«Feliz 8 de marzo para ti, no para ellas»

Hoy es 8 de marzo y como cada año celebramos el Día de la Mujer, a pesar de todos aquellos que se visten de morado y se manifiestan por cualquier cosa, menos por nosotras, aunque nos utilicen de excusa.

Pero como nadie tiene derecho a robarnos nuestro día, aquí va nuestra felicitación por este 8 de marzo:

Feliz Día de la Mujer a todas aquellas que se niegan a que su género determine su personalidad, y que para ser buenas mujeres tengan que ser de izquierdas, como si votar a un señoro como Pedro Sánchez fuera más feminista que votar a una mujer como Isabel Díaz Ayuso.

Feliz Día de la Mujer a todas aquellas que por culpa del Gobierno tienen que demostrar el triple cada vez que consiguen triunfar en su profesión para demostrar que ellas no están ahí por cuota.

Feliz Día de la Mujer a las madres orgullosas de serlo, a las que entienden que empoderarse es ser presidentas de un consejo de administración y a las que creen que el empoderamiento es jugar por la tarde con sus hijos sin distracción.

Feliz Día de la Mujer a todas aquellas que por no comulgar con el credo oficialista son directamente anuladas, como las judías violadas el 7 de octubre, como las católicas que creen que abortar es un asesinato o como las fachas que simplemente creen que Irene Montero no las representa.

Feliz Día de la Mujer a las feministas clásicas, esas a las que ahora se expulsa de las manifestaciones porque se niegan a que algunas hayan decidido que si un señor de nombre Manolo y apariencia de camionero decide que se siente mujer legalmente pueda serlo sin más.

Feliz Día de la Mujer a las chicas jóvenes libres de hoy en día, las que piden que las traten como iguales sin el machismo de antaño y sin el paternalismo de los que creen que por ser mujeres van a ser siempre víctimas.

Feliz Día de la Mujer a todas aquellas madres, esposas e hijas de los denunciados falsamente por violencia de género, las que creen en los inocentes, incluso cuando el sistema lucha contra ellos por ser hombres.

Pero que las aberraciones que llevan años conculcando las feminazis de extrema izquierda no nos hagan olvidar que hay todavía quedan injusticias que solventar. Y por eso, además de las anteriores, feliz día del 8 de marzo también a las víctimas reales de violencia de género, a las madres solteras que libran batallas titánicas cada día por sus hijos, a las directoras de compañías a las que han confundido con secretarias, a las que cada vez que ascienden tienen que soportar el clásico comentario de qué le habrá hecho a su jefe para llegar ahí, a las que se han sentido juzgadas por no tener un físico acorde a lo que se espera de ellas y también a las que por ser demasiado atractivas se les acaba considerando frívolas.

Feliz Día de la Mujer a las que sólo queremos que nos dejen en paz para que llegue un día en el que el 8 de marzo sea simplemente el recuerdo de un chiringuito que ya no merece la pena celebrar.