Alerta científica: Olvídate de estas tablas de cortar alimentos en la cocina
Comprueban que este utensilio de cocina libera micropartículas al ser utilizadas a la hora de cocinar. Te contamos cuál es la más idónea
Las tablas de cortar en las cocinas se han convertido en uno de los elementos más comunes de estos espacios, un elemento que básicamente utiliza materiales como la madera y el plástico. Ahora la duda surge entre utilizar un tipo u otro de tabla de cortar, un punto que está siendo motivo de discusión y de estudios científicos.
Entre la literatura científica encontramos un estudio publicado en Environmental Science & Technology que revela que estas tablas son una fuente de micropartículas que se pasa por alto.
El trabajo descubrió que cortar zanahorias en tablas de madera y plástico podría generar potencialmente decenas de millones de micropartículas al año que se generan durante su utilización
Toxicidad y salud
A pesar de esto, una prueba de toxicidad indicó que las micropartículas de polietileno o madera, liberadas durante el proceso de corte, no afectaron significativamente la supervivencia de las células de los ratones.
Los puntos más cuestionados de la madera tienen que ver con su propia naturaleza, ya que no es un material completamente liso e inerte, sino que se considera poroso, absorbente de la humedad y deformable.
Con el uso, se pueden ir formando marcas y hendiduras en la superficie de las tablas, y teóricamente, ahí se acumula humedad, dificultando la limpieza, lo que podría facilitar a su vez el desarrollo de bacterias.
Para rebatir este punto está el estudio Seguridad microbiana de la madera en contacto con alimentos: una revisión (Microbial safety of wood in contact with food: a review), que señala que, debido a su composición, las fibras de la madera actúan como bactericidas.
Al analizar la capacidad antimicrobiana de las tablas de madera se concluye que las bacterias que puedan penetrar quedan atrapadas y mueren y que no existe relación entre las maderas y el contenido en microbios de los alimentos.
Micropartículas en la cocina
En contraposición a la madera, en el ámbito doméstico, las cocinas se han convertido en epicentros importantes de contaminación por micropartículas de plástico, también identificados como microplásticos (MPs) o nanoplásticos (NPs).
Se conoce, a través de diversos estudios y pruebas, que una gran cantidad de utensilios de cocina, que abarcan sartenes antiadherentes revestidas, tablas de cortar de plástico y utensilios desechables, liberan cantidades sustanciales de partículas de MPs en el uso diario, que luego pueden ingerirse junto con los alimentos.
Plástico negro
Incluso, el color negro del plástico en los utensilios de cocina y en otros objetos cotidianos también indica que puede contener niveles alarmantes de retardantes de llama tóxicos que se estarían filtrando desde los productos electrónicos durante el reciclaje.
Las tablas de cortar suelen estar hechas de materiales como el caucho, el bambú, la madera o el plástico, éste último cada vez más frecuente en las cocinas como complemento perfecto a las tareas culinarias para no dañar encimeras o los cuchillos.
Sin embargo, con el uso continuado de las tablas de cortar en la cocina para tareas de preparación de alimentos, como picar, rebanar y trocear, estas herramientas gradualmente muestran ranuras y marcas de corte.
Polipropileno y polietileno
En los últimos tiempos, las investigaciones han revelado que ciertos materiales plásticos utilizados para las tablas, incluidos el polipropileno y el polietileno, pueden desprender partículas de tamaño nanométrico y micrométrico cuando se cortan con cuchillos.
Sin embargo, esos estudios no evaluaron cuántos de estos microplásticos podrían producirse durante situaciones realistas de preparación de alimentos. Este sería un dato importante porque las partículas podrían tener efectos negativos para la salud si se ingieren.
El estudio Tablas de cortar: ¿una fuente ignorada de microplásticos en los alimentos humanos?, reconoce que «las tablas de cortar de plástico son una fuente potencialmente importante de microplásticos en los alimentos para humanos».
Liberación de micropartículas
Por este motivo, los científicos se pusieron manos a la obra para investigar las micropartículas que se liberarían al cortar verduras en tablas de plástico y madera, así como cualquier posible toxicidad de estos diminutos materiales.
Los investigadores recogieron y midieron las partículas de tamaño microscópico que se liberaban de las tablas de cortar, que fueron golpeadas repetidamente con un cuchillo. En sus pruebas, compararon los patrones de corte de cinco personas y el de una persona que cortaba diferentes materiales con y sin zanahorias.
A partir de los resultados, el equipo calculó que la preparación de alimentos podría producir entre 14 y 71 millones de microplásticos de polietileno y 79 millones de microplásticos de polipropileno a partir de sus respectivas tablas cada año.
Pérdida de material llamativa
Para comprender de forma rápida este tema de las micropartículas, en el estudio ScienceDirect, describía que las tablas de cortar carne utilizadas en cadenas de supermercados perdieron hasta 875 g de masa en 40 días, una tasa que supera con creces la pérdida anual estimada hasta entonces.
En contraposición, no se determinaron estimaciones anuales para las tablas de madera, aunque las investigaciones determina que estos artículos desprendieron entre 4 y 22 veces más micropartículas que los de plástico en diferentes pruebas.
Entre las variables y las estimaciones analizadas en las tablas de cortar de plástico, se tuvo en cuenta el estilo de corte de un individuo, el material del tablero, la fuerza necesaria para cortar los alimentos, el tamaño de los ingredientes a picar y la frecuencia de uso.
Salud y contaminación
Volviendo al laboratorio y a los ratones, a pesar de que se formaron muchas micropartículas, los investigadores descubrieron que los microplásticos de polietileno y las micropartículas de madera liberadas al cortar zanahorias no parecieron cambiar significativamente la viabilidad de las células de los roedores en las pruebas.
En conclusión, si bien las tablas de cortar de plástico son fáciles de limpiar, los investigadores concluyeron que se podrían utilizar otras opciones para reducir la posible contaminación por microplásticos en los alimentos.
Como recomendación, la ciencia aconseja adoptar prácticas más informadas en las cocinas para contribuir significativamente a la reducción de la carga ambiental de la contaminación por MPs, salvaguardando así tanto la salud humana como el sistema ecológico.