El día que Jordi Évole casi llega a las manos con Antonio Baños

Jordi Évole casi llega a las manos con Antonio Baños: el presentador y el político protagonizaron una escena dantesca. El catalán Jordi Évole estaba preparándose para acudir a un programa cuando se encontró con un hombre con el que había protagonizado algunos encontronazos en Twitter. La situación actual de Cataluña ha sido algunos de los puntos de desencuentro entre ambos, pero jamás se hubiera imaginado que casi llegan a las manos. La actitud de Évole ha dejado a sus seguidores y a los que compartieron este acto violento en shock.

Jordi Évole casi llega a las manos con Antonio Baños

Antonio Baños tuvo una desagradable sorpresa al coincidir con Jordi Évole. Un inesperado encontronazo que, según EnBlau de El Nacional, casi llega a las manos. Algo que dejó a los asistentes en el mismo lugar que ellos en una situación complicada. Relatando lo que habían vivido ambos sin que dejará lugar a dudas del mal rollo entre ambos.

El encontronazo fue en el vestíbulo de Catalunya Radio. Los dos habían acudido a participar en distintos programas. Antes de que fueran reclamados esperaban en las sillas del vestíbulo. Junto con otras personas que habían llegado con la misma intensión en la radio.

Según explica este medio tuvo lugar el pasado 9 de febrero, cuando Évole debía acudir al programa de Laura Rosel, ya que debía hablar con ella del estreno de su nuevo programa. Llegaría un poco antes y al esperar en el vestíbulo se encontró cara a cara con Antonio Baños, el ex político de la CUP.

Tal como se relata: “el exdiputado de la CUP se acerca a Évole con ánimo de abrazarlo y saludarlo efusivamente, pero la respuesta de Évole a Baños fue inesperadamente violenta, le gira la cara y según los testigos casi llega a las manos. Le grita que lo ha traicionado, que lo ha apuñalado por la espalda y brama que no se fíen de él. Un Évole fuera de sí que dejó muy preocupados a todos los integrantes del equipo de Rosel que no entendían nada. Los tertulianos asistían atónitos sin saber ni dónde mirar.”

Una escena que difícilmente olvidarán ante un encontronazo que pilló por sorpresa al mismísimo Antonio Baños y dejó a Évole en una situación complicada. La entrevista que debía hacer no fue la misma, sino más bien todo lo contrario, estuvo marcada por la actitud de este hombre en el vestíbulo.