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Si caminas para adelgazar o te has propuesto salir a caminar todas las mañanas (o todas las tardes) durante un periodo de tiempo determinado y a cierto ritmo, vas (nunca mejor dicho) por el buen camino. Sin embargo, una caminata efectiva o una que te de mejores resultados tendrá que ver no solo con los minutos que le dediques o la velocidad o ritmo que lleves sino que además hay algo que puedes incorporar y lograrás que sea mucho más efectiva. De hecho, comenzarás a notar la diferencia en cuanto lo incorpores dado que la ciencia ha demostrado que es algo realmente beneficioso para aquellas personas que realizan la acción de caminar no solo con el objetivo de mejorar su salud sino también con la idea de perder peso.
Caminar es una de las actividades físicas más sencillas y accesibles que existen, adoptada por millones de personas alrededor del mundo como una estrategia efectiva para perder peso. A pesar de su aparente simplicidad, si caminas para adelgazar debes saber que hacer esto en realidad, ofrece un abanico de beneficios que van más allá de la quema de calorías, incluyendo la mejora de la salud cardiovascular y el bienestar mental. Muchas personas optan por la caminata diaria no solo por estos beneficios, sino también por su flexibilidad, ya que se puede practicar en casi cualquier lugar y a cualquier hora. Sin embargo, para aquellos que buscan maximizar los efectos de la caminata en la pérdida de peso, existen ciertas estrategias que pueden hacer que cada paso cuente aún más.
Si caminas para adelgazar debes incorporar esto a tu caminata
Además de ser una actividad de bajo impacto, la caminata es especialmente valorada por aquellos que no están acostumbrados a regímenes de ejercicio intenso o que están empezando su viaje hacia un estilo de vida más activo. Según estudios, para obtener resultados significativos en términos de pérdida de peso, es crucial no solo caminar, sino también considerar la duración y la intensidad de las caminatas. Un estudio publicado en ‘The American Journal of Sports Medicine‘ reveló que mujeres con sobrepeso lograron perder el 10% de su peso corporal tras seis meses de caminar diariamente por más de 30 minutos. Este hallazgo subraya una idea clave: la importancia de la persistencia y la regularidad en el ejercicio.
Aumenta la duración y la frecuencia si caminas para adelgazar
Si bien caminar durante 30 minutos al día ha demostrado ser beneficioso, incrementar tanto la duración como la frecuencia puede acelerar el proceso de adelgazamiento. Investigadores de la Universidad de Sungkyunkwan en Corea encontraron que caminar entre 50 a 70 minutos tres veces por semana durante tres meses ayudó a los participantes a perder aproximadamente 2.7 kilogramos. Para aquellos que encuentran desafiante dedicar un largo periodo a caminar de una sola vez, dividir el tiempo en dos sesiones de 25 minutos cada una puede ser una alternativa viable y menos abrumadora, logrando una pérdida de peso adicional de 1.7 kilogramos.
Introduce variaciones en tu rutina si caminas para adelgazar
Caminar más rápido, incorporar terrenos más difíciles o añadir peso extra son formas eficaces de hacer que cada caminata sea más desafiante. Al variar la intensidad, no solo estás aumentando el consumo de energía, sino también mejorando tu resistencia y fuerza. Caminar por colinas o llevar un chaleco con peso puede incrementar significativamente la cantidad de calorías quemadas, además de fortalecer los músculos de las piernas y mejorar la capacidad cardiovascular.
Combina con una dieta equilibrada
Para obtener los mejores resultados en la pérdida de peso, caminar debe ir acompañado de una dieta que sea equilibrada y controlada en calorías. La combinación de un déficit calórico a través de la dieta y el aumento del gasto calórico mediante el ejercicio es una estrategia probada para adelgazar de manera efectiva y saludable. Elegir alimentos nutritivos que satisfagan sin exceder las necesidades calóricas diarias complementará tu esfuerzo físico y ayudará a ver resultados más rápidos y duraderos.
No olvides los beneficios adicionales
Es importante recordar que caminar no solo ayuda a reducir el peso, sino que también tiene impactos positivos significativos en otros aspectos de la salud. Ayuda a regular los niveles de colesterol, reduciendo el «malo» (LDL) y aumentando el «bueno» (HDL), además de bajar la presión arterial. Asimismo, caminar regularmente tiene beneficios para la salud mental, como la reducción del estrés y la ansiedad, proporcionando una excelente oportunidad para despejarse y mejorar el estado de ánimo general.
En resumen, hacer de la caminata una parte integral de tu rutina no solo es beneficioso para perder peso, sino también para mantener un estilo de vida saludable y equilibrado. Al añadir estos elementos adicionales que tienen que ver con la cantidad de tiempi que le sumas a tus caminatas así como la incorporación de pesos como un chaleco, puedes maximizar los beneficios y ver resultados más significativos en menos tiempo.