Alcaraz pisa el acelerador ante Dimitrov y ya está en cuartos de París-Bercy

Carlos Alcaraz ya está en cuartos de final del Masters 1000 de París-Bercy. El número uno del mundo, que llegará como tal a las ATP Finals, superó a Grigor Dimitrov por la vía rápida (6-1, 6-3) en un encuentro que circuló a mil revoluciones y que, aunque amenazaba a paliza por parte del español, acabó contando incluso con un susto por parte del veterano. Carlitos, mucho más suelto y agresivo, se repuso y rompe, en menos de hora y cuarto, la barrera de octavos en el torneo parisino y saca un billete que le deja a sólo tres victorias de asegurarse en lo más alto del ranking hasta final de temporada.

Los octavos de final del Masters 1000 de París-Bercy representaban, antes del inicio del torneo, una oportunidad para Carlos Alcaraz para confirmar su condición de número uno de cara a su penúltima cita de la temporada, las ATP Finals. El murciano cumplió con su cometido al vencer en su estreno a Yoshito Nishioka, pero la derrota de Rafa Nadal a manos de Tommy Paul le completaba los deberes antes incluso de saltar a pista.

Con todo, el objetivo es ganar en París y el siguiente escollo era Grigor Dimitrov, uno de los clásicos del circuito, con calidad como el que más pero también con una sobresaliente capacidad para la desconexión. Hábil para jugar al juego del todo y la nada, Alcaraz, que nunca se había enfrentado al búlgaro en su todavía corta carrera profesional, lo experimentaría minutos después.

Lo primero que pasó en el encuentro fue un break de Carlos, que salió como un auténtico terremoto a la pista central del complejo parisino. Dimitrov estaba en el centro del torbellino y comprobaba cómo las cosas que sucedían eran paranormales, pero todas iban en su contra. Estaba sacando relativamente bien, pero con un cuarto de hora de juego pasado, ya tenía dos roturas en su contra, la última de ellas a la que hay que darle mucha culpa al jugador búlgaro, que se relajó con todo a favor y lo acabó pagando.

Exhibición de Carlitos en París

Mucho más cómodo en los apoyos y, por ende, dando rienda suelta a la potencia de piernas y brazos que le hacen diferencial, Alcaraz continuó firme en su objetivo y selló el primer set por un clarísimo 6-1, en menos de media hora de juego. Tenía prisa el chaval, mientras Dimitrov se sentaba en la silla en busca de respuestas.

Tampoco las encontraría el tenista de Haskovo en el comienzo del segundo set. Un nuevo juego con todo a favor al servicio se tornaría en remontada de Carlos, quien por el camino ya había dejado algunos golpes marca de la casa, que parecen más de mago que de tenista. Por algo es el número uno, pero por algo tiene también 19 años. Alcaraz viviría un momento de relajación con 6-1 y 3-0, partido finiquitado pensarían muchos, que dejó un resquicio para que sobresaliera la calidad de Grigor, quien de un plumazo igualaba la contienda y volvía a meterse, al menos de forma moderada, en la lucha por el encuentro.

Susto y victoria de Alcaraz

Había fallado Carlos, fruto de un despiste, y Dimitrov lograba volver a asustarle con una nueva pelota de break que, esta vez sí, podía neutralizar el murciano para poner el 4-3 favorable en el luminoso. Rota la racha, pasado el susto, tocaba respirar y ganar por segunda vez un partido en el que todo pasaba muy rápido, quizá demasiado. Lo mejor en estos casos es cerrar la función cuanto antes y Alcaraz se tomó a pecho la lección. Con un nuevo juego de mérito al resto, quebró por quinta vez el servicio de Dimitrov y en apenas hora y cuarto, selló, esta vez sí de forma definitiva, su pase a cuartos de final del Masters 1000 de París-Bercy.