Alcaraz gana sin disfrutar en una maratón ante Thompson

Cuando las cosas no salen como uno quiere, lo realmente importante es sacar adelante el trabajo. Carlos Alcaraz, en un nuevo día de mucho sufrimiento y poca satisfacción con su juego, pudo llevarse la victoria de su estreno en el Masters 1000 de Cincinnati. Derrotar a Jordan Thompson, número 55 del ranking ATP, le costó a Alcaraz algo más de tres horas y mucha frustración consigo mismo, pero finalmente, el triunfo pasa a su bolsillo y con él, el pase a una tercera ronda en la que seguir mejorando.

El resultado final, 7-5, 4-6, 6-3, demuestra a las claras que el encuentro fue igualadísimo, mucho más de lo que podíamos entrever en la previa, y a ello ayudó el nivelazo de Thompson, que desequilibró la comodidad de Alcaraz atacando cada pelota y subiendo a la red, pero también la irregularidad del número uno, frustrado con sus oportunidades fallidas y una falta de continuidad manifiesta con la derecha que debe subsanar pronto –a buen seguro que lo hará–, ya que le viene acompañando en toda la gira previa al US Open.

Fue un partido de constantes altibajos, con un Thompson de ideología tenística marcada y basada en el ataque constante para no dejar respirar a Alcaraz. Los efectos del australiano y sus subidas a la red se convirtieron en un laberinto para el español del que pudo salir, remontando y a duras penas en el primer set, parón por lluvia incluido, pero que no solucionó en un segundo parcial que marchó empatado hasta que Jordan desniveló la balanza en un juego desconocido del número uno. Ya en el tercero, rabioso desde el inicio, Alcaraz hizo de la ira virtud y tras quebrar de inicio, mantuvo sin alardes su ventaja para acabar llevándose el triunfo.

Ni en el segundo set que se le escapó con una rotura postrera de Thompson, ni en los dos ganados, Alcaraz se sintió cómodo sobre la pista, si bien en el tercero sí vimos retales de un dominio y una determinación que permiten ser moderadamente optimistas con las andaduras de Carlos en esta semana en Cincinnati. En el debe del español, más allá de su propio juego o los enfados que volvió a mostrar consigo mismo, las tres horas que gastó para superar su encuentro de segunda ronda, sobre todo con duelos en el horizonte como el que vivirá el jueves en octavos ante Ugo Humbert o, lo que sería más probable, su verdugo en Toronto, Tommy Paul.

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— Tennis TV (@TennisTV) August 16, 2023

Alcaraz, con mucho margen de mejora

Carlos contará ahora con un día de descanso en el que, valga la redundancia, descansar bien –su partido acabó a la 1:00 hora local– y afianzar conceptos de cara a afrontar los encuentros venideros en la que es su última prueba antes del US Open. Le queda mucho por mejorar, sobre todo en golpes claves como el servicio, que fue atacado una y otra vez por Thompson, o su devastadora derecha, pero el talento está de su lado y Alcaraz debe pensar en ello, y en una victoria importante en lo mental en su debut, para darle la vuelta al bache de juego que vive, seguramente por primera vez en todo el año.