Sóller, el pueblo mallorquín en la Sierra de Tramuntana que tienes que visitar

Sóller es un pueblo de Mallorca situado en la Sierra de Tramuntana, esta isla no es solo sol y playa también hay enclaves rurales de lo más especiales. Mallorca tiene pueblos maravillosos por descubrir, una escapada de fin de semana es la excusa perfecta para llegar a un lugar que estará cargado de buenas sensaciones. Sóller es uno de los pueblos más conocidos que no podrás dejar de visitar una y otra vez en tus viajes a una isla de Mallorca que en la Sierra de Tramuntana tiene este pequeño tesoro.

El pueblo mallorquín en la Sierra de Tramuntana que tienes que visitar es Sóller

 

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Este pueblo mallorquín está considerado uno de los más bonitos de España, no es casualidad que los visitantes se entreguen a él. Un paisaje espectacular con la Sierra de Tramuntana de fondo, una historia apasionante detrás y una gastronomía de excepción son las mejores cartas de presentación de este lugar.

Sóller destaca por ser un pueblo de Mallorca que es imposible no visitar, con un núcleo histórico que nos trasladará a otra época. Las islas siempre han sido lugar de fusión de distintas culturas, Mallorca es una joya del Mediterráneo en la que nos podemos perder para conocer un poco más de nuestra historia.

De hecho, el nombre de este pueblo mallorquín es de origen árabe. Sóller procede de la palabra ‘suliar’, que significa cuenco dorado. Rodeado de un fértil valle de naranjos, recibe este nombre por el color de una tierra y de unas plantaciones que son la principal puerta de entrada y de abundancia de este pueblo de Mallorca.

Palacios de influencia francesa se alzan después del dominio árabe y de la reconquista española, pero no están solos, también hay otras maravillas arquitectónicas. En Sóller tenemos una buena representación de arquitectura modernista. Una de las joyas de la influencia catalana del lugar. Del barroco al modernismo este pueblo tiene mucho que ofrecer a través de sus iglesias y edificios con mucha historia.

La Sierra de la Tramuntana es un espectáculo natural por sí sola, merece la pena viajar hasta Sóller o alguno de los pueblos de la zona para poder disfrutarla. Largas caminatas fuera de este núcleo histórico tan rico, acabarán de convertirse en la visita perfecta a una isla de Mallorca que tiene más activos que el sol y la playa, Sóller es el ejemplo más claro de su grandeza natural e historia.