La vivienda que hoy te enseñamos escapa quizás a cualquier realidad, al menos, de momento. Se trata de un diseño conceptual y experimental de una villa costera integrada dentro de un fastuoso acantilado. Una casa espiral que quita el sentido y que invita sin lugar a dudas a soñar alto y a disfrutar de la inmensidad del mar verde esmeralda en el que se asoma. Acompáñanos a perdernos en sus sinuosas formas. Porque soñar, es gratis.
La idea principal del proyecto fue desde el primer momento desafiar la forma estándar de abordar el diseño funcional de una casa . El programa arquitectónico de la Casa Espiral se organiza a lo largo de un espacio extendido en forma de corredor donde cada una de las habitaciones sirve como pasaje y como función básica de la casa. El piso de abajo esta villa costera comienza con los espacios menos privados, se traslada a las funciones diurnas y termina con el dormitorio principal, coronado por una terraza abierta a la inmensidad del mar ubicada, en la torre.
Este proyecto se debate entre el deseo de que sea posible y las limitaciones que aún se encontrarían a la hora de construirlo. Los que lo idearon, lo sitúan en algún punto costero de Estados Unidos sin determinar para, de alguna manera, dejar volar aún más la imaginación. Algunos de los colores de los materiales que se presentan en los renders se mimetizan con el paisaje rocoso pero otros, destacan vibrantes. El marco de la casa está hecho de acero inoxidable y módulos de madera que sirven no solo como elemento estructural sino también como componente de fachada.
Recorrer su imponente estructura supone embarcarse en un viaje ta través de una tipología diferente de espacios hundidos dentro de una estructura externa homogénea. Cajas de colores, escondidas debajo de la superficie de la casa, crean una sutil impresión de arcoíris que se puede experimentar tanto desde el interior como desde el exterior de la estructura.
