Opel Mokka 1.6 CDTI 136 CV 4×4: la prueba

Con el desembarco en los concesionarios del nuevo Opel Mokka X a la vuelta de la esquina, es un buen momento para recordar de dónde viene la marca alemana con este modelo. Será también una gran oportunidad para hacerte próximamente con una versión que seguro que en los próximos meses contará con jugosos descuentos ante la llegada de su sucesor. Nos ponemos al volante del Opel Mokka dotado del motor diesel de 1,6 litros y 136 CV con tracción a las 4 ruedas, una de las opciones más apetecibles del mercado para aquellos que quieran un SUV que no presente especiales dificultades en el tráfico urbano y que además ofrezca interesantes capacidades 4×4. Sin duda, un gran equilibrio.

Diseño

A lo largo del día te cruzarás por la calle con bastantes unidades del Opel Mokka. Es un modelo bastante popular. Pero no es hasta que te enfrentas a él en distancias cortas cuando te das cuenta de una de sus principales características en lo que a diseño se refiere. Es un SUV que tiene mucha presencia. De esos que por sus formas parece que es más grande y musculoso de lo que realmente es. No sabemos si el nuevo Mokka X continuará aparentando lo mismo, pero desde luego sería un acierto. Con los SUVs, estamos ante un tipo de vehículo donde esta característica es especialmente interesante.

En lo que a sus formas propiamente dichas se refiere, nos encontramos con un todocamino de líneas muy redondeadas, lejos de lo que proponen alguno de sus rivales como el Nissan Qashqai o el Skoda Yeti. Personalmente me gusta, porque el resultado es un conjunto desenfadado a la par de elegante muy agradable para la vista. Además, tiene un aire más todoterreno aventurero que sus compañeros de batalla, algo a lo que contribuyen las barras del techo. Y todo ello a pesar de que nuestra unidad de pruebas contaba con unas llantas de 18 pulgadas multirradio, que le dan un toque más urbano.

Interior

El interior del Opel Mokka es una conjunción de luces y sombras. Comenzando por las primeras, nos encontramos con un habitáculo que permite una gran cantidad de combinaciones de colores y materiales que hacen de la personalización uno de sus bastiones. Además, el confort en cada una de las cinco plazas disponibles es de los que merece la pena resaltar. Os aseguro que he completado muchos kilómetros con este vehículo por todo tipo de vías y en ningún momento la fatiga muscular ha hecho mella en mí.

La posición de conducción es otro de los puntos que merece elogio. La presencia de un asiento donde las posibilidades de colocación son casi infinitas y un volante regulable tanto en altura como en profundidad lo hacen posible. Tanto los que disfruten de un punto de vista elevado como los que prefieran ir más cerca del asfalto tienen cabida en el Opel Mokka.

No me ha gustado tanto el volante en sí. Cuestión de preferencias, supongo, pero he encontrado el aro del mismo demasiado fino. Eso sí, los mandos integrados son claros y concisos. No te costará nada acostumbrarte a ellos. No sucede lo mismo con la consola central, que cuenta con una cantidad de botones que llega a ser agobiante. Es cierto que tiene un toque de simplificación, porque cada uno controla una cosa diferente, pero se hace harto complicado memorizar la posición de cada uno de los mandos para poder manipularlos sin apartar la vista de la carretera más de lo necesario.

También presenta luces y sombras el maletero. A pesar de contar con un acceso de lo más cómodo y permitir un aumento de capacidad al abatir los asientos traseros, la capacidad del mismo sin esta artimaña se queda en 356 litros -con ella, 1.372-, una cifra inferior a la de sus rivales. Por ejemplo, el Qashqai homologa 439.

Motor y consumos

El motor diesel 1.6 CDTI de 136 CV con el sistema de tracción total es el ideal para el Opel Mokka. Así de claro. En nuestro caso, además, contamos con una caja de cambios manual de seis velocidades de utilización muy confortable y con unas relaciones perfectas para lo que se pretende con este vehículo.

¿Por qué tantos elogios para esta mecánica? Porque es de lo más versátil. Tiene la fuerza suficiente como para sacarte de cualquiera apuro -su par máximo es de 320 Nm- y permite circular a bajas revoluciones para que el consumo no se dispare cuando hacemos un uso normal del vehículo. De hecho, durante la semana de pruebas éste quedó fijado en 6,1 l/100 km, algo a lo que ayudó la presencia del sistema Stop/Start, presente de serie.

En lo que al comportamiento del motor se refiere, la suavidad que presenta es su característica más destacada. Tanto en aceleración -hace el 0 a 100 km/h en 10,3 segundos- como en recuperaciones no vamos a encontrarnos con saltos bruscos en la entrega de potencia. Es todo muy lineal y agradable. Además, Opel ha logrado un nivel de vibraciones y sonoridad que solamente merece aplausos.

Comportamiento

Lo mejor que se puede decir de un SUV cuando hablas de su comportamiento dinámico es que no lo parece. Y esto es precisamente lo que ocurre con el Opel Mokka. Salvando las inevitables inercias que provoca un coche de su altura, el comportamiento de este todocamino alemán en todo tipo de situaciones solo merece elogios. Incluso en zonas urbanas se defiende con bastante soltura gracias a una dirección bastante reactiva y directa.

En carretera abierta nos encontramos con uno de esos coches con los que apetece completar kilómetros. El confort que aportan sus suspensiones, así como el comportamiento en curva que ofrece son más que dignos. Incluso en vías convencionales donde los virajes pueden llegar a ser bastante desafiantes el Mokka aprueba.

La suavidad con la que afronta todo tipo de movimientos es de lo mejor del segmento. Y a pesar de ser un vehículo pensado por y para ofrecer todo tipo de comodidades, su estabilidad no se ve comprometida en ningún caso. La pisada del SUV germano es firme y continua, sin notar en ningún momento los molestos movimientos en los apoyos que algunos vehículos de este tipo realizan.

Equipamiento

El Opel Mokka con el motor 1.6 CDTI de 136 CV está disponible con tres acabados diferentes, que son el Selective, el Excellence y el Crosscity. Con el más bajo de todos ya contamos con una interesante dotación de elementos de serie, como son el ESP con sistema de control de descenso, seis airbags, elevalunas eléctricos delante y detrás, climatizador, control de velocidad, radio CD con MP3 y conexión USB, Bluetooth y llantas de 17 pulgadas, entre otros.

Si nos decantamos por la línea Excellence, se añaden a la ecuación otros elementos como el climatizador bizona, el reposabrazos delantero, algunos cromados en el interior, sensor de lluvia, espejo interior electrocromático y asistente de luz en carretera.

Por encima se sitúa el Crosscity, que viene a ser un pack estético de más enjundia y que es con el que contaba nuestra unidad de pruebas. Se añaden llantas de 18 pulgadas y nuevos colores para la carrocería. Obviamente, también contamos con un amplio abanico de elementos opcionales con los que equipar nuestro Opel Mokka con casi todo lo que se nos ocurra.

Conclusión y rivales

El Opel Mokka es uno de esos SUV perfectos si lo que quieres es un vehículo que sea un todoterreno de verdad. Y no hablamos solamente del apartado ‘off-road’, donde se defiende con soltura, sino de todos los terrenos que se te puedan ocurrir. Poblados, carreteras, autopistas. En cada uno de estos lugares, el Mokka se defiende con soltura.

El precio del Opel Mokka con el acabado Excellence es, con descuentos, de 25.905 euros, a lo que habría que añadir el paquete Crosscity para tener una unidad exacta a la que nosotros hemos probado. Eso sí, como te hemos dicho al principio, es de esperar que nos encontremos con interesantes descuentos cuando el nuevo Mokka X esté al caer y los concesionarios tengan que liberar el posible stock que haya de la versión de la que te hemos hablado.

Rivales

• Nissan Qashqai
• Skoda Yeti
• Mitsubishi ASX
• Dacia Duster

Lo mejor

• El motor 1.6 CDTI de 136 CV
• Versatilidad
• Confort en marcha

Lo peor

• El diseño de la consola central
• Capacidad del maletero
• La cercanía del nuevo Mokka le deja algo anticuado