Honda CR-Z: una renovación que no verás
El Honda CR-Z es uno de esos coches que enamoran nada más verlo. Aunque en nuestro país por desgracia nos tenemos que conformar con las fotografías que nos mandan sus creadores, porque aquí no se vende. Ni se va a vender a pesar de que se le haya realidad un lavado de cara.
Los cambios de este deportivo híbrido japonés afectan tanto a su imagen exterior como al interior, quedando como estaba el apartado mecánico. Empezando por lo primero, encontramos un frontal con suficientes modificaciones como para apreciarlas desde un primer vistazo. Contamos con una rejilla de tipo nido de abeja, con unos faros que cuentan con una forma modificada con LED diurnos. También varía la forma de los paragolpes, que ahora aportan una apariencia más deportiva al conjunto. En la zaga también se ha rediseñado el paragolpes, apareciendo justo debajo de él un nuevo difusor que le da un toque más agresivo a esta zona. Además, Honda anuncia la llegada de nuevos colores para la carrocería, así como unas nuevas llantas cuyo tamaño puede llegar a ser de 17 pulgadas.
El diseño interior del nuevo Honda CR-Z no presenta tantos cambios como su exterior, si bien la marca japonesa ha incorporado un nuevo equipo de infoentretenimiento con pantalla táctil. También se ha optado por incorporar una nueva tapicería mucho más elegante y un volante con pespuntes. Destaca además la presencia de un freno de mano eléctrico.
Otro de los detalles que nos ha llamado mucho la atención del nuevo Honda CR-Z es la presencia de un equipo de sonido que tiene cancelación activa del ruido que proviene del exterior, con lo que el aislamiento en marcha es óptimo. Además, los altavoces pueden canalizar el sonido del motor, lo que sirve para que tengamos la sensación de escuchar un propulsor mucho más potente del que realmente conducimos.
Como decíamos al principio, en el apartado mecánico no encontramos novedad alguna. Tenemos un motor Honda de 1,5 litros de cuatro cilindros que se apoya en otro eléctrico para alcanzar una potencia máxima de 137 CV. Estamos ante un propulsor capaz de hacer acelerar al Honda CR-Z de 0 a 100 km/h en 9 segundos. Penaliza respecto a algunos rivales a la hora de utilizar el motor eléctrico, algo que no puede hacerse de forma independiente. Por último, destacar que el nuevo Honda CR-Z se sigue asociando a una caja de cambios manual, algo no muy corriente en este tipo de coches. De hecho, es el único híbrido de estas características del mercado.
El Honda CR-Z llegó a venderse en Europa, pero fue un fracaso comercial. Este tipo de coches está orientado al ahorro de combustible y a la eficiencia, con lo que vender un deportivo de estas características no parece muy lógico. Otro gallo cantaría si contase con una versión de mucho más caballaje o, simplemente, con versiones dotadas de motores de combustión (¿os imagináis este coche con el motor del Civic Type R?). Pero eso, de momento, es pura utopía.