Alfa Romeo 4C Zender, una vuelta de tuerca perfectamente medida
El Alfa Romeo 4C es uno de esos vehículos que llama la atención con su sola presencia. Además, por sus formas y su carácter se convierte en un blanco fácil para los preparadores de coches. Ya os lo demostramos con el trabajo realizado por Pogea hace unos meses. Y siendo sinceros, en el momento de escribir aquellas líneas ya intuímos que no iba a ser ni mucho menos la última vez que íbamos a hablar de una transformación de este modelo. Es el turno de Zender, que hace una apuesta menos radical que la preparación que te hemos nombrado.
Echando un primer vistazo al resultado final de la transformación propuesta por Zender para el Alfa Romeo 4C podemos decir que estamos ante todo un acierto. Se añaden en el exterior las suficientes piezas como para darle un toque de agresividad extra al deportivo italiano pero sin hacerle perder un ápice de su esencia. Ideal para todos aquellos que busquen exclusividad sin por ello tener que ‘tragar’ con un vehículo que sea reconocible a cinco manzanas de distancia.
Para lograr esto, Zender ha partido de la base del Alfa Romeo 4C original, diseño al que se han añadido una serie de elementos en fibra de carbono -entre ellos, las carcasas de los retrovisores, que además cuentan con intermitentes de LED integrados- que añaden un toque extra de músculo. Gracias a este preparador el 4C parece más bajito y ancho ahora. Ayudan a lograr este aspecto más agresivo unas nuevas tomas de aire adicionales y un capó que también dispone de nuevas rejillas. En la zaga se aprecia un nuevo difusor y unas salidas de escape renovadas. Sorprende no obstante la ausencia de alerón, un elemento muy utilizado por todos los preparadores.
Si nos fijamos en el interior, los cambios respecto al modelo original también son sutiles. Por ejemplo, la tapicería de piel y Alcántara es de nueva factura, y la realiza Zender en su totalidad. El preparador también ha modificado uno de los elementos que más utilizaremos cuando conduzcamos nuestro 4C de forma deportiva, las levas del cambio. Éstas son ahora más grandes, facilitando el acceso a ellas sea cual sea la posición de nuestras manos.
Por último, y como sucede en toda preparación que se tercie, Zender ha retocado el motor. Al igual que sucede con el apartado estético, los cambios que vamos a ver aquí son de pequeño calado, suficientes como para dejar claro que estamos ante una versión especial del 4C pero sin hacerle parecer un coche diferente. El motor de cuatro cilindros y 1,7 litros se mantiene invariable, aunque su potencia pasa de los 240 CV originales a 275. Por su parte, el par máximo queda en 400 Nm. Con el escaso peso del conjunto, os podréis imaginar que las prestanciones serán de infarto. Hablamos de una aceleración de 0 a 100 km/ en 4,3 segundos, lo que supone una ganancia de 0,2 segundos respecto al modelo convencional, y de una velocidad punta de 265 km/h, aumentando en 7 la cifra homologada por el 4C de serie.