Lo que debes saber del cáncer de cérvix

El cáncer de cérvix se desarrolla en las células que revisten el cuello uterino, siendo llamado también cáncer del cuello uterino o cervicouterino. Esta es la parte inferior del útero (matriz) que conecta la parte superior (donde se desarrolla el feto) con la vagina. Estos tipos de tumores se producen cuando las células del cuello uterino empiezan a multiplicarse de forma anómala y descontrolada. Actualmente, se reconoce la relación entre los papilomavirus humanos (VPHs) y varios tipos de cáncer de cérvix. A continuación, hablaremos en más detalles sobre este que es uno de los canceres más comunes en todo el mundo.

Cáncer y precánceres de cuello uterino

Nuestro cuello uterino se divide en dos partes que está recubiertas por dos tipos de células diferentes:

• Endocérvix:es la parte interna que consiste en la apertura del cuello uterino que lleva hasta el útero. Esta parte está cubierta por células glandulares.
• Exocérvix o ectocérvix: es la porción externa y está cubierta de células escamosas. Esta es la parte del cuello uterino que los ginecólogos pueden observar durante la prueba conocida como Papanicolaou (que es un examen con espéculo).

Se conoce como zona de transformación al punto donde se encuentran estos dos tipos de células del cuello uterino. Precisamente, la mayoría de los casos de cáncer de cérvix se desarrollan en esta región, cuya ubicación exacta puede cambiar con el envejecimiento y los embarazos (especialmente tras el parto).

El desarrollo de células cancerosas en esta zona de transformación no es casual. Con el paso de los años, las células del cuello uterino van presentando ciertas alteraciones anómalas que se consideran precánceres o cambios precancerosos. Estos reciben muchos nombres técnicos, como neoplasia intraepitelial cervical (CIN) o lesión intraepitelial escamosa (SIL).

Causas y factores de riesgo del cáncer de cérvix

Todas las mujeres pueden desarrollar un cáncer de cuello uterino, aunque sea más frecuente en las mayores de 30 años. En la actualidad, se reconocen las infecciones duraderas por VPH como la principal causa de este tipo de cáncer.

Los papilomavirus humanos (VPH) comprenden diferentes cepas de virus que afectan a los seres humanos y pueden transmitirse a través de relaciones sexuales. Se estima que al menos la mitad de las personas sexualmente activas van a infectarse con el VPH en algún momento de sus vidas.

No obstante, una cifra relativamente baja de mujeres llegará a desarrollan un cáncer en el cuello uterino. La vacuna para el VPH pueden ayudar a prevenir esta enfermedad y la detección temprana permite un tratamiento más eficaz.

Otros factores de riesgo del cáncer de cérvix son:

• Ser portador del VIH o cualquier afección que debilite el sistema inmunitario;
• Tomar pastillas anticonceptivas durante mucho tiempo (+5 años).
• Tabaquismo;
• Haber dado a luz a tres bebés (o más).
• Mantener múltiples parejas sexuales.

Síntomas del cáncer de cuello uterino

Algunos signos iniciales y avanzados relacionados con el cáncer de cérvix son:

• Sangrado vaginal anormal.
• Secreción vaginal inusual (puede contener algo de sangre y presentarse incluso durante o después de la menopausia).
• Dolor en la región pélvica.
• Dolor durante las relaciones sexuales.
• Hinchazón de las piernas.
• Problemas para orinar o evacuar.
• Sangre en la orina.

Así mismo, la enfermedad suele desarrollarse de forma asintomática en sus primeras etapas. Por ello, es fundamental hacer los exámenes preventivos adecuados para detectar tempranamente cualquier signo de alteración o anomalías en el cuello uterino.