Este pueblo de Castilla-La Mancha es uno de los más bonitos y a la vez de los más dulces de España

Radicado bien en el corazón de la Alcarria, hay un pueblo de Castilla-La Mancha que supo conservar su esencia histórica mientras mantuvo viva una de las tradiciones gastronómicas más destacadas de la región. Su casco antiguo, repleto de monumentos renacentistas y calles empedradas, convive con un paisaje de valles y cerros salpicados de plantas aromáticas.

Y esas plantas no son mencionadas en vano, ya que fueron claves para la fama de su miel, hecho que refuerza la idea de que es el pueblo más dulce de la región. Entre fortalezas, conventos y una plaza, este rincón vivió grandes acontecimientos, que conocerás a continuación.

¿Cuál es el bello pueblo de Castilla-La Mancha que suele pasar desapercibido por muchos?

Declarado conjunto histórico-artístico en 1966, Pastrana es el municipio protagonista de este artículo. A pesar de que este pueblo goza de un trazado medieval y mucha arquitectura renacentista, suele ser pasado por alto.

La Plaza de la Hora, epicentro de la localidad, está dominada por el Palacio Ducal, un edificio de estilo manierista que fue residencia de la princesa de Éboli, quien pasó sus últimos días confinada en una de sus estancias.

En este marco, entre los otros puntos más representativos del patrimonio de Pastrana destacan:

• Colegiata de Santa María de la Asunción: alberga los tapices flamencos de Alfonso V de Portugal.
• Conventos fundados por Santa Teresa de Jesús: huellas del paso de la religiosa por la localidad.
• Fuente de los Cuatro Caños: elemento urbano de gran valor histórico.
• Plaza de Toros: una de las más antiguas de la provincia de Guadalajara, situada entre las viejas casas del Albaicín.
  
• Ermita de los Remedios: Bien Especialmente Protegido
• Calle de la Palma: con sus palacios de la Inquisición, de los Burgos, de los caballeros calatravos y la Sinagoga Judía.
• Casa de Moratín: donde vivió largas temporadas Leandro Fernández de Moratín el autor de El sí de las niñas.

Y cabe remarcar en este sentido que las calle de Pastrana conservan su fisonomía tradicional, con casas de piedra y fachadas encaladas que evocan su pasado señorial.

Las divertidas fiestas y tradiciones que perduran en Pastrana

Las festividades locales reflejan el arraigo cultural del municipio. Entre ellas destacan:

• Los Mayos (30 de abril): se decoran cruces con flores y laurel, y se entonan cánticos tradicionales.
• Festividad Ducal (julio): recrea el esplendor del Siglo de Oro con desfiles y representaciones teatrales.
• Semana Santa: procesiones como la del Silencio o la del Calvario son de gran interés turístico.
• San Antón (17 de enero): tradicional bendición de animales en la ermita.

Otra de las celebraciones más importantes es la Feria Apícola de Castilla-La Mancha, un evento clave para el sector que se celebra en marzo y donde se exhiben productos derivados de la miel, maquinaria y novedades del sector.

¿Por qué a este pueblo de Castilla-La Mancha se lo conoce como uno de los más dulces?

Si mencionamos a la Feria Apícola de Castilla-La Mancha y a la miel, entonces es prácticamente imposible dejar pasar este dato: Pastrana se encuentra en el corazón de la comarca de la Alcarria, famosa por su miel con denominación de origen protegida. Por eso, se dice que es un pueblo bastante dulce.

Este producto natural es obtenido de flores silvestres como el romero, el tomillo y el espliego, que le confieren un sabor característico.

Las variedades más destacadas son:

• Miel monofloral de romero
• Miel monofloral de espliego
• Miel multifloral, con una combinación de plantas aromáticas

La producción de miel en la Alcarria se debe a la riqueza botánica de la región, caracterizada por una altitud entre 600 y 1.100 metros y un clima mediterráneo continentalizado. Tradicionalmente, se envasaba en parrones de barro con cucharas de madera, aunque hoy se comercializa en envases de vidrio.

Rutas y parajes naturales de Pastrana

Para concluir entre tanta dulzura y bajar un poco la miel, los alrededores del municipio ofrecen diversas rutas para conocer su entorno natural:

• Ruta del Calvario (2,21 km): asciende hasta un mirador con vistas panorámicas de la localidad.
• Ruta de las Eras (2,23 km): atraviesa antiguas eras de labranza y caminos tradicionales.
• Ruta Convento del Carmen (4,15 km): une el casco histórico con el convento fundado por San Juan de la Cruz.
• Ruta de San Blas (10,68 km): recorre la vega del río Arlés hasta las ruinas de una antigua fábrica de harina y aceite.
• Ruta de la Horquilla: pasa por las cuevas del Moro, citadas por Camilo José Cela en Viaje a la Alcarria.

Por último, la riqueza paisajística de este pueblo de Castilla-La Mancha se manifiesta en sus campos de lavanda, encinas y cultivos tradicionales, que ofrecen una experiencia única a quienes lo visitan.