El caso George Floyd de Torrejón: un ladrón murió asfixiado por un policía al retenerlo

Madrid ya tiene su propio caso como el de George Floyd, el estadounidense afroamericano que murió asfixiado durante una detención a manos de la Policía el 25 de mayo de 2020. Justo cinco años después, Abderrahim, un delincuente magrebí de 33 años con antecedentes ha muerto en Torrejón de Ardoz (Madrid) mientras el policía municipal al que le había robado el móvil lo inmovilizaba agarrándole por el cuello.

Ambos casos, con evidentes similitudes, salieron a la luz gracias a las grabaciones de los testigos. Ambos eran delincuentes habituales, y los dos fueron inmovilizados con mucha fuerza en el cuello durante largos minutos a pesar de que dejaron de resistirse a los agentes. Las dos víctimas eran consumidoras de drogas y en ambos casos, el supuesto delito que cometieron no era especialmente relevante.

Hace cinco años, el 25 de mayo de 2020, el traficante de poca monta con antecedentes, George Floyd, fue asfixiado hasta la muerte por un agente de la Policía en Minneapolis. El forcejeo de Floyd con la muerte duró nueve minutos y medio mientras no dejaba de repetir «no puedo respirar». En menos de 24 horas el vídeo recorrió el planeta y cientos de miles de personas de todo el mundo salieron a las calles a protestar bajo el famoso lema «Black Lives Matter» denunciando la brutalidad policial. Floyd murió de «asfixia debido a la compresión del cuello»​.

Muerte en Torrejón

Los hechos de Torrejón de Ardoz tuvieron lugar a las 23:15 horas en el número 20 de la calle Pesqueras del municipio madrileño. En ese momento, dos ladrones magrebíes asaltaron violentamente y le robaron el teléfono móvil a dos ciudadanos que resultaron ser dos policías municipales de Madrid que salían de una cena con otros agentes, uno de ellos jubilado de 60 años y otro de 59 años fuera de servicio.

Los agentes empezaron la persecución de los ladrones y, a la altura del número 20 de la calle Pesquera, consiguieron alcanzar a uno de los ladrones, que se revolvió violentamente contra los dos hombres. Los dos policías redujeron al ladrón sujetándolo por el cuello pero cuando el ladrón dejó de resistirse, el policía continuó agarrándole fuertemente del cuello a pesar de que estaba inmóvil.

Así tras minutos de inmovilización a la espera de la llegada de un patrulla de la Policía Nacional alertada por los dos policías municipales de paisano, los agentes de la comisaría de Torrejón de Ardoz  encontraron inconsciente a la víctima y los intentos de reanimación no tuvieron éxito. El policía que inmovilizó al ladrón fue detenido y está acusado de homicidio imprudente.

Las diferencias con el caso Floyd

La polémica se desató en cuanto comenzaron a circular los vídeos que grabaron los testigos de la muerte de Abderrahim. Las imágenes son claras, el policía fuera de servicio sigue presionando en el cuello al ladrón aunque este parece estar ya inconsciente mientras los testigos le gritan para que le suelte el cuello: «Déjale respirar».

Sin embargo, en este caso, al contrario que en caso de George Floyd, el policía actuaba fuera de servicio, como un ciudadano al que le acaban de robar violentamente el teléfono e inmoviliza al presunto ladrón. No era en el marco de un control policial.

En el caso Floyd, a pesar de que el Policía de Minnesota utilizó un método que oficialmente se enseña en las academias policiales, el mismo que se emplea en España, fue condenado por brutalidad policial y homicidio. En el caso de Torrejón, el policía detenido por la muerte de Abderrahim no usó ninguna técnica policial y sí una sujección por el cuello que entraña mucho peligro.

La diferencia fundamental entre ambos casos la dictará la autopsia de Abderrahim. En el caso George Floyd los forenses lo dejaron claro: Floyd murió de «asfixia debido a la compresión del cuello». En el caso de Torrejón, el juzgado está a la espera de la autopsia para continuar con la investigación, debe determinar si la víctima de Madrid ha muerto por asfixia, estrangulamiento o si intervino en la muerte alguna patología previa.

Aderrahim, un delincuente habitual

El fallecido es un hombre de 33 años, de origen magrebí y delincuente habitual. Reúne abundantes antecedentes por hurtos, robos con violencia y reyertas.

Fuentes del caso apuntan que salió recientemente de prisión, el pasado mes de mayo, el 5 de junio fue detenido de nuevo y ayer había protagonizado varios robos antes de asaltar a los dos policías que estaban fuera de servicio.

Desde la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU) lamentan la muerte del delincuente y piden que no se «linche» en las redes a los agentes sin conocer los resultados de la autopsia y la totalidad de la investigación. En APMU denuncian que «ésta muerte inútil se podría haber evitado si los delincuentes multirreincidentes no camparan a sus anchas en nuestras ciudades».