Éstas son las nuevas obligaciones medioambientales que llegan con el 2025

• Antonio Quilis Sanz @AntonioQuilis
• Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.
• • 28/12/2024 06:00
  • Actualizado: 28/12/2024 11:43

El próximo año 2025 llegarán muchas novedades en materia medioambiental, numerosas obligaciones legislativas que tendrán que cumplir las empresas y, también, algunas situaciones que los consumidores tendremos que tener en cuenta.

No sólo entrarán en vigor nuevas disposiciones, también se aprobarán algunas que inciden directamente en el bienestar del planeta, aunque algunas de las que están previstas para su sanción en Europa muy posiblemente no salgan adelante.

Obligaciones ambientales

Los grandes temas de obligaciones medioambientales inciden en el cálculo de la huella de carbono para las empresas más grandes, la recogida selectiva de residuos textiles y la nueva normativa para etiquetar envases son algunas de las obligaciones que entrarán en vigor en España en breve.

Entre las normativas también se incluyen nuevas disposiciones en materia de economía circular o de ecodiseño que se prevén que lleguen a aplcicarse a partir del próximo año o que deberían desarrollarse mediante normativa específica en 2025.

Huella de carbono

La huella de carbono, uno de los conceptos fundamentales de la transición energética y de responsabilidad por parte de empresas y gobiernos, se centra en la cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Emitidos por las compañías, de manera directa o indirecta, y su medición se lleva a cabo de acuerdo con estándares internacionales, con intención de aplicar planes de reducción o compensación que permita alinearlas con las políticas ambientales.

Hasta ahora, el cálculo de la huella de carbono en actividades empresariales era voluntario en España, pero la Ley 7/2021 estableció la obligatoriedad a partir del próximo 1 de enero para determinadas compañías que, además, estarán también forzadas a desarrollar y hacer público un plan concreto de reducción de GEI.

Número de empleados o facturación

De acuerdo con la información facilitada por la Cámara de Industria y Comercio de Madrid, las empresas obligadas serán las que tengan una media de empleados superior a 500, que sean consideradas entidades de interés público según la legislación de auditoría de cuentas o que durante dos años consecutivos cumplan dos de estos criterios al cierre del ejercicio: un total activo consolidado superior a 20 millones de euros, una cifra de negocio consolidada anual superior a los 40 millones de euros o una media de empleados mayor a 250 durante el año.

Estos son los puntos a nivel nacional, porque los requisitos a nivel autonómico varían: por ejemplo, en Baleares afecta a empresas desde 50 empleados y 10 millones de euros anuales facturados y en Andalucía también están obligadas las que consumen más de 1 GWh al año.

En los próximos meses está prevista la aprobación del Real Decreto que modificará el Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo, por el cual se crea el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono.

Estarán obligadas a calcular, registrar sus huellas de carbono y a elaborar planes de reducción de emisiones las empresas obligadas por la futura Ley de información empresarial sobre sostenibilidad.

Sector textil y calzado

Los informes de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo consideran la moda como la segunda industria más contaminante a nivel mundial -en especial la conocida como fast fashion- pues produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales sumados.

El consumo de agua -producir una simple camiseta de algodón precisa 2.700 litros-, la contaminación -cada año se arroja al mar medio millón de toneladas de microfibra que terminan en forma de microplásticos en el estómago de la fauna marina y del ser humano que la consume- y la cada vez menor capacidad de reciclaje por la decreciente calidad de numerosas prendas son algunos de los problemas ambientales añadidos.

Las grandes marcas de ropa han comenzado a sumarse a la estela de las marcas ecológicas para mejorar la situación, buscando la creación de Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para reciclar sus productos, como sucede con otros sectores.

Residuos textiles

A partir del 1 de enero, la recogida de residuos textiles será obligatoria en todos los países de la UE -que genera 12,6 millones de toneladas al año- para impulsar la economía circular: la Comisión Europea quiere fomentar la recogida selectiva, la clasificación, reutilización y reciclaje del textil dentro de su estrategia de circularidad y sostenibilidad para estos productos.

Además de beneficiar el medioambiente, la medida espera crear puestos de trabajo locales y ahorrar dinero a los consumidores europeos, así como promover tecnologías innovadoras como el reciclaje fibra a fibra y terminar con la mala práctica de exportar residuos como si fueran productos reutilizables.

El Real Decreto sobre la gestión de residuos textiles y de calzado tenía que aprobarse antes de 2025 para cumplir con la Ley 7/2022, pero es poco probable que llegue a aprobarse en 2025 dado que, actualmente, está en tramitación la futura directiva que revisará la directiva marco de residuos y que regulará, entre otros aspectos, la responsabilidad ampliada aplicable a los textiles y al calzado.

Envases y etiquetado

También el próximo 1 de enero entrará en vigor la nueva normativa para el etiquetado de envases en España: una respuesta al requerimiento de la UE para potenciar la calidad y seguridad en los utilizados para productos alimenticios.

Las etiquetas deberán ofrecer información detallada sobre la gestión de residuos de los envases, incluyendo su reciclabilidad, además de incluir símbolos de identificación de los materiales que los componen.

La medida busca promover prácticas más sostenibles en la producción de envases para ajustarla a criterios de la economía circular como su durabilidad, su calidad de reparación y su reciclabilidad.

Reciclaje y plástico

Es decir, que a partir del 1 de enero de 2025 se tendrá que indicar en los envases domésticos la fracción o el contenedor en el que deben depositarse. Sin embsargo, los productos introducidos en el mercado antes de esa fecha estarán exentos de esta obligación.

Además, el 25% de las botellas de PET tendrá que ser de plástico reciclado y los envases comerciales e industriales estarán obligados a adherirse a un SCRAP o a crear un Sistema Individual de Responsabilidad Ampliada (SIRAP).

Las empresas tendrán un plazo hasta el 31 de marzo de 2025 para reportar al Estado el número de envases introducidos en el mercado en 2024, una cifra que dará como resultado cuántos envases se ponen en el mercado y cuántos se reciclan.

Ecodiseño

El Reglamento de ecodiseño establece que antes de abril del 2025, la Comisión tendría que aprobar un plan de trabajo que detalle los actos delegados que prevé adoptar y sobre qué aspectos.

Entre los aspectos más reseñables está la introducción de nuevos requisitos como la durabilidad o la reparabilidad de los productos, la eficiencia en el uso de la energía y requisitos de información como el Pasaporte Digital de Producto (PDP). También prohíbe la destrucción de productos textiles y calzado no comercializados.

Además, a partir del 19 de julio de 2025, la Comisión deberá adoptar un acto delegado sobre el formato en el que se divulgará información sobre los productos de consumo no vendidos que hayan sido objeto de desecho, y un acto delegado para regular las excepciones a la prohibición de destrucción de productos de consumo no vendidos.

Plástico y pesca

El Real decreto sobre la gestión de residuos de artes de pesca que contienen plástico tenía que aprobarse antes de 2025 para cumplir con la Ley 7/2022. Actualmente, está en tramitación la futura directiva que revisará la directiva marco de residuos y que regulará, entre otros aspectos, la responsabilidad ampliada aplicable a los textiles y al calzado.

Se presentó a consulta pública hasta julio de 2024 una norma que desarrollará una regulación específica sobre los artes de pesca que contengan plástico, relativa a la gestión de los residuos de éstos y a la aplicación de la responsabilidad ampliada del productor de estos productos en relación con la gestión de sus residuos. Tenía que aprobarse antes de 2025 para cumplir con la Ley 7/2022, pero se encuentra en una fase muy inicial del procedimiento.

Toallitas húmedas y globos con plástico

El Real decreto sobre la gestión de residuos de toallitas húmedas y globos que contienen plástico desarrollará una regulación específica sobre las toallitas húmedas y los globos que contienen plástico.

Esta norma es relativa a la gestión de los residuos y a la aplicación de la responsabilidad ampliada del productor a estos productos en relación con la gestión de sus residuos. Tenía que aprobarse antes de 2025, pero se encuentra en una fase muy inicial del procedimiento.

Greenwashing y green claims

La Eurocámara aprobó en enero de 2024 una nueva directiva que prohibe el uso de expresiones como «biodegradable», «climáticamente neutro» o «eco» cuando no pueda demostrarse, y obligará a hacer más visible la información sobre la garantía y la durabilidad de los productos. El objetivo es proteger a los consumidores de prácticas comerciales engañosas.

En 2024 se aprobó la Directiva (UE) 2024/825 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de febrero de 2024 ―más conocida como Directiva de greenwashing―, y en 2025 está previsto que se apruebe la Directiva relativa a la justificación y comunicación de alegaciones medioambientales explícitas ―más conocida como Directiva sobre alegaciones ecológicas o green claims.

Establecerá requisitos mínimos para respaldar y comunicar las declaraciones ambientales, así como una regulación más detallada de los sistemas de etiquetas y certificaciones ambientales.

En España, se ha comenzado a tramitar el proyecto de Ley de consumo sostenible, que se sometió a una consulta pública previa hasta el 30 de marzo de 2024.

Mediante esta norma se incorporarán al ordenamiento jurídico español las Directivas relativas al greenwashing y a las alegaciones ecológicas, así como la Directiva de reparación. La Ley se encuentra en un estado de tramitación muy inicial, por lo que probablemente no llegue a aprobarse en 2025.

Desperdicio alimentario

El Congreso de los Diputados ha aprobado recientemene el dictamen del proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y del Desperdicio Alimentario, una iniciativa que obligará a los hosteleros, clientes y a toda la cadena de valor asociada con los productos alimenticios a cambiar procedimientos y hábitos. Incluso podría conllevar multas de hasta 500.00 a los empresarios que no la cumplan.

En este contexto, los clientes que consuman en un restaurante podrán exigir que se lo puedan llevar a casa, una entre muchas reglas que van a cambiar radicalmente en el sector de la hostelería cuando termine de aprobarse en el Senado una nueva ley contra el desperdicio alimentario.

Reducción de residuos

Sin embargo, con la aprobación en el Senado no concluye esta lucha contra el desperdici0 alimentario, ya que la Comisión Europea presentó el 5 de julio de 2023 una propuesta de revisión de la Directiva marco sobre residuos para reducirlos, incluidos los de los alimentos, y el impacto medioambiental de la gestión de residuos. Se aprobará, muy probablemente, en 2025.

Esta revisión de la Directiva introduce objetivos vinculantes de reducción del desperdicio de alimentos a alcanzar a nivel nacional ―para finales de 2030, y en comparación con las cantidades de 2020, los países de la UE tendrán que reducir su desperdicio alimentario en un 10% en el procesamiento y la fabricación y en un 30% a nivel minorista y de consumo.