La inteligencia artificial está transformando la experiencia del paciente de medicina estética

La inteligencia artificial es una de las tecnologías más emocionantes y transformadoras de nuestro tiempo, y una de sus aplicaciones, ChatGPT, está revolucionando la manera en la que nos relacionamos con la tecnología. A los cinco días de su lanzamiento, ya contaba con un millón de usuarios que, a día de hoy, se han convertido en cien. Una de las razones de su éxito es su gratuidad y la otra su fácil manejo. Además, es una herramienta multimodal, con muchos campos de conocimiento y con capacidad creativa ilimitada. 

Entre sus muchos campos de aplicación está la medicina estética tal y como quiso dar a conocer la empresa Merz Aesthetics en su nueva edición de «ITalks» celebrada en el campus de Google. Se trata de unas charlas en la que esta compañía farmacéutica quiere hacer llegar a los profesionales de la medicina estética los últimos avances tecnológicos, y en esta ocasión, le llegó el turno del ChatGPT, tal y como explicó su directora de innovación, Marta Calderón, en rueda de prensa celebrada este lunes en Madrid.

Para explicar las posibilidades de esta aplicación en el campo de la medicina estética, el director del departamento de analítica y de negocio digital de Merz Aesthetics, Pedro Patrón, analizó esta herramienta y su proyección en el ámbito de la medicina estética. Durante la misma, detalló que una de sus mejores utilidades será «poder interactuar con los pacientes de una manera natural y conversacional». Uno de sus objetivos puede ser proporcionar información detallada sobre procedimientos médicos, resolver dudas y ayudar a los profesionales de la medicina a personalizar el cuidado de los pacientes lo que puede ayudar a los pacientes a tomar decisiones informadas sobre su cuidado estético. 

Los profesionales de la medicina estética pueden utilizar ChatGPT de varias formas. Pedro Patrón, explicó que se puede utilizar la herramienta para proporcionar a los pacientes información básica sobre un procedimiento, informar sobre el tiempo de recuperación o los posibles efectos secundarios. También, para responder a preguntas de seguimiento después de una consulta, lo que puede ahorrar tiempo y permitir que el profesional se centre en casos más complejos. Además, puede ayudar a identificar las necesidades y preocupaciones de los pacientes, ya que utiliza el análisis de lenguaje natural para sintetizar los temas clave de una conversación.  El tratamiento de los datos por parte de este chat permite personalizar el tratamiento del paciente y proporcionar un mejor cuidado estético.

Límites y riesgos

Se puede acceder al ChatGPT de varias maneras. Una forma común es a través de una plataforma de software específica para medicina estética, que puede proporcionar acceso a la aplicación como una función integrada. Otra manera es mediante una API (Interfaz de programación de aplicaciones), que permite a los profesionales integrarlo en sus propias aplicaciones o software. Además, también existe la posibilidad de entrar directamente a través de la página web de OpenAI.

«Como toda tecnología, tiene sus límites. Estamos ante una inteligencia artificial básica, clasificada como narrow por los especialistas. Esto quiere decir que necesita ser programada por seres humanos», declaró Pedro Patrón. Además, a día de hoy, la información introducida en su interfaz sólo llega hasta septiembre de 2021 por lo que no está actualizada y esto puede suponer algunos sesgos a la hora de presentar la información. El Chat de OpenAI se basa en una base de datos preexistente, por lo que puede haber situaciones en las que la herramienta no tenga la respuesta adecuada a una pregunta específica del paciente. En estos casos, se requerirá la intervención humana para proporcionar la información adecuada.

Asimismo, hay algunas limitaciones en términos de privacidad y seguridad de datos. Tal y como se indica a la hora de darse de alta en el servicio, los datos personales no están protegidos. Esto se debe a que todavía no existe un marco legal para la tecnología de inteligencia artificial. Estamos ante una tecnología muy innovadora y, como ha sucedido en otras ocasiones, la legislación va por detrás. De ahí la polémica suscitada en Italia que ha llevado a su prohibición o la investigación que ha abierto la fiscalía española sobre el incumplimiento de la ley de protección de datos.

En cuanto a la fiabilidad de ChatGPT, esta tecnología es confiable porque, en palabras de Pedro Patrón, «la aplicación ha sido entrenada con un vasto conjunto de datos y ha sido probada en miles de conversaciones con pacientes». Esta información, se actualiza regularmente con nuevas respuestas y mejoras de aprendizaje automático «para garantizar que proporcione la información más precisa y actualizada a los pacientes, pero no siempre lo consigue», concluyó Pedro Patrón. Es una herramienta muy útil para los profesionales de la medicina estética pero no puede reemplazar la interacción humana y la atención médica personalizada.