presidente de la organización, Aleksander Ceferin. El esloveno vivió momento complicados con la creación de la Superliga, pero con esta lluvia de millones espera poder contentar a todas las partes implicadas del fútbol europeo.

Ceferin nunca ha ocultado una relación de cercanía con Rusia y todo su entorno. Desde sus primeros pasos en el bufete familiar, el abogado ha mantenido grandes vínculos con este país hasta el punto de llegar a dar la cara por ellos cuando la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) exigió vetar la sede de la Eurocopa a San Petersburgo, curiosamente la ciudad donde se encuentra la sede central de Gazprom.

La petición de la AMA se basaba en una medida contra Rusia por haber proporcionado datos manipulados siendo colaborador de un presunto dopaje masivo entre sus deportistas. Ceferin se puso de perfil ante esa petición e incluso alabó cómo el país presidido por Vladimir Putin llevó a cabo el Mundial 2018. «Fue organizado perfectamente y estoy seguro de que sois capaces de organizar los mejores eventos», dijo.

En la última temporada, la UEFA retrocedió hasta los 407,6 millones en ingresos por patrocinios por culpa del impacto de la pandemia. Ceferin espera que jeques y oligarcas puedan ayudarle a reconducir la latente crisis del fútbol europeo, aunque estas amistades peligrosas sean vistas mal por muchas instituciones.