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Así ha quedado el 911 más antiguo que exhibe el Museo Porsche tras ¡tres años de restauración!

Porsche 911
El estado en el que fue encontrado esta unidad tan especial del Porsche 911 era peor que paupérrimo.

Después de tres años de restauración, el Museo Porsche ha presentado al fin una de las más novedosas incorporaciones a su colección, la que se convierte desde ya mismo en el 911 más antiguo de los que posee. Se expondrá del 14 de diciembre al 8 de abril en una exhibición especial con el nombre “911 (901 Nº 57): Despega una leyenda”.

El 911 en cuestión se trata de un coupé rojo fabricado en octubre de 1964 como una de las primeras unidades de producción en serie de este deportivo, conocido entonces como 901 . Casi 50 años más tarde, el Museo Porsche encontró este singular coche y decidió comprarlo con vistas a una restauración que lo devolviera a su estado original. Como ves en la galería que preside estas líneas, el trabajo era de todo menos sencillo.

Porsche 911
El interior de esta vetusta unidad del 911 de los años 60 no estaba mucho mejor que su exterior.

¿Cómo se encontró esta unidad del 911?

En 2014, mientras evaluaban una colección de objetos largo tiempo olvidada en un granero, un equipo de televisión alemán de un programa sobre antigüedades y artículos de recuerdo se encontró con dos modelos 911 de los años sesenta. Tras hacer averiguaciones con el Museo Porsche, se descubrió que uno de los dos deportivos, con el número de chasis 300.057, era de esas unidades especiales fabricadas antes de que el vehículo recibiera el nuevo nombre. El Museo Porsche decidió comprar ambos 911, al precio fijado por un experto independiente, y así cubrir uno de los huecos clave que había en su importante colección de clásicos producidos por la marca Porsche.

Uno de los puntos cruciales que llevaron a la compra del vehículo fue el hecho de que el 911 no había sido restaurado, lo que daba a los especialistas del museo la oportunidad de rehacer el coche de la forma más auténtica y parecida al original. El trabajo ha durado tres años para devolver a este deportivo oxidado a su estado original, utilizando piezas de carrocería genuinas de aquella época que fueron tomadas de otros vehículos. El motor, la transmisión, los componentes eléctricos y el interior se repararon siguiendo los mismos principios. La norma general era mantener piezas y fragmentos donde fuera posible, en lugar de reemplazarlos. Estos complejos métodos de restauración, usados habitualmente por el Museo Porsche, son precisamente la razón de que haya costado tanto tiempo devolver a la vida a este histórico deportivo. Eso sí, la espera ha merecido la pena, ¿no creéis?

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