Ford pide ayuda a sus proveedores de baterías para bajar el precio de sus coches eléctricos
Registra pérdidas de más de 120.000 euros por cada vehículo eléctrico
Ford ha pedido a sus proveedores ayuda para reducir los costes de producción de vehículos eléctricos ante la llegada de nuevas marcas con precios más asequibles en el mercado. El fabricante automovilístico norteamericano ha registrado pérdidas en su división de nueva movilidad de más de 120.000 euros por cada vehículo eléctrico producido, lo que ha llevado a la dirección de la compañía a replantearse su estrategia de electrificación en el corto plazo.
Tal y como han confirmado fuentes cercanas a la situación, en conversaciones con este diario, el fabricante automovilístico norteamericano se ha puesto en contacto con distintos proveedores para solicitar ayuda en la reducción de los costes para producir coches eléctricos, argumentando que se trata de una batalla a la que tienen que hacer frente de la mano, con el objetivo de evitar que la ralentización de los planes de electrificación de la compañía afectan a toda la cadena de valor.
«Para permitir la asequibilidad, es de suma importancia que nuestra cartera de vehículos eléctricos alcance mayores niveles de eficiencia en costos de materiales», explicaban desde la compañía a los proveedores de piezas para la producción de coches de nueva energía solicitando «propuestas de reducción de costos incrementales».
Ford y los coches eléctricos
En concreto, Ford anunció en 2021 su objetivo de vender únicamente turismos eléctricos de batería en Europa para finales de la década. Esto es, el año 2030. El objetivo era más ambicioso que el plan de la Unión Europea de permitir que sólo se vendan automóviles con cero emisiones después de 2035, como parte de su estrategia de reducción de CO2. Un calendario que podría convertirse en papel mojado ante la relajación de la demanda de este tipo de motorizaciones en los distintos mercados europeos.
Un replanteamiento de la estrategia que también se debe a que al fabricante automovilístico norteamericano no le salen los números. La división eléctrica Model e arrojó unas pérdidas de 1.300 millones de dólares (1.196 millones de euros) durante el primer trimestre de 2024, o lo que es lo mismo, más de 130.000 dólares (119.575 euros) por cada uno de los 10.000 vehículos que vendió en entre enero y marzo.
Prescindir de los proveedores es una medida más dentro de la estrategia de la automovilística de Detroit para reducir los costes de su hoja de ruta hacia la electrificación, que incluye reducir el gasto en 12.000 millones de dólares (11.041 millones de euros) en modelos impulsados por baterías, recortar los precios y posponer la construcción de plantas de baterías electrificadas.
Este movimiento afectará a las alianzas con proveedores asiáticos que tiene la estadounidense, entre ellas, las surcoreanas SK On o LG Energy Solution y la china Contemporary Amperex Technology. Y, además, supone un varapalo para la industria, ya que muchas de estas empresas ya habían invertido para desarrollar la tecnología necesaria para la electrificación.
Tal es el cambio de estrategia del fabricante automovilístico norteamericano, que también ha cambiado sus planes de producción para la planta que tiene en Almussafes, en la que en un principio se preveía ensamblar coches 100% eléctricos y finalmente se producirán híbridos con el objetivo de garantizar la carga de trabajo en la factoría.
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