El verano es una época del año que invita a disfrutar del aire libre, las vacaciones, los viajes y los encuentros sociales. Sin embargo, también puede ser un periodo desafiante para nuestro sistema digestivo. Las altas temperaturas, los cambios de rutina, una alimentación menos equilibrada y el aumento del consumo de comidas fuera de casa pueden alterar nuestra salud digestiva si no tomamos algunas precauciones. Cuidar el sistema digestivo durante el verano es fundamental para sentirnos ligeros, con energía y evitar molestias como hinchazón, acidez, digestiones pesadas o incluso infecciones gastrointestinales.
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Hidratarse constantemente
Uno de los principales enemigos del sistema digestivo en verano es la deshidratación. Las altas temperaturas hacen que perdamos líquidos más rápidamente, lo que puede afectar el tránsito intestinal y favorecer el estreñimiento. Beber al menos dos litros de agua al día ayuda a mantener una digestión fluida y a eliminar toxinas. También puedes incluir infusiones frías, caldos ligeros o frutas ricas en agua como la sandía, el melón o el pepino.
Cuidado cons los excesos alimenticios
Durante el verano es común comer en exceso, sobre todo alimentos grasos, fritos, azucarados o muy procesados. Estos pueden ralentizar la digestión y provocar sensación de pesadez. Trata de mantener una alimentación equilibrada, priorizando frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras como pescado, pollo o legumbres. Evita las comidas muy copiosas y opta por porciones más pequeñas distribuidas a lo largo del día.
Presta atención a la higiene alimentaria
El calor favorece la proliferación de bacterias, por lo que es fundamental extremar las medidas de higiene en la manipulación y conservación de los alimentos. Evita consumir productos que hayan estado mucho tiempo fuera del refrigerador, especialmente lácteos, carnes y mariscos. Si comes fuera de casa, elige lugares que mantengan buenas condiciones sanitarias. Además, lava bien frutas y verduras antes de consumirlas.
Modera el consumo de alcohol y bebidas gaseosas para evitar la hinchazón
El verano invita a tomar cervezas frías, cócteles y refrescos, pero el exceso de estas bebidas puede irritar el estómago, causar acidez o hinchazón abdominal. Además, muchas bebidas alcohólicas y azucaradas pueden favorecer la deshidratación. Lo ideal es alternarlas con agua o bebidas naturales como zumos recién exprimidos, agua con limón o infusiones digestivas como manzanilla, menta o anís.
Mantenerse activo y en movimiento
El sedentarismo ralentiza el tránsito intestinal, lo que puede causar molestias digestivas. Aunque el calor puede restar energía, intenta mantenerte activo con caminatas al atardecer, natación o ejercicios suaves. El movimiento estimula el sistema digestivo y ayuda a prevenir el estreñimiento.
