Hay marcas elegantes, otras llamativas, clásicas también, así como alternativas. Pero, ¿marcas que transmiten? Podríamos contarlas sin equivocarnos. Por ello, cuando encontramos marcas con historia, con valores y misión, con objetivos y ganas de transmitir, con pasión… No podemos dejar marchar la oportunidad de conocerlas de cerca. Algo así me ocurrió con Morrison Shoes, una marca que, con tan sólo echar un vistazo, te das cuenta de que tiene mucho que contar.
Morrison nace con la misión de inspirar a la gente a buscar su pasión y hacerlo diferente al resto y en el camino ser acompañados por personas que también se intentan diferenciar, que también se están dedicando a su pasión: músicos, artistas, tatuadores… Morrison es mucho más que una marca de zapatillas. Así nos lo cuentan Pablo Recuenco y Álvaro Patón, dos de los tres fundadores de Morrison Shoes. No te pierdas la entrevista completa y ¡DALE AL PLAY!
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Morrison, las zapatillas que inspiran
Morrison Shoes es un proyecto de tres amigos nacidos en 1990, Pablo Recuenco (CEO), Álvaro Patón (CFO) y Álvaro Rodríguez (director de Producto). La empresa nace en 2016 a partir de un crowdfunding y un e-commerce.
«Fundamos Morrison para inspirar a la gente a buscar su pasión y hacerlo diferente al resto, que en definitiva también es un poco la misión que tuvimos nosotros al emprender. Sabíamos que había una inquietud dentro de nosotros que era el emprendimiento y decidimos renunciar a todo para luchar por ello, esto es lo que intentamos aportar como marca».
Gracias al apoyo de todas las personas que creyeron en su proyecto, consiguieron recaudar más de 150.000 euros en su campaña de crowdfunding para financiar su proyecto sin haber fabricado ninguna zapatilla.
«Actualmente, en el mundo de la sneaker hay una sobresaturación de marcas y sabíamos que, o veníamos a aportar algo diferente, o era muy difícil que fuésemos a tener futuro en este sector. El resultado es un producto muy diferente a lo que hay en el mercado. Ves una Morrison en la calle y sabes que son unas Morrison y eso es algo muy importante para nosotros. Y a la hora de comunicar o con qué clase de perfiles nos gusta trabajar, nos asociamos a esa clase de personas que también se intentan diferenciar, que también se están dedicando a su pasión: músicos, artistas, tatuadores, toda esa clase de gente que a nosotros nos inspiró para iniciar este proyecto».
«Morrison nació para inspirarte a buscar lo que te apasiona y hacerlo a tu manera, con actitud y sin seguir los caminos convencionales»
En la actualidad, esta marca vende en más de 10 países y cuenta ya con tres tiendas propias en España, dos en Madrid y una en Sevilla, y tiene presencia en más de 400 puntos de venta multimarca y superficies de media Europa.
«Morrison es una marca de zapatillas que poco a poco se va transformando en algo un poco más grande, estamos ya entrando también en la línea de convertirnos en una marca global, también de ropa».
Para los fundadores de Morrison, el diseño de las zapatillas fue lo más importante a la hora de desarrollar el proyecto. «Cuando empezamos con la marca le dedicamos básicamente unos seis meses al diseño del producto. Por lo cual, muy al inicio, cuando todavía no éramos capaces de transmitir esos valores de marca, tal y como lo hacemos ahora, buscábamos un faro. Para nosotros eso tenía que ser Morrison, fue una obsesión por tener un producto icónico, un producto reconocible, que fuese diferente a lo que hay en el mercado. Y ese fue el inicio de la diferenciación de Morrison como marca. A día de hoy tenemos un producto reconocible, icónico y diferente. Y esa búsqueda del faro, ese claim de marca que potencia lo que somos, que potencia lo que perseguimos y que hace que la gente se sienta identificada con nosotros como marca».
«Queremos ser la marca de zapatillas española en el mundo y llevar el faro hasta el último rincón del planeta»
Pero, ¿por qué Morrison? «A la hora de elegir el nombre pusimos varios requisitos. En primer lugar, que fuese una única palabra, que no tuviese más de tres sílabas para hacerlo ágil, que se pronunciase igual en todos los idiomas occidentales, porque teníamos una vocación internacional desde el nacimiento de la marca y sabíamos que íbamos a ser una marca global. Y por último, era muy importante que nuestras abuelas supiesen leerlo, es decir, que se pronunciase igual que se leía. También queríamos que el nombre recordase un poco a motos, a playa, a música, un poco a los elementos con los que íbamos a trabajar nosotros a nivel de comunicación. Y bueno, pues con toda esa coctelera después de cuatro o cinco meses soltando nombres y que no nos cuadrase ninguno, surgió Morrison y nos encajó a los tres muchísimo. Fue como un flechazo».
Y aunque para Morrison las zapatillas sean su corazón, con los años se ha expandido hacia territorios textiles y de accesorios. «A nivel desarrollo, de la parte de clothing y accesorios, es uno de los grandes retos que tenemos para los próximos años. Llevamos ya tres colecciones muy sólidas. En tiendas físicas representan 50% de las unidades vendidas. O sea que para ser una marca cuyo corazón son las zapatillas, que tengamos ese peso en ropa y accesorios, es muy importante.
Creemos que es fundamental seguir haciendo lo que funciona dentro de Morrison, pero ir introduciendo nuevas líneas que nos permitan captar nuevos públicos y que también nos permitan que los clientes actuales puedan ir cogiendo nuevos productos».
Pablo y los Álvaros, como ellos mismos se llaman, tienen claro su objetivo: convertirse en la marca española de zapatillas en el mundo. «Todas las decisiones que tomamos se filtran por esa premisa. Nuestra misión es seguir haciendo marca, seguir potenciando mucho el mensaje y la historia que hay detrás de la marca, por encima del producto, porque el producto viene y va y también hay modas y actualizamos mucho el catálogo. Pero yo creo que lo más importante es que tengas una historia que contar, que puedas aportar algo a tu cliente».
¿Y cuál consideran que es el secreto del éxito? ¿Cómo han llegado hasta aquí? «Para nosotros el secreto del éxito es tener una idea clara, un compromiso y la determinación de llegar hasta el final. Yo creo que este juego del emprendimiento no va de quién es el más listo, el más inteligente, ni siquiera el que más pasta tiene, sino el que más claras tiene las ideas y el que más capacidad de superar obstáculos tiene para cumplir su objetivo y su sueño. Si tienes una pasión y de verdad quieres conseguirla, tienes que poner todo de ti, superar todos los obstáculos para llegar hasta el final».
