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De un tiempo a esta parte, Shakira ha protagonizado numerosos titulares, pero en la mayor parte de las ocasiones por hechos en los que habría preferido no estar involucrada. Las polémicas pro-referéndum de Piqué, la suspensión de su gira por motivos de salud, su investigación en Hacienda por presunta evasión fiscal y la denuncia que recientemente ha puesto a un fotógrafo han dado al traste con la habitual energía positiva que irradia la cantante.
Sin embargo, hubo un tiempo en que todo era éxito, amor y buenas vibraciones en la vida de Shakira. Corría el año 2012 y la colombiana estaba embarazada de Milan, el primero de los dos hijos que tiene junto al defensa del Barcelona Gerard Piqué. La cantante con el ritmo de caderas más famoso del mundo llevaba dos años arrasando en las pistas de baile con uno de los temas más destacados de su carera, el ‘Waka Waka’. La canción creada para el Mundial de Fútbol de 2010 en Sudáfrica no mostraba ni un ápice de desgaste y se mantenía como uno de sus temas más solicitados, no solo en los grandes eventos, sino también en los círculos más íntimos.
El primogénito de los Piqué Mebarak nació en enero de 2013, por lo que en 2012 Shakira decidió trasladarse a la casa que el futbolista tiene en Cabrils (Barcelona) para vivir su embarazo de la manera más relajada posible. Se trata de un pequeño municipio de poco más de 7.000 habitantes en el que la colombiana y el jugador del Barça hacían una vida de lo más normal, tratando de pasar desapercibidos en su apacible retiro barcelonés.
Según cuentan testigos del lugar, era habitual ver a Shakira y a Piqué comprando en el supermercado, una situación que incluso en una gran ciudad podría llamar la atención. En una de estas ‘excursiones’ la cantante iba sola y fue abordada por un grupo de niños que le pedóan cantar el ‘waka, waka’. Ella les que pidió amablemente que la dejaran hacer primero sus compras, prometiendo que después les atendería. Al salir del supermercado, el grupo de admiradores y curiosos había crecido notablemente, hecho que no pareció molestar a la colombiana. Al contrario, Shakira accedió a bailar el Waka Waka rodeada de sus jóvenes admiradores. Mucho ha llovido desde entonces y, ahora, puede que Shakira añore ese tiempo en el que su mayor ‘problema’ eran los bailes improvisados con sus fans.