Los 7 coches más sucios
Sabemos que cada vez existe una mayor conciencia del medio ambiente por parte de los fabricantes y eso nos lleva directamente a automóviles cada vez más limpios. La apuesta por mecánicas menos potentes, híbridas y con nuevas tecnologías en detrimento de los modelos pasionales destinados únicamente al disfrute del conductor.
Pero todavía es posible encontrar coches que miran poco por la razón y arrojan cifras elevadísimas de CO2 a la atmósfera. En la siguiente lista los vas a conocer, pero ojo, porque no tenemos en cuenta los niveles de NOx, también muy contamientantes, sino los de dióxido de carbono, que al fin y al cabo son los tenidos en cuenta a la hora de comprar un coche y hacer que paguemos más o menos en el impuestos de matriculación.
Lamborghini Aventador
El sucesor del Lamborghini Murciélago es uno de los deportivos más espectaculares, pero no podemos decir precisamente que sea el más respetuoso con el medio ambiente. Su gama apenas cuenta con una única versión que puede elegirse en carrocería coupé o roadster, pero es suficiente para situarse como la más sucia de entre sus rivales.
Es cierto que de un gigantesco propulsor V12 de 700 CV no podemos esperar precisamente unas emisiones de CO2 contenidas. Todo lo contrario. En este caso el Aventador nada menos que 398 gramos de CO2 por kilómetro. Obviamente y al igual que los modelos que encontrarás a continuación para un impuesto de matriculación del 14,75%. Es el castigo por ensuciar tanto la atmósfera.
Bentley Continental
Muy cerca del Lamborghini Aventador encontramos al Bentley Continental. Esta marca británica posee algunos de los modelos menos ecológicos del mercado, y su modelo más vendido se «lleva el gato al agua».
Si elegimos la variante más radical de este modelo, dotada de un doce cilindros en W de 6,0 litros que rinde 610 CV las emisiones de CO2 se disparan hasta los 396 g/km. Estamos seguros de que a sus propietarios no les importará demasiado abonar la cantidad más elevada en materia de impuesto de circulación, ni mucho menos contaminar el aire a cada golpe de acelerador.
Bentley Mulsanne
Curiosamente el tercer modelo más contaminante también se encuentra dentro de la gama de Bentley. Se trata del Mulsanne, una berlina de represantación con una elegancia y calidad al alcance de muy pocos fabricantes, como también lo esta su cifra de emisiones de dióxido de carbono.
En este caso hay que fijarse en la única variante del modelo disponible, que recurre a un propulsor V8 biturbo de 6,7 litros y nada menos que 510 CV. Con semejante corazón y un peso de más de dos toneladas el consumo medio de este modelo se dispara hasta los casi 17 l/100 km y las emisiones de CO2 a 393 g/km.
Aston Martin Vantage
Seguimos en Reino Unido, donde encontramos el cuarto modelo más sucio del mercado. Es cierto que el Vantage no es precisamente el Aston Martin más moderno, lo que influye directamente en que sus emisiones de dióxido de carbono no sean nada bajas, pero esto no quita que no estemos ante un modelo nada ecológico.
El Aston Martin Vantage que más contamina es el V12 de 6,0 litros, la variante más potente de este deportivo, que se marcha hasta los 388 g/km de CO2.
Maserati GranTurismo
Pese a su veteranía, el Maserati GranTurismo sigue siendo uno de los deportivos más bellos del mercado, pero también tiene el lastre de ser uno de los que más contaminan.
Disfrutar de un motor como su V8 de 4,7 litros y 460 CV tiene el inconveniente de emitir demasiado CO2 a la atmósfera. Concretamente 387 g/km, cifra muy elevada hoy en día.
Rolls Royce Phantom
Modelo de grandes dimensiones y elevado peso suele ser sinónimo de mucha contaminación. Ejemplo de ello es el Rolls Royce Phantom, la berlina media de la firma británica que solo se comercializa con un motor V12 muy tragón y poco limpio. Las emisiones de dióxido de carbono se disparan aquí hasta los 380 g/km.
Ferrari FF
Ferrari no cuenta con la gama más contaminante del mercado, pero aún así tiene algún modelo que se cuela en este ranking no demasiado beneficioso. En concreto señalamos directamente al FF, el único Ferrari con cuatro plazas y de tamaño considerable, que es impulsado por un cada vez menos común V12 en la industria del automóvil.
Con 659 CV registra unas prestaciones de infarto, pero sus emisiones de CO2 también son para asustarse: 360 g/km.