La Guardia Civil te explica cómo usar los intermitentes en una rotonda: ¿Lo estás haciendo bien?
Siempre hay que saber utilizar los intermitentes las rotondas.

Una de las formas que se han inventado para la regulación del tráfico fueron las rotondas y glorietas de una forma rápida y fluida. Las normas para poder circular en sus carriles son iguales que si se circula en un tramo recto de una autovía o autopista, por lo que se debe usar igual el intermitente.
En la DGT han querido recordar cómo se debe conducir en las rotondas y de qué forma se usan los intermitentes y quién cuenta con preferencia.
¿Qué hay que valorar al circular en las glorietas?
Los problemas más importantes a los que se enfrentan los conductores cuando quieren solucionar una rotonda se basan en tres puntos importantes:
- Elegir carril en la entrada a la glorieta utilizando bien el intermitente.
- La preferencia en la rotonda.
- La salida que vayas a tomar en la rotonda.
- Algunos conductores piensan que en cuanto están dentro de la rotonda, el sistema de carriles suele ser distinto al de otras vías, pero nada más lejos de la verdad. Los carriles de la rotonda se rigen por idénticas normas que un tramo recto en autopista o carretera.
En las rotondas que cuenten con varias posibilidades para elegir carril, hay que elegir antes, cuál es el mejor dependiendo de la salida que se vaya a elegir antes y usar el intermitente en la rotonda las veces necesarias:
Si tomas una de las primeras salidas hay que situarse en el carril de la derecha. De no ser así, si tu salida no es de las primeras, puedes y debes situarte en los carriles interiores señalizando el movimiento con el intermitente izquierdo en la rotonda para desplazarse sin molestar a otros usuarios.
Como en otra clase de vía, en cuanto te acerques a la salida, hay que incorporarse antes al carril exterior usando el intermitente derecho.
Lo que no se puede es salir de la rotonda si te sitúas en cualquiera de los carriles centrales o situados en la izquierda, una acción que suele ocurrir a diario y que provoca algún susto o, incluso, algún tipo de accidente.
La prioridad en las rotondas
La utilización de los intermitentes no te otorga preferencia. Si hablamos de preferencia de paso, la prioridad en una rotonda se va a regir por semejantes normales y reglas que los cruces, excepto los vehículos que ya estén dentro de la rotonda van a tener preferencia sobre los que se incorporan en ella.
Intermitente izquierdo en la rotonda
Existen muchas clases de rotonda, tamaños distintos, y bastantes de ellas hasta no tienen una selección de carril bien definida. Eso sí, es posible comprobar cómo muchas veces la rotonda se toma como un obstáculo en una línea recta en la que bastantes vehículos se van a saltar la totalidad de carriles sin usar el intermitente, de forma que la hagan lo más recta posible.
Otras veces, es posible ver cómo los que trazan el radio correcto de la rotonda no solo lo hacen por cualquier tipo de carril, además van a querer salir de esta desde cualquiera de los carriles que estén disponibles.
La mala utilización de los intermitentes puede ocasionar una multa
El propio Reglamento General de Circulación lo que hace es obligar a los usuarios de la vía a que puedan indicar el tiempo cuál será la maniobra.
Tanto si se va en moto como en coche hay obligación de usar los intermitentes para avisar a las otras personas sobre cuál es la intención. No olvidemos que el intermitente es una herramienta importante que puede acabar evitando accidentes.
En las rotondas, lo mismo que en otras vías, es importante el accionar los intermitentes, tanto cuando se cambia de carril en la misma rotonda como cuando se sale de esta.
No hacerlo, es posible que suponga una sanción de 200 euros o de 80 euros cuando no se señalice a tiempo.
Algunos casos excepcionales a valorar cuando se circula por las rotondas
Existen muchos casos en los que puede haber situaciones de excepción. Por una parte, se pueden encontrar en la vía coches de gran tamaño, caso de los camiones o buses que, por su longitud, les pueda parecer complicado trazar los carriles designados, por lo que tendrán que ocupar dos o varios carriles de manera simultánea.
En este sentido, los otros usuarios de la vía deben facilitar la maniobra lo máximo posible en unos márgenes de seguridad. Lo mismo se puede aplicar a los vehículos de emergencia, como las ambulancias o vehículos de policía.
Otro de los casos que la DGT suele señalar es el de los ciclistas, especialmente cuando van en grupo. Aquí el pelotón debe ser tratado como si de un solo vehículo se tratase, por lo que una vez el primer ciclista acceda a la rotonda habrá que esperar a que el último del grupo pase y no interpretarlos como muchos vehículos a la vez.
Si se atiende a unas instrucciones sencillas, podemos convertir las glorietas y rotondas en las intersecciones, si no de manera perfecta, al menos la de mayor rentabilidad en cuanto a tiempo y fluidez, que es para lo que han sido diseñadas.
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