¿Cuál es el hueso más saludable para dar a tu perro?

Todos los dueños de perros deberían estar informados sobre la nutrición que debe recibir su mascota, ya que una mala alimentación puede causarle graves problemas de salud. En la dieta de un perro nunca faltarán los tan ansiados huesos, que pueden ser con carne, sin carne, crudos o cosidos. El hueso no solo puede entretener a tu perro, sino que también ayudan a mantener los dientes y encías saludables. Pero es importante saber cuál es el hueso más saludable para dar a tu perro, que cumpla estas funciones y no perjudique su salud.

¿Cómo elegir el hueso más saludable para tu perro?

Para elegir el hueso más saludable para tu perro debes tener en cuenta estas condiciones:

• Siempre huesos crudos, nunca lo alimentes con huesos cocidos, ya que pueden astillarse y causar daños internos que pueden costarle la vida. Solo ofrece a tu mascota buenos huesos carnosos, consulta con tu veterinario para que te aconseje.
• Los huesos preenvasados deben evitarse, porque contienen seguramente conservantes, que pueden ser perjudiciales para algunos perros.
• Otros de los cuidados que se deben tener al elegir el hueso para tu mascota, es que el tamaño debe ser lo suficientemente grande para que no pueda tragarlo entero.
• Los huesos crudos carnosos, como alitas de pollo crudas o las aletas de cordero, ternera o incluso rabo de toro, aparte de ofrecerles nutrición adicional, mantendrán su dentadura y encías sanas y ayudarán a limpiar su tracto digestivo.
• A diferencia de los cocidos que pierden sus nutrientes en la cocción, los huesos crudos pueden ser una verdadera fuente de calcio y fósforo.

¿Qué cuidados debes tener a la hora de darle huesos crudos a tu mascota?

Uno de los cuidados que debes tener presente es la frecuencia con la que puedes ofrecerle huesos a tu perro. Lo ideal es darle de uno a dos por semana, ya que demasiados pueden producir estreñimiento.

Otro de los problemas que pueden presentar los huesos crudos, es que pueden tener bacterias y descomponerse en poco tiempo. Es conveniente que le realices una buena limpieza antes de ofrecérselo a tu perro.

Por último, un hueso crudo puede ensuciarse hasta que tu perro lo haya masticado y dejarlo limpio. ¡Asegúrate de que coma el hueso en un área de fácil limpieza para que lo disfrute!

Si tu perro comienza a romper trozos grandes o el hueso se vuelve demasiado pequeño como para masticarlo, debes sacárselo antes de que tenga algún accidente. Siempre asegúrate de controlarlo cuando lo está comiendo, para garantizar que disfrute de sus beneficios de una manera segura.