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Los policías de Formentera ante la crisis migratoria: «Es insostenible para una isla tan pequeña»

"Restaurantes y bares de toda la vida que nunca habían sufrido un robo ni nada parecido, han sido atacados con hechos delictivos"

Formentera, que tiene el 1% de la población balear, ha recibido un centenar de inmigrantes irregulares

Los menas siguen dejando su huella en la pequeña isla de Formentera. Este jueves 30 de enero robaron el móvil a una niña de sólo 13 años nada más salir del colegio. Estos hechos forman parte de una cadena de sucesos que la población de la Pitiusa menor viene ya denunciando desde hace tiempo.

La propia Policía Nacional denuncia a OKDIARIO que «los compañeros de Formentera están ya muy cansados». La situación es insostenible para una isla tan pequeña que se ha visto invadida por un centenar de inmigrantes ilegales llegados en patera.

«Restaurantes y bares de toda la vida que nunca habían sufrido un robo ni nada parecido, en los últimos años, por la llegada masiva de inmigrantes irregulares, han sido atacados con hechos delictivos que por desgracia ocurren en repetidas ocasiones». Son palabras de policías que viven el día a día de lo que sucede en Formentera.

Los agentes que trabajan en la Pitiusa menor, cuya población censada es de poco más de 11.000 habitantes, denuncian que «la clase política no quiere ver el problema y menos poner soluciones», declaraciones que refrendan hasta dónde llega el hastío del personal que debe lidiar con los mayores conflictos que acechan a la isla.

«Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Baleares venimos reclamando el aumento de catálogo de los guardias civiles en las Islas Baleares y denunciando a su vez, el aumento exponencial de los últimos años de la entrada irregular de personas extranjeras en nuestras islas», reza el comunicado que la AUGC en las Islas ha expuesto en sus redes sociales.

La llegada de estos inmigrantes ilegales a lo largo de 2024 y el presente año ha puesto en jaque a la isla, y en concreto a la capital, Sant Francesc, que todavía conservaba cierta tranquilidad, hasta ahora. Los vecinos tienen miedo de dejar a los niños solos en las plazas y parques infantiles y de que entren a robar en sus casas.

En Navidad ocho menas lanzaron un petardo a una anciana y la semana pasada los inmigrantes la tomaron con otro menor de 12 años de Sant Francesc, al que robaron, provocándole un ataque de ansiedad.

Formentera quiere devolver las competencias

El Consell de Formentera ya manifestó el pasado mes de septiembre su intención de devolver al Govern balear las competencias de tutela de menores extranjeros no acompañados ante la oleada de menas llegados en patera a la pequeña isla Pitiusa y la imposibilidad de afrontar el gasto económico de su cuidado y sustento, que ascenderá este año a la quinta parte del presupuesto de la institución insular.

La razón para iniciar los trámites para devolver las competencias en materia de menores a la Conselleria de Asuntos Sociales y Familia del Ejecutivo autonómico es básicamente económica: el coste de la tutela de los 80 menores acogidos este año roza los 8 millones de euros al año, cantidad más que considerable para un Consell cuyo presupuesto general para 2024 es de 43,5 millones de euros.

La inmigración ilegal que azotó Mallorca durante todo el año 2024 arroja un dato muy revelador. De los 367 menas que llegaron a la isla de manera irregular en patera, tan sólo seis fueron niñas. Una cifra que llama la atención y pone de manifiesto los riesgos de violencia y explotación sexual que pueden sufrir las mujeres en su viaje hacia el continente europeo.

La llegada incesante de estos menores no acompañados a Mallorca ha provocado una sobresaturación del 70% en los 12 centros de acogida que hay repartidos por la isla. De hecho, se ha llegado a tal situación que tres de cada cuatro niños y adolescentes de todos los acogidos en la red asistencial del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) son menas.