PP y Vox dan el primer paso para acabar con la Diada independentista impuesta por Armengol y sus socios

El Gobierno insular de Mallorca del PP y Vox ha dado el primer paso para recuperar la tradicional Diada del 12 de septiembre y acabar con la fiesta independentista de los días 30 y 31 de diciembre que impuso el pacto de izquierdas formado por el PSOE de Armengol y sus socios de Podemos y Més per Mallorca. La Diada de Mallorca se celebraba tradicionalmente el 12 de septiembre para conmemorar la concesión de la Carta de Privilegios y Franquezas del Reino de Mallorca en 1276 por parte del rey Jaume II pero en 2016 el pacto de izquierdas decidió trasladar la fiesta al 31 de diciembre en su afán de reivindicar la existencia de los Països Catalans.

El PP y Vox han defendido siempre que la Diada de Mallorca debe celebrarse el 12 de septiembre -así figura en el acuerdo de gobierno- pero este año no habido tiempo material para el cambio de fecha. Aun así el Consell de Mallorca ha decidido organizar un acto simbólico el próximo día 12 ante el tremendo enfado de los independentistas de Més, que ya han anunciado que no participarán.

Con motivo de la conmemoración del otorgamiento de los privilegios del reino de Mallorca, una especie de Constitución, el Consell expondrá la próxima semana el pergamino original del 12 de septiembre de 1276, que acredita la confirmación de los derechos del reino de Mallorca por Jaume II.

En concreto, el pergamino estará expuesto los días 12 y 13 de septiembre de 10.30 a 19.00 horas en el Palau del Consell de Mallorca.

El el acto de conmemoración del otorgamiento de los privilegios del reino de Mallorca arrancará a las 09.00 horas del próximo martes en la sede del Consell con la exposición del pergamino real. Seguidamente, a las 10.00 horas, se desarrollará una ofrenda floral al sepulcro del rey Jaume II, encabezada por el presidente de la institución insular, Llorenç Galmés.

«Es una joya histórica que queremos que conozcan todos los mallorquines para saber que el 12 de septiembre de 1276 se confirmaron los derechos y privilegios para todos los ciudadanos. De hecho, queremos agradecer al Govern y al archivo del Reino de Mallorca esta cesión, porque es un documento exclusivo que nunca antes había salido de sus instalaciones para garantizar su conservación; es un documento único», ha valorado el conseller insular de Presidencia, Antoni Fuster.

El rechazo de Més

Al respecto de la exposición, el portavoz de Més per Mallorca en el Consell, Jaume Alzamora, ha confirmado este miércoles que los cuatro consellers de la formación declinan participar en lo que han tildado de «simulacro» de Diada que el actual equipo de gobierno ha organizado el próximo 12 de septiembre.

Alzamora ha remarcado que el presidente de la institución insular, Llorenç Galmés, ha tenido que recurrir a «subterfugios» para hacer la celebración, «ya que contraviene los acuerdos adoptados por la misma institución que oficialmente ha declarado la fiesta el día 31 de diciembre».

Fu en el año 2016 cuando el Consell gobernado por el pacto de izquierdas y bajo la presidencia de Miquel Ensenyat, de Més per Mallorca, decidió el traslado de la fiesta al 31 de diciembre como reivindicación de los  Països Catalans. Se hizo coincidir la Dida con la Festa de l’Estendard, considerada la celebración de carácter civil más antigua de Europa.

La Festa de l’Estendard que conmemora la entrada en Palma de las tropas del Rey Jaime I en Palma (1229). Es una tradición que desde el siglo XIII conservaba toda su esencia y se mantenía al margen de cualquier reivindicación de carácter político. Por su antigüedad y autenticidad la fiesta fue protegida como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial. En ningún caso era una Diada independentista.

Con el traslado de la Diada de Mallorca al 31 de diciembre, el pacto de izquierdas prostituyó la Festa de l’Estendard para convertirla en un acto independentista a imagen y semejanza de la Diada de Cataluña.

Como previa a los actos oficiales de la Festa de l’Estendard, el 30 de diciembre se celebra la manifestación independentista que en 2022 se centró en reclamar el regreso del fugado rapero Valtonyc. La marcha, que resultó un fracaso de asistencia, contó con la presencia de los principales dirigentes de Més per Mallorca, que eran socios de gobierno de  Francina Armengol. Se corearon cánticos y eslóganes a favor de la independencia de los Països Catalans.

El escaso respaldo a esta marcha que recorrió las calles del centro de Palma bajo el eslogan Lluitem pel nostre futur. Construïm una Mallorca lliure (Luchemos por nuestro futuro. Construimos una Mallorca libre) puso de manifiesto el flojo gancho social del independentismo mallorquín que ha ido cosechando año año tras un progresivo descenso de manifestantes. En 2022 el acto reunió  a 300 personas frente a las más de 6.000 que participaban en esta convocatoria años atrás.