La verdad sobre el romance entre Lara Álvarez y el subdirector de Supervivientes
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Lara Álvarez voló este viernes hacia Honduras sola y sin novio. En la maleta se ha llevado lo imprescindible: bikinis, sus guantes de boxeo, sus cintas de TRX y su teléfono móvil. Es posible que gracias a este último elemento mantenga el contacto con quien se ha convertido en un buen amigo: Carles Cabré.
La presentadora fue fotografiada la semana pasada tomando unas cañas con él por el centro de Madrid y rápidamente se especuló con la posibilidad de que fuera su nueva pareja, pero no es así. Aunque en el pasado sí mantuvieron algo más que amistad, actualmente lo suyo no va más allá de quedar de manera esporádica para tomar algo y compartir confidencias. En conversación con LOOK, Lara no ha querido confirmar ni desmentir nada al respecto y, una vez más ha preferido mantenerse al margen de cualquier comentario.
LOOK conoce algunos detalles de esta relación y cómo comenzó. Carles Cabré, directivo de la productora Bulldog Tv y subdirector de la anterior edición de ‘Supervivientes’, inició una estrecha relación con Lara el año pasado. Ambos coincidieron en el concurso que ganó Jorge Díaz. Él debutaba como subdirector del reality y ella un año más se convertía en la flamante presentadora que retransmitía las aventuras de los concursantes desde Honduras. Entre palmeras, aguas cristalinas y arena fina saltó la chispa y comenzaron un idilio que duró hasta el final de la edición.
Los compañeros de aquel concurso describen a Txarlie, como llaman a Carles sus amigos, como un hombre introvertido, con un carácter peculiar, un poco uraño y muy celoso de su intimidad. Cuando conoció a Lara cuentan que se quedó prendado y que explicaba a los más cercanos que con la asturiana sentía una conexión especial. “Hemos conectado”, aseguraba.
Muy pronto los compañeros vieron entonces cómo ambos pasaban muchas horas juntos y no solo las estrictamente necesarias destinadas a los rodajes. El subdirector del programa era el encargado de dirigir las grabaciones de Lara para los resúmenes y esto les obligaba a compartir muchas horas durante largas jornadas. El roce hizo el cariño y, según ha podido saber Look, después de grabar seguían haciendo planes al margen del resto del equipo. Unos planes que hicieron que para sus compañeros fuera evidente que Carles y Lara estaban viviendo su propia historia de amor, o , al menos, eso parecía. Sin embargo, no pudo ser, sobre todo porque el subdirector no disfrutó aquel idilio tranquilo. Tal y como confesó a sus más allegados, él vivía con el temor de convertirse en una cara conocida y que su vida privada se convirtiera en pública.
Fueron tres meses de convivencia y de amor de verano que no llegaron a más. De vuelta a Madrid, Lara se reconcilió con Román Mosteiro, del que se había distanciado por culpa de trabajo, y con el que acabó definitivamente su relación meses después. Txarlie continuó con su vida normal, trabajando en los nuevos proyectos de Bulldog y viajando de vez en cuando al barrio de Sant Andreu de Barcelona para visitar a sus padres y a sus amigos de toda la vida. De aquellos meses de relación queda una amistad que propicia que de vez en cuando queden para tomar algo, como ocurrió la semana pasada. Probablemente ella quisiera despedirse antes de poner rumbo a Honduras y él aprovecharía para contarle sus proyectos al frente del reality ‘Super Shore’, que se está rodando en estos momentos en Ibiza.
Soltera y sin compromiso, Lara vuelve a la isla sin nadie que la espere, sin nadie que pueda viajar a verla pero con la ilusión de vivir una nueva aventura.