Fundación Mapfre Premios sociales

Fundación Mapfre reconoce el compromiso y la generosidad de entidades en sus Premios Sociales 2025

Su Majestad la Reina Sofía preside una ceremonia en la que ha ue destaca la solidaridad y el impacto social

Tres proyectos transformadores son reconocidos por su contribución a las personas vulnerables

Premios Sociales 2025 Fundación MAPFRE
Su Majestad la Reina Sofía preside una ceremonia que ha destacado la solidaridad y el impacto social.
Antonio Quilis
  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora director de OKGREEN en OKDIARIO. Anteriormente director de El Mundo Ecológico. Colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Fundación Mapfre ha celebrado este miércoles, 8 de octubre, en Madrid, la entrega de sus Premios Sociales 2025, unos galardones que reconocen el compromiso, la generosidad y la solidaridad de personas e instituciones que han realizado actuaciones destacadas en beneficio de la sociedad.

El acto, que ha estado presidido por Su Majestad la Reina Doña Sofía, se ha convertido en un emotivo homenaje a quienes dedican su vida a cambiar el mundo desde los ámbitos científico, cultural y social.

La ceremonia ha contado con la participación de Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y Antonio Huertas, presidente de Fundación Mapfre.

Reconocimientos prestigiosos

Los Premios Sociales de Fundación Mapfre representan uno de los reconocimientos más prestigiosos en el ámbito de la solidaridad y el compromiso social en España.

En esta edición, la dotación global de los galardones asciende a 160.000 euros, distribuidos entre los diferentes premiados. La Fundación ha recibido un total de 1.125 candidaturas procedentes de varios países, lo que demuestra el alcance internacional de estos premios y el interés que despiertan entre organizaciones y profesionales comprometidos con la mejora de la sociedad.

Los Premios Sociales de Fundación Mapfre ha reconocido la labor y trayectoria de João Carlos Martins, la Confederación Internacional de la Sociedad de San Vicente De Paúl y 100 mil pisos para jugar. Además ha premiado la investigación de Alejandro Izuzquiza sobre el mercado asegurador español

50 aniversario de Fundación Mapfre

La celebración de estos premios cobra especial significado al coincidir con el 50 aniversario de Fundación Mapfre, una institución que durante cinco décadas ha mantenido un intenso compromiso social.

Esta efeméride ha servido de marco para reconocer no sólo la labor de los galardonados, sino también para reflexionar sobre el papel que las fundaciones y las organizaciones sociales deben desempeñar en un mundo cada vez más complejo. El acto se ha desarrollado en un ambiente de profunda emoción y reconocimiento mutuo entre todos los asistentes.

Necesidad de referentes sociales

El presidente de Fundación Mapfre, Antonio Huertas, ha pronunciado un discurso especialmente significativo en el que ha reivindicado la importancia de los referentes en la sociedad actual.

Huertas ha resaltado durante su intervención que «hoy, con las sociedades adormiladas y entretenidas con otros debates menos relevantes, son más necesarios que nunca los referentes, las personas o instituciones que piensan y trabajan para cambiar lo que no está bien». Sus palabras han resonado con fuerza en un auditorio que ha asentido ante la reflexión sobre el estado de la sociedad contemporánea.

En el marco del 50 aniversario de Fundación Mapfre, Huertas ha subrayado que celebran «cinco décadas de un intenso compromiso social, ayudando donde otros no llegan, y siempre con una mirada inclusiva y con una mano tendida, especialmente hacia los más vulnerables».

El presidente ha hecho un repaso emocional por la trayectoria de la institución, destacando los miles de proyectos desarrollados y las millones de personas que han sido beneficiarias de sus programas. Ha insistido en que la labor de la Fundación ha sido siempre la de estar presente allí donde más se necesita.

Ha insistido Huertas en que «necesitamos referentes» y que el propósito de estos galardones es que «sus contribuciones se conozcan y puedan servir de ejemplo para volver a la senda humanista que nunca debimos perder».

El presidente ha defendido que en tiempos de incertidumbre y polarización, los ejemplos de solidaridad y compromiso son fundamentales para inspirar a nuevas generaciones. Ha recordado que cada galardonado representa un modelo de conducta que debe ser difundido y celebrado en una sociedad que necesita recuperar valores fundamentales.

Un mensaje de esperanza y perseverancia

El presidente ha concluido su intervención con una reflexión poética y esperanzadora sobre el impacto del trabajo social. Huertas ha recordado que «viendo las noticias, a veces tenemos la sensación de ser gotas de agua en el desierto, pero somos como la lluvia, que tiene que terminar por calar, por impactar, y lo que se trata es de conseguir que cada vez haya más lluvia».

Esta metáfora ha servido para ilustrar cómo los esfuerzos individuales, por pequeños que parezcan, terminan generando un cambio colectivo cuando se suman. Ha añadido que el objetivo es lograr «más personas pensando y cuidando a las personas», porque «trabajando en el presente es como podemos cambiar el futuro, y juntos podemos hacerlo».

Unidad y acción colectiva

Este mensaje de unidad y acción colectiva ha sido uno de los momentos más aplaudidos de la ceremonia. Huertas ha defendido que el cambio social no es responsabilidad de unos pocos, sino que requiere la implicación de toda la sociedad en un esfuerzo coordinado y sostenido en el tiempo.

Las palabras del presidente de Fundación Mapfre han establecido el tono de toda la ceremonia, centrada en reconocer no sólo los logros individuales, sino también en inspirar a otros a seguir el ejemplo de los galardonados.

Su discurso ha sido una llamada a la acción para que más personas e instituciones se sumen al trabajo por un mundo más justo y equitativo. La audiencia ha recibido sus palabras con una prolongada ovación que ha reflejado el impacto de su mensaje.

Una vida de determinación frente a la adversidad

El pianista y director de orquesta brasileño João Carlos Martins ha recibido el Premio a Toda una Vida Profesional, un reconocimiento que corona una carrera excepcional marcada por el talento, la resiliencia y una determinación inquebrantable.

Martins, nacido en Brasil en 1940, es considerado uno de los grandes intérpretes contemporáneos de Johann Sebastian Bach, del que grabó la totalidad de su obra para teclado.

Su carrera internacional comenzó de manera brillante cuando debutó en el Carnegie Hall a los 20 años, invitado por Eleanor Roosevelt, un hito que marcó el inicio de una trayectoria que lo llevaría a actuar con las principales orquestas del mundo.

João Carlos Martins
João Carlos Martins, Premio Social a Toda una Vida Profesional.

Espíritu de superación

Sin embargo, la vida profesional de Martins se vio dramáticamente interrumpida por una serie de adversidades que pondrían a prueba su espíritu y su amor por la música.

Lesiones físicas, enfermedades neurológicas y un violento asalto lo apartaron del piano durante más de dos décadas, un período que para cualquier músico habría significado el fin de su carrera.

Durante esos años oscuros, Martins tuvo que enfrentarse no sólo al dolor físico, sino también al sufrimiento emocional de estar separado de su pasión. A pesar de todo, nunca perdió la esperanza de volver a tocar.

Guantes biónicos

El punto de inflexión llegó en 2019, cuando pudo volver a tocar el piano gracias a unos guantes biónicos especialmente diseñados para él. Esta tecnología le permitió recuperar la movilidad.

Durante los años en que no pudo tocar, Martins se reinventó como director de orquesta, demostrando que su conexión con la música iba más allá de las limitaciones físicas. Su historia de superación ha inspirado a millones de personas en todo el mundo.

Una trayectoria marcada por el reconocimiento internacional

A lo largo de su vida, João Carlos Martins ha recibido importantes distinciones que reconocen tanto su maestría musical como su contribución a la sociedad. Entre estos galardones destacan la Orden del Mérito Cultural de Brasil y la Orden del Infante Don Enrique de Portugal, dos de los más altos reconocimientos que pueden otorgarse a un artista.

Estos premios no sólo celebran su talento como intérprete, sino también su papel como embajador cultural y su compromiso con la difusión de la música clásica.

En 2006, Martins fundó la Fundación Bachiana, una organización dedicada a acercar la música y la educación artística a jóvenes en situación vulnerable en Brasil. A través de esta institución, ha trabajado incansablemente para que niños y adolescentes de comunidades desfavorecidas tengan acceso a una formación musical de calidad.

La música como transformadora social

La Fundación Bachiana representa su visión de la música como herramienta de transformación social y como vehículo para ofrecer oportunidades a quienes más lo necesitan.

Con la Bachiana Filarmónica SESI-SP, la orquesta asociada a su fundación, Martins ha llevado la música a escuelas y zonas remotas de Brasil, lugares donde la música clásica raramente llega.

Estos conciertos educativos han permitido que miles de estudiantes descubran el poder transformador de la música. Su trabajo ha demostrado que el arte no es un lujo reservado para las élites urbanas, sino un derecho universal que debe estar al alcance de todos, independientemente de su origen o condición socioeconómica.

João Carlos Martins

Un vínculo especial con España y un sueño cumplido

Durante su emotiva intervención en la ceremonia de entrega de premios, João Carlos Martins ha compartido detalles íntimos de su relación con España, un país que ha sido fundamental en su formación artística.

Ha contado que su vínculo con España comenzó en 1958 cuando participó como becario en el Festival Pablo Casals, una experiencia que marcó profundamente su carrera. Aquel joven pianista brasileño encontró en España un lugar donde perfeccionar su técnica y profundizar en su comprensión de la música barroca.

Influencias españolas

Martins también ha recordado con especial cariño la influencia de Andrés Segovia, el legendario guitarrista español. Tras su debut en el Teatro Colón de Buenos Aires, Segovia le habló de «la grandiosidad de Bach», una conversación que quedó grabada en su memoria y que reforzó su compromiso con la obra del compositor alemán.

Años después, en Nueva York, otro genio español cruzaría su camino: Salvador Dalí le dio un consejo que nunca olvidó: «Dile a todo el mundo que eres el mayor intérprete de Bach, y algún día lo creerán».

Una vida marcada por la determianción

A sus 85 años, y tras haber sufrido Distonía Focal del Músico y someterse a más de 30 cirugías, el reconocido músico ha afirmado que su vida «no trata de superación, sino de determinación, que es una fuerte característica del pueblo español».

Esta reflexión ha conectado profundamente con la audiencia española presente en el acto. Visiblemente emocionado, Martins ha revelado que tuvo que cancelar su debut en Madrid en 1967 por una embolia pulmonar, y que «hoy, por fin, realizo este sueño» de estar en la capital española recibiendo este reconocimiento.

Un legado a través de la educación musical

Al recibir el Premio José Manuel Martínez Martínez, Martins ha asegurado sentirse «profundamente estimulado a iniciar una nueva etapa en mi vida, esta vez como educador musical, y así intentar dejar un legado a través de la música».

Estas palabras reflejan su compromiso de seguir contribuyendo a la sociedad incluso en la etapa final de su vida. Para Martins, la educación musical no es simplemente enseñar a tocar un instrumento, sino transmitir valores, disciplina y la capacidad de expresar emociones a través del arte.

El pianista ha explicado que su trabajo como educador se centra especialmente en jóvenes de entornos desfavorecidos, porque cree firmemente que la música puede cambiar vidas y abrir puertas que de otro modo permanecerían cerradas.

Martins ha concluido su discurso citando a Oscar Wilde: «La música es el arte más cercano a las lágrimas y los recuerdos». Esta frase ha recordado a todos los presentes el poder emocional de la música y su capacidad para conectar con lo más profundo del ser humano. Las palabras del pianista brasileño han dejado una huella imborrable en todos los asistentes, que le han brindado una larga y emotiva ovación de pie.

Dos siglos de servicio

La Confederación Internacional de la Sociedad de San Vicente de Paúl ha sido galardonada con el premio a la Mejor Entidad por su Trayectoria Social, un reconocimiento que celebra casi dos siglos de trabajo incansable en favor de las personas más vulnerables.

Juan Manuel B. Gómez
Juan Manuel B. Gómez, presidente de Confederación Internacional de la Sociedad de San Vicente de Paúl.

Fundada en París en 1833, esta organización ha crecido hasta convertirse en una de las redes de voluntariado más extensas del mundo. Hoy cuenta con más de dos millones de voluntarios distribuidos en 155 territorios, una cifra que refleja el alcance global de su misión y el compromiso de millones de personas con los valores de solidaridad y servicio.

La Confederación desarrolla actualmente más de 2.500 proyectos en todo el mundo y ayuda cada año a 30 millones de personas en situación de vulnerabilidad. Esta labor abarca áreas fundamentales como la vivienda, salud, educación, empleo y respuesta a emergencias.

Compromiso con las necesidades humanas

La diversidad de sus programas demuestra una comprensión integral de las necesidades humanas y un compromiso con el desarrollo holístico de las comunidades. Entre sus iniciativas más destacadas se encuentran la construcción de hogares en Suazilandia, programas de atención a personas mayores en Chile y servicios de atención médica en Brasil, Líbano y Egipto.

La organización también impulsa proyectos educativos, gestionando escuelas y desarrollando campañas de alfabetización en comunidades donde el acceso a la educación es limitado.

Además, promueve proyectos de emprendimiento y sostenibilidad que buscan no solo paliar necesidades inmediatas, sino crear oportunidades de desarrollo económico a largo plazo. Su enfoque combina la ayuda directa con programas que empoderan a las personas para que puedan salir de situaciones de pobreza y exclusión de manera sostenible.

Confederación Internacional de la Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP)
Confederación Internacional de la Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP).

Presencia y compromiso en España

En España, donde la Sociedad de San Vicente de Paúl inició su actividad en 1849, la organización desarrolla más de 240 proyectos que benefician anualmente a 156.000 personas.

Esta presencia histórica en el país ha permitido que la entidad se convierta en un referente del tercer sector y en un actor fundamental en la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Su trabajo en territorio español incluye la distribución de alimentos, programas de alfabetización, apoyo a personas mayores y respuesta inmediata en situaciones de emergencia.

La Confederación ha sido reconocida por organismos internacionales como la ONU y la UNESCO por su labor humanitaria y su contribución al desarrollo sostenible. En España, colabora estrechamente con otras grandes organizaciones del tercer sector como Cáritas y Cruz Roja, estableciendo redes de cooperación que multiplican el impacto de sus intervenciones.

Ha recibido importantes galardones como la Cruz de Oro de la Solidaridad Social, que reconoce su trayectoria ejemplar y su contribución al bienestar de la sociedad española.

Juan Manuel Buergo - Conf. Int. SSVP - Premio

Reconocimiento social

El trabajo de la Sociedad de San Vicente de Paúl en España se caracteriza por su cercanía y su presencia en los barrios y comunidades. Los voluntarios de la organización no sólo proporcionan ayuda material, sino que establecen relaciones de acompañamiento con las personas atendidas, ofreciendo apoyo emocional y social.

Este modelo de intervención basado en el contacto humano directo es uno de los sellos distintivos de la entidad y uno de los factores que explican su eficacia y el reconocimiento social del que goza.

Compromiso con las nuevas generaciones

Durante su intervención en la ceremonia, Juan Manuel B. Gómez, presidente nacional e internacional de la entidad, ha rendido un emotivo homenaje a los más de 30 millones de personas en todo el mundo «que nos respaldan, por su compromiso silencioso y constante».

Estas palabras han puesto en valor el trabajo anónimo de millones de voluntarios que día a día contribuyen con su tiempo y esfuerzo a hacer del mundo un lugar más justo. Gómez ha subrayado que el verdadero valor de la organización reside en estas personas que trabajan sin buscar reconocimiento.

Con visible gratitud, el presidente ha indicado que destinarán la ayuda económica del premio «a fomentar la cooperación al desarrollo internacional para ayudar en los desastres y emergencias, así como para respaldar a nuestros grupos de jóvenes y al voluntariado joven internacional».

Continuidad generacional

Esta declaración refleja la preocupación de la organización por asegurar su continuidad generacional y por involucrar a los jóvenes en el trabajo social. La confederación considera fundamental que las nuevas generaciones se comprometan con los valores de solidaridad y servicio.

El énfasis en el voluntariado joven responde a una estrategia deliberada de la organización para adaptarse a los nuevos tiempos y conectar con las sensibilidades de las generaciones más jóvenes.

La Sociedad de San Vicente de Paúl está desarrollando programas específicos para jóvenes que combinan el servicio directo con la formación en valores y el desarrollo de competencias personales y profesionales. Esta apuesta por la juventud garantiza que la labor iniciada hace casi dos siglos continuará transformando vidas en el futuro.

100 mil pisos para jugar: dignidad a través del hormigón

El proyecto 100 mil pisos para jugar, impulsado por Hábitat para la Humanidad y la Federación Interamericana del Cemento, ha sido galardonado con el premio al Mejor Proyecto por su Impacto Social.

Esta iniciativa aborda un problema que afecta a más de 50 millones de personas en América Latina y el Caribe que aún viven con suelos de tierra en sus viviendas. Esta realidad, invisible para muchos, tiene consecuencias devastadoras en la salud, la educación y las oportunidades de desarrollo de millones de familias que viven en condiciones de extrema precariedad.

Los suelos de tierra en las viviendas están directamente relacionados con la aparición de enfermedades parasitarias, infecciones respiratorias y otros problemas de salud que afectan especialmente a niños y personas mayores.

Cesarina Fabián
Cesarina Fabián, directora de Hábitat para la Humanidad.

Además, generan una peor calidad de vida al dificultar la limpieza del hogar, aumentar la humedad y crear un ambiente insalubre. El proyecto busca reemplazar suelos de tierra por hormigón en 100.000 viviendas antes de 2028, una meta ambiciosa que requiere la coordinación de múltiples actores y recursos significativos.

Desde su inicio en 2022, el programa ya ha transformado 20.000 hogares en 14 países, beneficiando a casi 100.000 personas. Estos números reflejan el alcance y la eficacia de una iniciativa que está cambiando literalmente el suelo que pisan miles de familias latinoamericanas y caribeñas.

El proyecto no solo mejora las condiciones materiales de las viviendas, sino que también tiene un impacto profundo en la dignidad y la autoestima de las familias beneficiadas, que por primera vez pueden tener un hogar en condiciones dignas.

Sostenibilidad y generación de empleo

Una de las características más innovadoras del programa es su compromiso con la sostenibilidad ambiental. El proyecto emplea hormigón de baja huella de carbono fabricado con materiales reciclados, reduciendo así el impacto ambiental de las intervenciones.

Esta decisión técnica demuestra que es posible combinar la atención a necesidades sociales urgentes con la responsabilidad ambiental. El uso de materiales sostenibles también contribuye a sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de la protección del medio ambiente.

Además de instalar suelos de hormigón, el programa refuerza las estructuras de las viviendas para hacerlas más resistentes frente a desastres naturales como terremotos, huracanes e inundaciones.

Viviendas más seguras ante el cambio climático

Esta mejora estructural es fundamental en una región especialmente vulnerable a fenómenos climáticos extremos. Al hacer las viviendas más seguras, el proyecto no sólo protege la inversión realizada, sino que también salva vidas y reduce la vulnerabilidad de las familias ante catástrofes naturales que cada vez son más frecuentes e intensas debido al cambio climático.

Otro aspecto destacado del proyecto es la generación de empleo comunitario. La instalación de los suelos se realiza con la participación de trabajadores locales que reciben formación específica, creando oportunidades de empleo en comunidades donde el desempleo es alto.

Este enfoque genera un círculo virtuoso en el que el proyecto no sólo beneficia directamente a las familias receptoras, sino que también dinamiza la economía local y desarrolla capacidades en la comunidad que pueden ser utilizadas en futuros proyectos de mejora de viviendas.

Impacto medido y transformador en República Dominicana

En República Dominicana, desde donde se ha presentado la candidatura, el proyecto ha instalado 3.200 pisos en 120 comunidades, beneficiando a 9.927 personas. Este trabajo sistemático y bien documentado ha permitido medir con precisión el impacto del programa en múltiples dimensiones de la vida de las familias.

Los datos recopilados demuestran que la intervención va mucho más allá de una simple mejora material de la vivienda y tiene efectos profundos en la salud, la economía familiar y el bienestar general.

100 mil pisos

Entre los impactos más destacados del proyecto se encuentra la reducción del 79% en gastos médicos de las familias beneficiadas. Este dato espectacular demuestra cómo un cambio aparentemente simple como reemplazar un suelo de tierra por hormigón puede tener efectos enormes en la salud.

La disminución de enfermedades parasitarias e infecciones respiratorias se traduce en menos visitas médicas, menos medicamentos y, lo que es más importante, menos sufrimiento para las familias. Este ahorro en gastos médicos libera recursos económicos que pueden destinarse a otras necesidades básicas.

Cemento que aporta beneficios

El proyecto también ha generado mejoras significativas en la estabilidad financiera de las familias y un aumento de la inversión en el hogar. Cuando las familias ven que su vivienda mejora, se sienten motivadas a realizar otras inversiones y mejoras.

Además, se ha observado un aumento en las horas de juego infantil, ya que los niños pueden jugar en el interior de sus casas sin ensuciarse o enfermarse. También se han documentado mejoras en la salud mental de los miembros de la familia y un descenso significativo del absentismo escolar infantil, ya que los niños enferman menos y pueden dedicar más tiempo a la educación.

Un reconocimiento que impulsa el futuro

Cesarina Fabián, directora nacional de Hábitat para la Humanidad República Dominicana, ha recogido el galardón en representación del proyecto. Durante su emotiva intervención, Fabián ha destacado que recibir este reconocimiento supone «un motivo de orgullo y, al mismo tiempo, una responsabilidad renovada».

Ha explicado que el premio representa un impulso para redoblar esfuerzos y multiplicar el impacto del proyecto, permitiendo llegar a más familias y comunidades que aún viven en condiciones indignas.

Fabián ha pronunciado una frase que resume la filosofía del proyecto: «Cada suelo de hormigón no es sólo una mejora material: es salud, es infancia protegida, es futuro».

Estas palabras han conmovido al auditorio al poner de manifiesto la dimensión profundamente humana de un proyecto que trasciende lo meramente constructivo.

Un impulso para el proyecto

Fabián ha reafirmado el compromiso de Hábitat para la Humanidad de seguir dando a la sociedad «dignidad, esperanza, alivio, luz y acompañamiento». Ha anunciado que el reconocimiento de Fundación Mapfre permitirá acelerar el trabajo y alcanzar el objetivo de 100.000 viviendas transformadas antes de 2028.

El premio no sóolo valida el trabajo realizado hasta ahora, sino que también servirá para atraer nuevos socios y recursos que permitan expandir el proyecto a más países y comunidades de América Latina y el Caribe.

Alejandro Izuzquiza: cuatro décadas de servicio público

Fundación Mapfre ha entregado a Alejandro Izuzquiza el XII Premio Internacional de Seguros Julio Castelo Matrán, un galardón que reconoce trabajos científicos y proyectos innovadores que contribuyan a extender la actividad aseguradora en la sociedad.

Izuzquiza ha sido premiado por su investigación titulada La colaboración público-privada en el sistema asegurador español: el Consorcio de Compensación de Seguros y la gestión de las indemnizaciones en el seguro de riesgos extraordinarios. Este trabajo analiza en profundidad un modelo único en el mundo que ha demostrado su eficacia en múltiples ocasiones.

Alejandro Izuzquiza
Alejandro Izuzquiza, Premio Internacional de Seguros Julio Castelo Matrán.

En su investigación, Izuzquiza subraya la eficacia del modelo español de gestión de riesgos extraordinarios, un sistema único en el mundo que garantiza respuestas rápidas y coordinadas ante catástrofes.

El estudio documenta casos concretos como la erupción del volcán de La Palma en 2021, el terremoto de Lorca en 2011, los atentados del 11-M y la reciente DANA en Valencia en 2024. En todos estos casos, el sistema español permitió una respuesta ágil y eficaz que evitó las esperas, la desinformación y los conflictos entre aseguradoras que son habituales en otros países.

Una carrera dedicada a la protección del asegurado

El galardón también reconoce la destacada trayectoria profesional de Alejandro Izuzquiza, economista por la Universidad Complutense de Madrid e Inspector de Seguros del Estado.

Durante décadas, Izuzquiza ocupó el cargo de director de Operaciones del Consorcio de Compensación de Seguros, donde impulsó innovaciones tecnológicas y procedimentales que modernizaron profundamente la institución. Su gestión se caracterizó por buscar siempre el equilibrio entre la eficiencia administrativa y la protección efectiva de los derechos de los asegurados.

Bajo su dirección, el Consorcio de Compensación de Seguros implementó sistemas de información avanzados que permitieron agilizar la tramitación de expedientes y reducir los tiempos de respuesta.

Izuzquiza se jubiló en marzo de 2024 tras décadas de servicio público, dejando tras de sí un legado de profesionalidad, integridad y compromiso con el interés general. Su jubilación marcó el fin de una era en el Consorcio de Compensación de Seguros, donde era ampliamente respetado tanto por sus conocimientos técnicos como por su capacidad para tender puentes entre el sector público y el privado.

Defensa del modelo de colaboración público-privada

Durante su intervención en la ceremonia, Izuzquiza ha realizado una reflexión profunda sobre el modelo español de gestión de riesgos extraordinarios y los desafíos que enfrenta.

Ha advertido que «vivimos tiempos de inestabilidad no sólo atmosférica» y que «en España se oyen voces que, por ignorancia, frivolidad o rencor llaman al acoso y derribo de logros recientes y verdaderamente históricos que costó mucho esfuerzo alcanzar y que han sido ejemplos de ámbito mundial».

Sus palabras han sido una llamada de atención sobre la fragilidad de instituciones que funcionan bien pero que pueden ser desmanteladas por intereses cortoplacistas.

Alejandro Izuzquiza - Premio

Consorcio de Compensación de Seguros

El premiado ha hecho un llamamiento directo a los directivos del sector asegurador para que «mimen al Consorcio de Compensación de Seguros, que lo preserven y lo fortalezcan».

Ha argumentado que el CCS «es un modelo de colaboración público-privada que merece ser considerado con auténtica visión de Estado», más allá de intereses partidistas o coyunturales. Izuzquiza ha defendido que el sistema ha demostrado su valor en momentos críticos y que debilitarlo sería un grave error que solo se apreciaría cuando fuera demasiado tarde.

Su discurso ha sido una defensa apasionada pero argumentada de un modelo que considera ejemplar y que ha sido reconocido internacionalmente. Izuzquiza ha explicado que el sistema español evita los problemas que se observan en otros países donde las catástrofes generan largos litigios entre asegurados y aseguradoras, dejando a las víctimas en una situación de incertidumbre prolongada.

El modelo español, por el contrario, garantiza certidumbre y rapidez, dos elementos fundamentales para que las personas puedan reconstruir sus vidas tras una catástrofe.

El mejor broche de oro a una carrera ejemplar

Alejandro Izuzquiza ha expresado su gratitud por el galardón, calificándolo como «el mejor broche de oro a mi retirada que podía esperar, tras 44 años dedicados a la defensa de los intereses generales en el sector público, a la protección de los asegurados y a la colaboración y buen entendimiento entre el seguro público y el seguro privado».

Estas palabras resumen una carrera dedicada al servicio público y al interés general, valores que Izuzquiza ha defendido a lo largo de más de cuatro décadas de trabajo.

Una vinculación estrecha

El premiado ha destacado la especial vinculación que siempre ha mantenido con Fundación Mapfre, señalando que «durante mis casi cuatro décadas y media de actividad profesional, la Fundación ha sido guía y acompañante».

Ha reconocido el papel fundamental que la institución ha jugado en la formación de profesionales del sector asegurador y en la difusión del conocimiento sobre seguros en España. Esta colaboración entre instituciones públicas y privadas ejemplifica el modelo de cooperación que Izuzquiza ha defendido toda su vida.

El reconocimiento a Alejandro Izuzquiza representa también un homenaje a todos los funcionarios públicos que trabajan con profesionalidad y compromiso en áreas técnicas complejas, a menudo sin el reconocimiento público que merecen.

Su trayectoria demuestra que es posible combinar la excelencia técnica con la vocación de servicio público y que las instituciones funcionan cuando están dirigidas por profesionales competentes y comprometidos con el bien común. El premio es, en definitiva, un reconocimiento a una forma de entender la función pública que ha dado excelentes resultados para la sociedad española.

Un acto que celebra lo mejor de la sociedad

La ceremonia de entrega de los Premios Sociales 2025 de Fundación Mapfre ha sido mucho más que un acto de reconocimiento formal. Ha sido una celebración de los valores de solidaridad, compromiso y generosidad que sostienen el tejido social y que, en tiempos complejos, resultan más necesarios que nunca.

Los cuatro galardonados representan diferentes formas de contribuir al bien común: desde el arte y la educación musical hasta el voluntariado internacional, pasando por proyectos de desarrollo comunitario y la excelencia en la gestión pública. La diversidad de los premiados refleja la amplitud de campos en los que es posible generar un impacto social positivo.

Presencia institucional

La presencia de Su Majestad la Reina Doña Sofía, histórica defensora de causas sociales, ha otorgado al acto una relevancia especial y ha subrayado la importancia institucional de estos reconocimientos.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha destacado en sus palabras el papel fundamental que juegan las fundaciones y el tercer sector en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. Su presencia representa el reconocimiento del Estado a la labor de estas organizaciones y personas.

Hacer del mundo un lugar mejor

En un mundo marcado por la incertidumbre, la polarización y los desafíos globales, los Premios Sociales de Fundación Mapfrehan servido para recordar que existen personas e instituciones trabajando incansablemente por hacer del mundo un lugar mejor.

Como señaló Antonio Huertas, cada uno de estos esfuerzos puede parecer una gota en el océano, pero juntos forman la lluvia que puede transformar el desierto. La ceremonia ha concluido con la esperanza renovada de que el ejemplo de estos galardonados inspire a otros a sumarse a la construcción de una sociedad más solidaria, justa y humana.