Javier Cárdenas hace énfasis hoy jueves en los viajes a República Dominicana, que ha hecho el Gobierno de Sánchez y la extrema izquierda en el avión Falcon. Pero, además, nos preguntamos, por qué se niegan a decir para qué eran esos viajes. Ya estaba muy cuestionado el uso del Falcon por el Gobierno y el uso abusivo de estos aparatos para cualquier cosa, aunque fueran viajes cortitos en los que se podía viajar en otros medios de transporte, lo que así no elevaría un gasto enorme y además ayudas al medio ambiente.
Recordemos, esos desplazamientos del presidente en avión en trayectos de media hora o el viajecito a Nueva York de la ministra Montero y su séquito. El Falcon de la ministra de Igualdad también se desplazó a Canadá. Lo hizo el 1 de julio de 2022 y el destino fue la base de helicópteros situada en Halifax County (Nueva Escocia). El coste, otros 2.000 euros. Ese mismo día partió hace la base aérea de Torrejón. El coste estimado por cada hora de uso del avión —no sólo combustible— supone 5.600 euros, lo que supondría que las 15 horas de vuelo del viaje a Nueva York y los desplazamientos interiores rondaron los 85.000 euros. Pero es que los 27 viajes a la isla de República Dominicana se llevan la palma porque los han hecho en sólo 24 meses.
Sí, coincidiendo con la Cumbre Iberoamericana, se realizaron dos viajes, ¿y el resto? ¿Para qué eran el resto de viajes? Ni se sabe ni contestan. República Dominicana se ha convertido en un destino asiduo y clave para el Gobierno de Sánchez y los podemitas, ya sea saliendo directamente desde España o haciendo escala en un tercer país para despistar, pero el destino era el mismo. Esperemos que se dignen a decirnos el porqué y para qué esos viajes, aunque por el momento están más callados que un ladrillo.
