Apelación desestima el recurso de Osasuna por la alineación indebida de Iñigo Martínez

El Comité de Apelación de la Federación Española de Fútbol ha desestimado el recurso de Osasuna por la alineación indebida de Iñigo Martínez en el partido de Liga que les midió al Barcelona el pasado mes de marzo. Para Apelación, como ya ocurrió con el de Disciplina, la alineación del central del Barça es totalmente legal y no hay motivo para la ilegalidad.

El asunto se remonta al Barcelona – Osasuna de Liga que se disputó a finales del mes de marzo. Iñigo jugó con el Barcelona ese encuentro, pero Osasuna entendía que no podía disputar ese encuentro porque había sido baja con la selección española en los días previos. Defendían lo puesto por el reglamento FIFA, pero es verdad que en ese mismo texto se especifica que sí se puede si la selección nacional -en este caso España- comunica la baja del jugador, como fue en este caso.

En el partido ante Osasuna, Iñigo Martínez fue titular, por lo que el equipo navarro recurrió, aunque el Comité de Disciplina rechazó el recurso. Osasuna siguió con sus recursos y fue a Apelación, donde ahora tampoco le dan la razón. Por lo tanto, no hay alineación indebida del Barcelona y el resultado de ese partido se mantiene tal y como quedó: 3-0.

Según el conjunto navarro, el Barça vulneró el artículo 5 del Anexo I del Reglamento del Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA, que establece que un jugador que no se incorpora a la convocatoria de su selección por razones médicas, o la abandona, no podrá disputar encuentros con su club durante los cinco días naturales posteriores al fin del periodo internacional.

El mismo día que la RFEF confirmó la baja de Iñigo Martínez también se comunicó la desconvocatoria de la selección por motivos médicos de Marc Casadó y Bryan Zaragoza, aunque este último se incorporó a la concentración España para ser evaluado por sus servicios médicos.

«Si un jugador no acude o se retira de la convocatoria de una selección, no puede jugar con su club durante los cinco días posteriores al último partido de la ventana internacional», dice el reglamento de FIFA, pero establece una excepción: «A menos que la federación nacional libere expresamente al jugador».