Logra sobrevivir un bebé que nació con 283 gramos de peso

Hace unos días te dimos a conocer en BabyAffinity que se había producido un auténtico milagro en China, la “resurrección” de un bebé cuando estaba a punto de ser incinerado, tras haberse certificado su muerte. Pues bien, hoy nos hemos levantado con otro feliz y sorprendente acontecimiento que también tiene como protagonista a un recién nacido. En concreto, lo que se ha dado a conocer es que un pequeño que nació con sólo 283 gramos de peso ha logrado sobrevivir.

El origen de los hechos

Para poder conocer el origen de lo ocurrido tenemos que retrotraernos en el tiempo, algo más de un año. Y es que fue entonces cuando Megan Smith descubrió que estaba embarazada. Una noticia que le llenó de felicidad y de ilusión, pues había soñado desde hacía mucho tiempo con ser madre.

Sin embargo, esa alegría desbordante se vio empañada cuando a la mujer se le diagnosticó un cuadro de hipertensión, que la obligó a permanecer desde ese mismo momento en cama. Pero esa medida, unida a los pertinentes controles médicos, no fue suficiente. Así, a las pocas semanas sus doctores tuvieron que tomar una decisión de urgencia.

La pequeña

Catorce semanas antes del momento previsto para el nacimiento, lo que sucedió es que, tras realizar una ecografía, vieron que el bebé que venía en camino no se movía. Por eso, a la desesperada, sometieron a Megan a una cesárea.

Afortunadamente, la pequeña nació con vida, pero todo hacía sospechar que quizás no pudiera resistir mucho tiempo fuera del vientre de su madre. Y es que sólo pesaba 283 gramos.

Sin embargo, el equipo de médicos del Hospital de Charlotte, en Estados Unidos, que se hicieron cargo de su caso se pusieron a trabajar y a ofrecerle todos los cuidados necesarios para que la niña, E´Layah Faith Pergues, pudiera sobrevivir.

El presente y el futuro

Cinco meses es el tiempo que la protagonista de esta historia ha permanecido ingresada en el citado centro sanitario, concretamente dentro de una incubadora. Así se ha podido conseguir que se desarrolle de manera sana y que crezca sin contratiempos.

Hoy nos hemos despertado con la noticia de que la bebé por fin ha podido abandonar el hospital y ya se ha marchado a su casa para comenzar una nueva vida junto a sus padres. Allí ha sido recibida con alegría desbordante e ilusión por toda su familia, a la que todavía le cuesta creer que, a pesar de nacer tan pequeña, haya luchado y haya sacado coraje de donde no lo tenía para aferrarse a la vida. De esta manera, lo ha manifestado su mamá, que no ha dudado en declarar que “ha sido un largo viaje y estamos deseando pasar a un nuevo capítulo”.

No obstante, eso no significa que E´Layah no tenga ya que dejar de lado sus cuidados especiales, todo lo contrario. Aunque ya está en su hogar y va a tener una vida lo más normal posible, los doctores que han llevado su caso han dado a conocer que continuará con un tratamiento basado en grasa, proteínas, vitaminas, electrolitos y azúcar. Elementos todos estos que se consideran que son los más adecuados para seguir contribuyendo a que la pequeña pueda lograr ganar más peso, a que consiga que sus órganos maduren de la forma correcta y a que pueda estar protegida ante la aparición de posibles infecciones.

Por el momento, parece que todo va por buen camino y que la niña está mejor que nunca. Buena muestra de eso, además de recibir el alta en el hospital, es que, como sus padres reconocen, no para. Está siempre moviéndose, llena de energía e intentando descubrir todo lo que tiene a su alrededor.

Rompiendo estadísticas

El caso de esta pequeña estadounidense se puede considerar un auténtico milagro, más aún si tenemos en cuenta que ha sobrevivido a pesar de que las estadísticas no le daban demasiadas esperanzas. Y es que esas vienen a dejar patente que sólo un 40% de los bebés que nacen con un peso de 500 gramos logran salir adelante, disminuyendo proporcionalmente ese porcentaje en relación a si el peso es menor al citado.

No obstante, E´Layah no es la única pequeña que ha logrado sobreponerse a la situación. Así, por ejemplo, en 2010 se produjo también el nacimiento en Gotinga (Alemania) de un varón con sólo 275 gramos de peso. De ahí que recibiera el “título” del recién nacido más ligero del mundo.

Problemas de salud de su madre fueron los que hicieron que tuviera que provocarse el parto y que el niño viniera al mundo antes de tiempo, lo que hizo que precisamente su peso y su tamaño, 27 centímetros, no fueran los más adecuados para sobrevivir. Pero lo consiguió y, cuatro meses después de permanecer ingresado en el hospital, consiguió comenzar un nuevo camino en su hogar y junto a su familia.